sábado, 31 de octubre de 2009

PANORAMA ECONOMICO EN CHINA. SALEN O NO DE LA CRISIS Y RECESION.

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Una de las alternativas y cuyo camino es el más seguro para los trabajadores y el pueblo en general - generalmente no para los responsables de la crisis: la Gran Burguesía (GBTN) y las corporaciones transnacionales y muchísimos de sus gobiernos de turno - para salir de la crisis económico financiera y la recesión es el fortalecimiento del mercado interno, la creación de nuevos puestos de trabajo, restitución de los trabajadores despedidos por el cierre de las empresas y finalmente el aumento de salarios con la finalidad de dinamizar y fortalecer la economía interna.
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PANORAMA ECONOMICO EN CHINA. SALEN O NO DE LA CRISIS Y RECESION.


Viernes 31 de octubre de 2009.

XINHUA

China crea 7,57 millones de nuevos empleos en primeros ocho meses del año: China ha creado 7,57 millones de nuevos puestos de trabajo en los primeros ocho meses de este año, en un intento por garantizar el empleo en medio de la recesión económica mundial, dijo hoy viernes un alto legislador chino.

La cantidad de trabajo creado hasta agosto representa el 84 por ciento del objetivo impuesto por el gobierno para todo 2009, y la situación del empleo ha resultado mejor de lo que se esperaba, indicó Huang Zhendong, presidente de la Comisión de Asuntos Internos y de Justicia en la Asamblea Popular Nacional (APN(Poder de supervisión)(Poderes legislativos), máximo órgano legislativo).

Huang realizó estas declaraciones en un informe sobre la aplicación de la Ley de Sindicatos, publicado durante la 11ª reunión del XI Comité Permanente de la APN.

Cerca de 3,57 millones de trabajadores despedidos han sido re-empleados en los primeros ocho meses, o lo que es lo mismo, se ha cubierto el 71 por ciento del objetivo de dar empleo a cinco millones de parados en todo el año, precisó Huang.

La mayoría de los trabajadores migratorios, que habían regresado a sus lugares de origen después de ser despedidos, han encontrado nuevo trabajo. Algunos incluso han iniciado sus propios negocios en sus pueblos natales, reveló Huang.

A medida que la crisis financiera mundial se propagara rápidamente en la segunda mitad del año pasado, muchas empresas sufrieron problemas de exceso de capacidad o incluso quebraron, causando un aumento del desempleo, dijo Huang.

Una serie de medidas llevadas a cabo para paliar esta situación, incluyendo la promoción de la demanda interna para impulsar el empleo, el fomento de la creación de empresas y la ayuda ofrecida a los grupos especiales, han conseguido notables éxitos en esta materia, añadió Huang.

Sinopec aumenta a más del doble sus ingresos netos en los primeros tres trimestres

La Corporación Petroquímica de China (Sinopec), el refinador de petróleo más grande de Asia, dijo que sus ganancias netas en los primeros tres trimestres aumentaron 230,3 por ciento para alcanzar los 49.700 millones de yuanes (7.300 billones de dólares) debido a un ajuste en los precios del petróleo refinado en el mercado doméstico.

El aumento del precio del petróleo en el mercado internacional y las reformas al precio del petróleo en China, han mejorado el ambiente de los negocios para las operaciones de refinación, dijo la compañía en una declaración a la Bolsa Mercantil de Hong Kong.

Las ganancias netas de julio a septiembre subieron 124,1 por ciento, hasta los 16.550 millones de yuanes según el reporte. También pronosticó que sus ganancias de todo el año aumentarán más del 50 por ciento.

El ingreso operativo por la refinación durante los primeros tres trimestres fue de 21.600 millones de yuanes, una recuperación respecto a las pérdidas del año anterior. La compañía expandió sus negocios químicos a medida que la demanda tuvo un rebote y ganó 14.300 millones de yuanes en el periodo, sin embargo, sus ingresos por exploración y desarrollo disminuyeron 75,2 por ciento respecto al año pasado, y alcanzaron los 12.980 millones de yuanes en el periodo de enero a septiembre, según el reporte.

Comienza la primera jornada de transacciones de ChiNext

Un total de 28 pequeñas y medianas empresas chinas empezaron hoy viernes a cotizar en ChiNext, un mercado similar al Nasdaq estadounidense, en Shenzhen, en la provincia meridional de Guangdong.

El precio de las acciones de la corporación cinematográfica Huayi Brothers Media se situó en 63,66 yuanes en la apertura, con un aumento de 122,74 por ciento respecto al precio de la Oferta Pública Inicial (OPI).

Las acciones de Zhongyuan Huadian registraron un incremento del 46,26 por ciento y abrieron en 47 yuanes por acción.

ChiNext pretende abrir nuevos canales de obtención de fondos para las pequeñas y medianas empresas de alta tecnología y rápido crecimiento.

El banco central y el sistema financiero apoyarán a ChiNext "consecuentemente", aseguró en la ceremonia de inauguración de este mercado el gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan.

Disminuye la proporción de PNL de bancos comerciales

Los préstamos no liquidados (PNL) de los bancos comerciales en China disminuyeron a 504.500 millones de yuanes a fines de septiembre, que fue 55.800 millones de yuanes menos que la cantidad a inicios de este año, señaló el regulador de la banca de China.

La proporción de PNL cayó 0,76 puntos porcentuales comparado con los datos reportados a inicios de 2009 a 1,66 por ciento.

Airbus abrirá el próximo año el primer centro de logística en China

Airbus abrirá su primer centro de logística en Asia a inicios del próximo año en la municipalidad de Tianjin, norte de China, luego de firmar un memorándum de entendimiento (MOU en inglés) con el gobierno local.

"Mientras que Airbus está aumentando la cooperación con sus homólgos chinos, el centro se construye como pivote para su administración de cadena de suministro en China", dijo Laurence Barron, presidente de Airbus China.

Se espera que armonice los sistemas de transporte para todos los componentes de Airbus que entran y salen de China, agregó.

El centro iniciará operaciones en un sitio temporal en el Area Aduanal Portuaria de Tiajin de la Nueva Area de Binhai a inicios de 2010, antes de que se determine su ubicación permanente después de marzo próximo, según el MOU.

Airbus cuenta ahora con seis proveedores chinos de componentes que se localizan en todo el país y manejan su propia logística, indicó. "La administración unificada puede reducir los costos y elevar la eficiencia en los negocios".

Tianjin tiene la primera línea de ensamblaje final del avión A320 afuera de Europa que se espera entregue 11 aviones para fines de este año.

Airbus, una de las mayores fabricantes de aviones comerciales del mundo, pronostica que su suministro de componentes y materiales en China aumentará a 200 millones de dólares para 2010 y a 450 millones de dólares para 2015.
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LA COFRADIA BURGUESA Y EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO. Siempre fueron instrumentos estratégicos en la lucha de clase contra clase.

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Las burguesías de todos los países del mundo han pasado su existencia riñendo mutuamente en las guerras nacionales a fin de ejercer la rapiña fuera de sus fronteras y frenar la lucha de clases al interior de sus países.
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Ante la realidad de los corralitos del imperio están apareciendo nuevas formas de solidaridad mundial de la noble multitud, porque ésta ha comprendido que las batallas aisladas están condenadas al fracaso. ¡Es demasiado poderoso y perverso el enemigo!
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LA COFRADIA BURGUESA Y EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO.

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Viernes 30 de octubre de 2009.
Mario Rivera Ortiz (especial para ARGENPRESS.info)
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Ahora vamos a escribir brevemente sobre las relaciones de fraternidad de los grupos sociales fundamentales de la sociedad capitalista; más precisamente, sobre los actos de solidaridad política y militar dentro de ellos a través de las fronteras geográficas y a partir de su plasmación como clases sociales: en otras palabras, trataremos sobre el internacionalismo proletario y de su contraparte, la hermandad burguesa internacional, partiendo de que ambos tipos de relación siempre fueron instrumentos estratégicos en la lucha de clase contra clase. Unirse entre sí y hacer todo lo posible para mantener dispersa la clase social contraria, fue un elemento constante en la obligada convivencia de burgueses y proletarios durante la modernidad.

1.- La hermandad burguesa. Las burguesías de todos los países del mundo han pasado su existencia riñendo mutuamente en las guerras nacionales a fin de ejercer la rapiña fuera de sus fronteras y frenar la lucha de clases al interior de sus países. La solidaridad en general nunca fue un sentimiento propio de esta clase social, pues en términos generales es la más egoísta de cuantas han existido, en obediencia a su posición en el proceso productivo y a sus principios “morales”; pero cuando el poder burgués ha estado en peligro, en cualquier parte del mundo, los Estados capitalistas y sus gobiernos, de izquierda o de derecha, se unen para aplastar irremediablemente la insurrección que los amenaza. ¡Esa es la regla!

Pero después del 11 de septiembre de 2001, iniciada la guerra contra el pueblo de Afganistán, las palabras “terrorismo”, “narcotráfico” y “eje del mal”, se convirtieron en el santo y seña para convocar a la defensa del orden imperial-burgués, primero bajo el mando de George Bush y ahora de Barack Obama.

Con tal objetivo los estrategas del imperio dieron en montar corralitos de exterminio para estrangular, uno por uno, a los pueblos con más riquezas que expropiar o aquellos que más resisten a sus afanes de conquista y esclavización.

Las formas de acción fundamentales de la hermandad imperial “antiterrorista” y “antinarco” son las siguientes:
a) seleccionar a un país o grupo de países soberanos ricos en gas, en petróleo y/o que pueda representar una amenaza a la soberanía del imperio;
b) satanizar la víctima escogida con las palabras malditas y aislarla políticamente para justificar la agresión militar masiva y sofisticada con el apoyo irrestricto de los medios de comunicación conservadores y liberales;
c) utilizar los instrumentos bélicos y políticos ya existentes o crear otros especiales para el caso, como el Consejo de Seguridad de la ONU, la OTAN, la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad), la OEA, el TPI-Y (Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia), la híbrida UNASUR, la OIEA (Organismo Internacional de la Energía Atómica), la DEA, otros, con sus ejércitos de gendarmes, “contratistas”, mercenarios, y lumpens;
d) ampliar la red de cárceles de alta seguridad y tortura de prisioneros, al estilo de Guantánamo;
e) activar o crear nuevas instituciones para el control político, ideológico, jurídico y cultural individual y de masas, como el Premio Nobel, Premio Príncipe de Asturias, Amnistía Internacional y ombudsmans de todos los colores, etc., y,
f) invadir y saquear la presa (en los museos de Bagdad los yanquis y británicos no dejaron un ladrillo).

El frente mundial burgués actual está integrado por las más poderosas potencias capitalistas y sus satélites: EEUU, Unión Europea, Israel, Pakistán, Colombia y se ha transformado en un poderoso aparato de destrucción y conquista que ha causado la muerte a cientos de miles de seres humanos en unos cuantos años. Sólo para descuartizar Afganistán, se han concentrado hasta ahora más 100 mil soldados invasores de 42 nacionalidades distintas y sobre Haití están varios miles de mercenarios pagados por los gobiernos de Brasil, Colombia, Perú, Argentina y otros países latinoamericanos.

Los mismos anatemas de “terrorismo” y “narcotráfico”, “eje del mal”, con algunos dólares adicionales, sirven también al imperio, para lograr apoyo logístico de algunos gobiernos de los países que circundan las regiones acorraladas y para paralizar dentro de ellos cualquier acción solidaria en favor de las poblaciones masacradas: Rusia, Kirguistán y Tayikistán, por ejemplo.

Entonces, en resumen, hasta ahora el imperio mantienen en el mundo cuando menos los corralitos de Afganistán, Irak, Irán, Palestina, Cuba, Venezuela, República Democrática Popular de Corea, Haití y el territorio controlado por las FARC en Colombia.

Pero la política internacional de los verdaderos terroristas y narcotraficantes en grande, tiene su historia, no es, que digamos, muy nueva:

Recordemos que en Francia, en el año de 1871, durante la lucha contra la Comuna, los ejércitos burgueses; el prusiano vencedor y el francés vencido, hicieron las paces y luego confraternizaron en la matanza de miles de proletarios parisinos.

En octubre de 1873, Austria, Rusia y Alemania, a iniciativa de Bismark, concertaron una alianza tripartita, o sea, un acuerdo de acción común en caso de “disturbios en Europa”, con miras a reprimir conjuntamente el movimiento revolucionario y sobre todo de la I Internacional de Trabajadores.

En los años de 1950 la agresión contra la República Democrática de Corea se consumó bajo la sucia bandera de la ONU.

En México, durante los años 1960, la Border Patrol de los Estados Unidos, entregó a varios guerrilleros mexicanos a la policía política mexicana, sabiendo perfectamente que iban hacia la tortura y la muerte.

El Gobierno Mexicano del presidente Ernesto Zedillo, violando sus propias leyes y apoyado por la SIDE argentina y la CIA norteamericana, entregó al revolucionario Enrique Gorriarán Merlo al gobierno de Menem, en octubre de 1995.

2.- Hablemos ahora un poco del movimiento internacional del proletariado, o sea, el de la noble multitud.

A este respecto Jean Paul Sartre dice que el internacionalismo proletario como gran movimiento mundial, nació en el año de 1968 y que se trataba del acontecimiento más trascendente de los últimos años. Nosotros diríamos, que aún ahora en el 2009, no es un hecho general y cotidiano en un mundo convulso que lo requiere a gritos; sin embargo, actos aislados de confraternización internacional del proletariado se sucedieron desde tiempo antes. Citemos algunos ejemplos:

Los hijos del pueblo polaco, Wroblevski y Dombrowski, fueron electos generales de la Comuna de Paris siendo extranjeros, ya en 1871; las heroicas brigadas internacionales defendieron la república española en 1936 contra el fascismo franquista; los voluntarios chinos enfrentaron a las tropas norteamericanas en 1952 al lado de sus hermanos coreanos; las revoluciones de Vietnam y Cuba fueron objeto de grandes manifestaciones de apoyo de parte de la Unión Soviética y otros países; las tropas cubanas lucharon en Angola durante los años de 1986-1988, hasta derrotar a los invasores sudafricanos, etc.

Ciertamente, por la misma época una gran masa de obreros franceses, ingleses, norteamericanos, italianos y demás, dormían tranquilos sobre la alfombra del confort democrático, mientras que las burguesías nacionales e imperialistas remodelaban su estrategia bélica en los ensayos de las Islas Malvinas (1982), Libia (1986), Panamá (1989), Irak (1992) y Yugoslavia (1999).

Entonces, ahora, ante la realidad de los corralitos del imperio están apareciendo nuevas formas de solidaridad mundial de la noble multitud, porque ésta ha comprendido que las batallas aisladas están condenadas al fracaso. ¡Es demasiado poderoso y perverso el enemigo! Ni siquiera modelos de defensa nacional como el cubano que involucra a todo el pueblo o el recientemente decretado por el presidente venezolano Hugo Chávez, con sus Comités de Defensa Integral y la reforma de la Ley de Conscripción y Alistamiento Militar obligatorio, podrían sobrevivir aislados dentro de los corralitos imperiales sin un amplio y decidido apoyo internacional. Puede haber heroicas intifadas, ni duda cabe, pero no victorias definitivas. Se requiere la acción conjunta y coordinada de los pueblos de todo el mundo o cuando menos en vastas regiones geográficas, para vencer al enemigo común, tal y como lo hace ahora el contra-corralito asiático que está combatiendo a las fuerzas invasoras de la OTAN-ISAF y socios, en Afganistán.

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viernes, 30 de octubre de 2009

EN LA ERA DEL CAPITALISMO SALVAJE: Desmantelar la Agenda Neoconservadora y el Totalitarismo.

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La doctrina conservadora encarnada en el ajuste estructural a las economías, se impuso con un giro político hacia el totalitarismo, que funcionaba a la perfección en un clima de guerra fría. Bajo un clima de confrontación y con un capitalismo debilitado, su rol transversal en las políticas de estado no se notaba, y la lucha contra el comunismo la hacía todavía más relevante. ¡Quién no se transformó en un neoconservador en esos años 80 para poder sobrevivir y manipular el poder!
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El neoconservadurismo que se incuba en EEUU, Canadá y el Reino Unido especialmente, se transforma y expande por el mundo asumiendo diversos rostros y senderos, tiene en definitiva el mismo rasgo del totalitarismo al cual parecía combatir.
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DESMANTELAR LA AGENDA NEOCONSERVADORA Y EL TOTALITARISMO.


PRIMERA PARTE.






Lunes 26 de octubre de 2009

Juan Francisco Coloane (especial para ARGENPRESS.info)






La doctrina neoconservadora se puede atribuir dos victorias políticas de fundamentales consecuencias en un período que cubre apenas casi una década: 1982-1991.

La primera, a comienzos de los años 80, es la instalación del régimen económico del ajuste estructural a la economía mundial con sus tres ejes principales: privatizar servicios y recursos estratégicos; reforma institucional y reducir la regulación del Estado hasta un límite máximo posible para la expansión de la libre competencia; e incentivación del libre comercio y apertura de los mercados.

Este diseño provino de la crisis económica de los años setenta que venía incubándose desde los 60. Los sistemas políticos adoptaron el régimen económico sin ofrecer mayor resistencia. En su momento consistió en un “todo o nada y en un ahora o nunca”, para un sistema económico y político en profunda crisis en sus expresiones locales y más globales.

En algunos lugares se impusieron con dictaduras militares cuyos casos más insignes fueron Chile, Ghana, o regímenes políticos autoritarios al límite del totalitarismo con los casos de los llamados tigres asiáticos.

En resumidas cuentas, donde anduvo pululando la doctrina conservadora encarnada en el ajuste estructural a las economías, se impuso con un giro político hacia el totalitarismo, que funcionaba a la perfección en un clima de guerra fría. Bajo un clima de confrontación y con un capitalismo debilitado, su rol transversal en las políticas de estado no se notaba, y la lucha contra el comunismo la hacía todavía más relevante. ¡Quién no se transformó en un neoconservador en esos años 80 para poder sobrevivir y manipular el poder!

La segunda victoria o logro, fue el desplome final de la ex URSS en 1991. A partir de este hito, surge automáticamente la “invención” o el decreto de que se llegaba al fin de la guerra fría, siendo que en el “interior” del proceso se preservaba la ideología neoconservadora que la sustentaba.

La agenda neoconservadora fue fundamental para detener la expansión de la Ex Unión Soviética y la idea del comunismo porque presentaba un filo más agresivo y punzante que el liberalismo degradado en su ambigüedad de contener el comunismo con cierto grado de tolerancia y aspiración pluralista.

La ideología neoconservadora en ambos frentes, en el político-bélico y en el económico, proveyó el sustento doctrinario que se movilizó transversalmente en las sociedades por el mundo con diferentes caparazones. Formó una simbiosis compacta con las elites del poder que intentaban contener al comunismo y combatir la expansión soviética por una parte y entregarle una vía operativa al capitalismo. Este se desbarrancaba en sus periódicas crisis que alguna izquierda acostumbra a señalar como terminales y que en el fondo no son más que reventones destructivos cíclicos del capital para su reconstrucción.

Estamos casi en 2010, y ha pasado un poco más de un cuarto de siglo, 25 años, de la instauración con fuerza y a la fuerza, de la doctrina neoconservadora para administrar las sociedades.

Y en ambos frentes señalados, por el estado actual de la situación global, se observa un resultado paradójico de doble punta: con todo el espacio de poder a su disposición la doctrina ha fracasado y aún así está vigente.

La pregunta es por qué.

La única razón plausible es el nuevo tipo de totalitarismo que acompaña a la doctrina neoconservadora que se hace invisible por constituir en su esencia una fórmula para detener el comunismo. Es decir, su absorción en la sociedad, y su popularidad en los círculos de la elite del poder, responden al mismo resorte: ha sido una doctrina eficaz para contener la desestabilización que supuestamente conlleva el comunismo y entregarle gobernabilidad a las sociedades.

Aunque sean sociedades enclaustradas con carencia de participación ciudadana en los diseños programáticos de los estados, son sociedades seguras y previsibles por el control que está detrás de una doctrina que funciona en base a la situación de la permanente amenaza de la desestabilización.

Es totalitaria al estar inyectando el miedo por anticipación, como si la seguridad estuviera funcionando bajo la acción preventiva permanente.

La falsa democracia funciona sólo para un lado: para el que acepta el sistema. Al disidente hay que aplicarle la acción preventiva para erradicarlo.

El neoconservadurismo contemporáneo comienza a incubarse rápidamente con el ascenso de la Unión Soviética como potencia mundial después de la Segunda Guerra.

Si bien surge a partir de la desacreditación de legiones de liberales y conservadores en su lucha contra el socialismo, que se une a la vertiente de liberales desencantados del socialismo estalinista, el germen proviene del triunfo de la Revolución Bolchevique en 1917 como una poderosa señal de la vulnerabilidad del sistema.

Es así que no hay dos lecturas. En el tráfico de regímenes políticos, desde el libertario al autoritario que sucede entre 1917 y la Segunda Guerra Mundial fuera de la órbita soviética, se destaca en el debate “cómo concebir una doctrina más eficaz para contener la ola bolchevique”.

Frente a la realidad de una revolución rusa dura, pragmática y al inicio eficiente, y un capitalismo mundial debilitado, la línea divisoria entre liberalismo y conservadurismo era inexistente o inocua. En la fusión, germina con más coherencia la idea conservadora de formar una oposición a ultranza al nuevo fenómeno de masas de asalariados fuera de la elite intentando dirigir y cambiar el sistema.

Por los fenómenos decantados en dos sociedades donde la ola bolchevique prosperó más, se podría postular que tanto Adolf Hitler en Alemania como Benito Mussolini en Italia, serían el epítome del conservadurismo ultra que se opone al liberalismo frígido en la lucha contra el comunismo.

Hoy día no se está en aquella situación límite del liberalismo desencantado con el bolchevismo en alza, aún así, frente a la actual crisis económica y política que no cede, el conservadurismo comienza a presentar sus rasgos más totalitarios, encarnado en su formato más contemporáneo al que se la tendido a llamar neoconservadurismo.

La agenda neoconservadora es preservar el aparato conceptual y operativo que le dio dividendos y que se corona con el desplome soviético y como extensión inmediata del fenómeno, la pérdida de credibilidad en el socialismo como sistema alternativo, aún en un plano de coexistencia de dos sistemas.

Para una definición integral de neoconservadurismo sugiero la que trabaja la historiadora Avital Bloch en “Política, Pensamiento, e Historiografía en el EEUU Contemporáneo; 2005.Universidad de Colima México.

Esencialmente el neoconservadurismo consiste en instalar en la sociedad un pensamiento ideológico cuyo objetivo primordial es contrarrestar el desarrollo de las ideas desestabilizadoras del sistema capitalista. Esto se hace a través de agentes multiplicadores y difusores de ideas ubicados en posiciones de influencia y no necesariamente en contacto con la comunidad.

En forma simple: estructurar a partir de un liberalismo muy tenue o contenido, un discurso de construcción social y política que permitiera contraponerse a la idea de la reforma al capitalismo por la vía que fuera, sea liberal o socialista, y que permitiera reforzar en la sociedad su ideario esencial de la libertad individual, el libre mercado y la desestatización del acto de gobernar.


Desmantelar la Agenda Neoconservadora y el Totalitarismo.

Segunda parte. Final.








La guerra fría como el neoconservadurismo, son artefactos creados por la doctrina expansiva de la supremacía, que prevalece en forma evidente en la cultura política occidental.

Es así que el neoconservadurismo se convierte en la réplica, en cuanto a cultura política, a la fórmula estalinista del control a ultranza y la negación del pluralismo. En vez de desprenderse de ella, reinventa el conservadurismo en una perspectiva totalitaria al no aceptar una reforma al ideario esencial del capitalismo: protección a la libertad individual, organizar la sociedad en base al libre mercado y la desestatización del acto de gobernar.


El neoconservadurismo que se incuba en EEUU, Canadá y el Reino Unido especialmente, se transforma y expande por el mundo asumiendo diversos rostros y senderos, tiene en definitiva el mismo rasgo del totalitarismo al cual parecía combatir.

Con Barack Obama ocupando el espacio de mayor gravitación política en el mundo, se abre la oportunidad de desprogramar la cultura del neoconservadurismo, y sus rasgos claramente totalitarios.

El neoconservadurismo encuentra en la guerra fría su ámbito ideal para su consolidación porque ésta aplica su foco en un enemigo bien específico y fácilmente identificable: el comunismo.

Al estar instalada desde el mismo fin de la segunda guerra mundial, desmantelar la guerra fría y su ideología de la confrontación, pareciera ser el desafío esencial en cualquier intento por re-humanizar el planeta haciéndolo un espacio de diálogo e integración.

Algunos escritores sostienen, (Naomi Klein, en The Shock Doctrine) que el neoconservadurismo no se acopló completamente a los mandatos de la guerra fría, sin embargo es incuestionable que el ámbito generado por el macartismo –un fenómeno producido por aquella- facilitó su crecimiento y legitimación como la herramienta más eficaz para combatir la desestabilización del sistema.

Con el fin de la guerra fría, la contención al comunismo de alguna forma no prosperó en la medida de establecer un dominio militar en el mundo acorde con el título de primera y única potencia, y en el plano económico los resultados tampoco han sido positivos.

Por el contrario, con todo el poder a su disposición, el neoconservadurismo no ha sabido aprovechar en el mundo su poderío ni en el terreno político ni en el económico

En la única zona donde hay un cierto progreso y equilibrio es en Europa Occidental y aún así, hasta cierto punto la unidad de la comunidad europea es compleja, como se ha visto en las dificultades de ratificar los tratados pilares de unidad.

En el resto de Europa, la zona desmembrada de la tutela soviética en 1991 es un popurrí para todos los gustos. Hay países económicamente inviables y políticamente protofascistas como Hungría, o modelos de un capitalismo subsidiado por Europa Occidental como son los casos de Georgia, Ukrania, Romania y Bulgaria o los países de la ex Yugoslavia.

En todo este popurrí, el país que más garantías ofrece es Turquía que siendo su territorio parte central e histórica de la Europa Clásica no puede paradójicamente entrar a la comunidad europea con la facilidad que han entrado países remendados como Bulgaria y Romania, por la simple razón de ser un país de religión islámica, y probablemente –eso si nunca reconocido oficialmente por Europa- por el antiguo resentimiento de haber sido cabeza del Imperio Otomano.

Sin embargo, “en pos de recuperar el terreno perdido”, bajo la propia admisión de Dick Cheney cuando asume como Vicepresidente y el equipo estelar que apoyó al Presidente George W. Bush, había dos tareas centrales: La primera, reposicionar a EEUU como la mayor potencia militar. La segunda, profundizar a escala mundial los ejes del ajuste estructural de los años 80: privatizar, desregular, y abrir zonas de libre mercado.

En cuanto a la primera se encontró el pretexto de derrocar a Saddam Hussein con una invasión.

La idea central de invadir Irak, consistía en posicionar un poder estratégico con una amplia zona de gravitación en el golfo pérsico para expandir la democracia occidental.

La segunda tarea consistía en transformar institucionalmente los países del golfo pérsico y el mundo árabe adyacente para incorporar nuevos territorios y recursos al activo de capitales del circuito económico, que hasta el momento permanecían y permanecen bajo estructuras políticas arcaicas y poco abiertas a la alta porosidad de la globalización. Support to Economic Growth and Institutional Reform (SEGIR).

La incorporación de nuevos capitales y mercados con la democracia, deberían funcionar como dos tenazas en pos de la supremacía global, de un capitalismo comandado bajo la doctrina neoconservadora y en clave de gobernabilidad totalitaria con la amenaza de la desestabilización como su objeto prioritario.

Anticipadamente, X. Arrizabalo en 1997 explica el fenómeno del “carácter parasitario y marcadamente regresivo del capitalismo de los años 90”… “La lógica del funcionamiento refuerza el predominio del capital financiero, buscando sus fuentes de apropiación de ganancia en el plano especulativo, lo que se traduce en reducir drásticamente recursos destinados a usos productivos, destruyendo masivamente fuerzas productivas”.

De alguna forma, el efecto de la invasión a Irak, de no haberse instalado una guerra, contemplaba la incorporación de otros territorios al activo de capitales para subsanar esta falencia estructural.

En inadvertida coincidencia, -se podrá conjeturar también que no- desde el comienzo de la década, la ONU impulsa un programa para instaurar democracias en la misma zona seleccionada por el equipo de Dick Cheney, bajo el tema de la gobernabilidad. El programa estaba en pleno desarrollo cuando estalla el conflicto de Irak y la propia ONU constató que se truncó por causa de la invasión. (UNDP; 2004). La guerra de Irak resultó ser un lastre económico y la democracia no se expandió.

Quizás la desarticulación del neoconservadurismo, con estos dos ejes fracasados, sea el desafío mayor que deberá enfrentar Barack Omaba, mientras está bombardeado de todos lados en el plano ideológico.

En este sentido, desmarcarse del neoconservadurismo que perdió la presidencia no es fácil. Está instalado en múltiples espacios de la política, y exhibe ropaje de izquierda, como de derecha. Frente al mundo progresista que no quiere más expansionismo de cualquier orden, la tarea es contener la doctrina de supremacía que se imprime desde la óptica occidental. Si él desea que a EEUU se le observe como a un líder benigno, y no como a un poder neo- imperial, deberá dar vuelta la hoja de esta concepción.

Está la inquietud acerca de en qué magnitud y cuando, su administración comenzará a diferenciarse de la presidencia que le sirvió de llave maestra para llegar a la presidencia.

Si bien las medidas adoptadas reflejan el pragmatismo de un tecnócrata y de un político sagaz, también es un indicador de las dificultades en el cambio. Especialmente cuando en la raíz de la estructura del poder están implantadas corrientes de pensamiento orientadas a la expansión y la supremacía.

Para ello deberá contener las ambiciones de los países europeos occidentales que se cuelgan detrás de la alianza con EEUU, para prosperar en el eje de la supremacía global.

Un tema clave es si las potencias occidentales, por el factor del capital de las corporaciones transnacionales, estarán en condiciones de permitirlo especialmente cuando enfrentan una de sus peores crisis.

Desmantelar la agenda neoconservadora y su totalitarismo, implica en esencia desmantelar los principios de la supremacía que están instalados como ethos de la política. Supremacía y totalitarismo van de la mano y son antídotos contra la verdadera integración de sistemas, países o sociedades.

La batalla contra el neoconservadurismo en los países centrales que lo incubaron es muy incipiente aún, y lo que se vislumbra a través de los esfuerzos de Barack Obama y su gobierno abre la necesidad de una comprensión más global del fenómeno.

Con décadas de neoconservadurismo impregnado en los intersticios de la política mundial, el esfuerzo para desprogramar su agenda es colectivo. No se trata del uso del slogan fácil y directo. Hay que estudiarlo, comprenderlo y explicarlo para recién pensar en desprogramarlo.

No se va a extirpar fácilmente porque reside en le esencia del capitalismo, no obstante su impacto se puede contener y revertir para hacer que el presente sistema que predomina en las sociedades sea menos totalitario.

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jueves, 29 de octubre de 2009

RAUL ZIBECHI. URUGUAY: La Cultura plebeya camino del Gobierno.

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En Uruguay nunca existió una oligarquía, o sea una clase que siendo económicamente dominante sea a la vez políticamente gobernante. Ese dato crucial, hizo posible no sólo que surgiera una elite encargada de administrar la cosa pública sin relación material directa con la burguesía, sino que los de abajo tuvieran la capacidad de influir en ese sector.
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José - Pepe - Mujica. Amplio ganador de la primera vuelta. Elecciones Uruguay. Candidato del Frente Amplio. Octubre del 2009. Irá al Balotage con el candidato de la derecha.

URUGUAY: La Cultura plebeya camino del Gobierno.

El indudable fervor que recoge Mujica no deviene de un programa de gobierno. Está influido, eso sí, por la gestión de Tabaré Vázquez que, guste o no, ha realizado una gestión considerablemente mejor que los gobiernos anteriores, cuestión no demasiado difícil por cierto. En Mujica se siente reflejados los pobres de la ciudad y del campo, pero también una parte considerable de las clases medias que han trabajado duro para forjar o sostener su condición, en un período en que el ascenso social está vedado para las mayorías.



Raúl Zibechi. *


Octubre, del 2009. Tele-sur.


El más que probable triunfo de José Mujica, quien será ungido presidente en la primera o segunda vuelta, o sea entre el domingo 25 de octubre y el domingo 29 de noviembre, es de algún modo la victoria de una manera plebeya de hacer política, en un país donde la cultura de las clases medias ostenta una potente hegemonía.


A diferencia de países como Bolivia y Argentina, donde la cultura popular del abajo siempre tuvo una fuerte impronta que marcó a fuego la historia reciente, en Uruguay desde comienzos del siglo XX se impuso un modo poco estridente, pacato y medido de expresar las opiniones y movilizaciones de los sectores populares. Algunos han llamado "institucionalización" a esa cultura, en tanto otros han hecho hincapié en el predominio de una cultura política "amortiguadora" como forma de explicar las particulares configuraciones de un país donde las capas medias no sólo han sido cuantitativamente importantes, sino que pronto se convirtieron en referencia obligada para el conjunto de la sociedad. En este país, tener mucho está mal visto; mostrarlo supone un castigo social inevitable. De modo que los de arriba han sido desde hace mucho tiempo timoratos a la hora de alardear su riqueza. Y los de abajo, en contrapartida, siempre mostraron una tendencia a no considerarse como pobres sino como clases medias.


Dicho de otro modo, en Uruguay nunca existió una oligarquía, o sea una clase que siendo económicamente dominante sea a la vez políticamente gobernante. Ese dato crucial, hizo posible no sólo que surgiera una elite encargada de administrar la cosa pública sin relación material directa con la burguesía, sino que los de abajo tuvieran la capacidad de influir en ese sector. El batllismo fue la expresión política más acabada de esa estructura socio-política que diferenció al Uruguay al punto de convertirse, mas en el imaginario que en la realidad, en la Suiza de América.


José Mujica aspira a hacer batllismo desde el gobierno. O sea, a implementar modos de conciliación de clases, en la tradición de la política que impregna a todos los partidos uruguayos. Sin embargo, lo que lo diferencia del resto de los candidatos –tanto de derecha como de izquierda- es que, al decir de un político, es el político más parecido al uruguayo medio. En Mujica se siente reflejados los pobres de la ciudad y del campo, pero también una parte considerable de las clases medias que han trabajado duro para forjar o sostener su condición, en un período en que el ascenso social está vedado para las mayorías.


El indudable fervor que recoge Mujica no deviene de un programa de gobierno. Está influido, eso sí, por la gestión de Tabaré Vázquez que, guste o no, ha realizado una gestión considerablemente mejor que los gobiernos anteriores, cuestión no demasiado difícil por cierto. El apoyo a Mujica tiene una buena dosis de identificación afectiva con el candidato, lo que supone fidelidades mucho más sólidas y duraderas que los apoyos de carácter racional. Este es un primer cambio, de larga duración en la política uruguaya.


El triunfo de Mujica frente a Astori en las internas de junio, pese a que el ex ministro de Economía contaba con el apoyo de Vázquez y de los medios, fue la victoria de un estilo de hacer política, pero mirado desde la gente supuso una evidente identificación con un pasado, y un presente, de hacer política pegado a la gente. O, por lo menos, esa es la percepción de buena parte de quienes lo apoyan.


Algunos dirán "populismo", pero se equivocan. El vocablo nubla la comprensión, impide ver la realidad, la enjuicio en base a consideraciones desde arriba que suponen que el caudillo puede modelar la realidad social y cultural a su antojo. No. La irrupción de Mujica en la política uruguaya, a mediados de la década de 1990, supuso un aire fresco en un sistema que pedía a gritos algún tipo de renovación. De hecho, los principales políticos en el Uruguay pos dictadura fueron los mismos que diez o quince años antes. Cero renovación.


Por último, hay que mirar no hacia el estrado sino hacia la calle, hacia la gente, para comprender lo que está sucediendo en Uruguay. La novedad mayor de esta campaña es que las extensas estructuras políticas del Frente Amplio, cientos de comités de base que llegan a todos los barrios y todos los rincones del país, han sido neutralizadas por iniciativas espontáneas, por convocatorios a través de Internet y celulares sin pasar por las lentas y pesadas orgánicas. Los grandes actos siguieron siendo importantes, pero la novedad vino de ese tipo de convocatorias inesperadas que algunos dirigentes atentos como Mújica supieron cazar al vuelo.


Por otro lado, mirando la calle pueden verse -como siempre- una abrumadora mayoría de clases medias apoyando al candidato del Frente Amplio. Pero esas clases medias no son las mismas que fundaron la coalición de izquierda casi cuatro décadas atrás. Se empobrecieron, sus hijos y amigos emigraron, dejaron de soñar con la Suiza de América y en ganar campeonatos de fútbol. De alguna manera, se hicieron algo más plebeyas, lo suficiente como para apoyar a un candidato que encarna un modo no tan tradicional de hacer política.

*Periodista uruguayo, es docente e investigador en la Multiversidad Franciscana de América Latina

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martes, 27 de octubre de 2009

INCREIBLE, PERO LOS MISMOS PIRATAS Y GANGSTERS. Ahora dicen. ¿ Se acabó la Crisis?.

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Repetitivamente se habla de una recuperación débil que, por muchos meses más, irá acompañada de un desempleo creciente. Y no faltan quienes adviertan que incluso el alza registrada en los últimos meses en las bolsas de valores podría haber sido excesiva. En concordancia con ese ambiente de optimismo contenido, son persistentes los llamados que se hacen a fin de mantener las excepcionales medidas de estímulo económico adoptadas por los gobiernos, así como de proceder con máximo cuidado a la hora de reducirlas.
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Si se logró evitar el colapso económico en gran escala fue justo porque se sacó provecho de las enseñanzas acumuladas. Sin duda, esto resucita a John Maynard Keynes. Y a ver a qué contorsiones intelectuales recurre el neoliberalismo mundial para seguir escamoteándole su puesto como el principal economista-ideólogo del capitalismo durante el último siglo. A su lado, todos los santones del panteón neoliberal –de Friedman o Hayek a Buchanan o Becker- resultan un bonsái intelectual. Y, sin embargo, los desafíos futuros empequeñecen incluso a Keynes. Tampoco en él encuentra el capitalismo las respuestas que tanto le urgen.
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¿ SE ACABO LA CRISIS GLOBAL?.


lunes 28 de septiembre de 2009

Luis Paulino Vargas Solís (especial para ARGENPRESS.info)




Viene de meses atrás la historia de los “brotes verdes” (green shots), que presuntamente advertían acerca de la cercana superación de la recesión. A estas alturas, se da por un hecho que ya ese umbral ha sido traspuesto. Así lo afirma incluso Ben Bernanke, Presidente de la Fed estadounidense. Resulta sin embargo notable que la mayoría de las voces se expresan con cierta tímida cautela.

Repetitivamente se habla de una recuperación débil que, por muchos meses más, irá acompañada de un desempleo creciente. Y no faltan quienes adviertan que incluso el alza registrada en los últimos meses en las bolsas de valores podría haber sido excesiva. En concordancia con ese ambiente de optimismo contenido, son persistentes los llamados que se hacen a fin de mantener las excepcionales medidas de estímulo económico adoptadas por los gobiernos, así como de proceder con máximo cuidado a la hora de reducirlas. Por su parte, el vaivén de los indicadores económicos reafirma que la recuperación es endeble. Es como a modo de un enfermo que, al intentar levantarse de la cama, lo hace con paso trastabillaste, arriesgando de continúo un costalazo que podría resultarle muy doloroso.


Y, en definitiva, ¿es cierto que quedó atrás la crisis? De seguro lograron evitar una catástrofe económica que pudo haber empequeñecido la depresión de los treinta. El caso es que viene a confirmarse lo que ya uno sabía: el capitalismo es un sistema que tiene cierta relativa capacidad para aprender de sus propias fallas, y además posee ductilidad suficiente para emerger –golpeado pero aún fuerte- de sus propios excesos y desordenes. Si se logró evitar el colapso económico en gran escala fue justo porque se sacó provecho de las enseñanzas acumuladas. Sin duda, esto resucita a John Maynard Keynes. Y a ver a qué contorsiones intelectuales recurre el neoliberalismo mundial para seguir escamoteándole su puesto como el principal economista-ideólogo del capitalismo durante el último siglo. A su lado, todos los santones del panteón neoliberal –de Friedman o Hayek a Buchanan o Becker- resultan un bonsái intelectual. Y, sin embargo, los desafíos futuros empequeñecen incluso a Keynes. Tampoco en él encuentra el capitalismo las respuestas que tanto le urgen.


Es evidente que esta débil recuperación ha comprometido un esfuerzo concertado de los poderes públicos a una escala sin precedentes en la historia del capitalismo. Jamás se vio un nivel de intervención estatal tan extraordinario ni una sincronización tan precisa de gobiernos y bancos centrales de todos los países ricos. Cierto que han existido diferencias de énfasis, las cuales sintéticamente se retratan en el contraste entre la ortodoxia relativa de Merkel en Alemania, frente a las agresivísimas políticas fiscales de Obama y Brown en Estados Unidos y Gran Bretaña. En cambio, es notable la coincidencia en un punto: la masiva movilización de recursos públicos destinados a salvar a los grandes bancos transnacionales estadounidenses y europeos, justo los principales responsables del desastre.


Enormes dudas e incertidumbres ponen sordina a los vacilantes cantos de victoria que se entonan. Propongo una breve y seguramente incompleta enumeración de las preguntas y problemas no resueltos.


- Las gigantescas intervenciones públicas dejan una enorme carga fiscal para el futuro. Sin excepción, todas las potencias capitalistas principales enfrentan la perspectiva de un aumento sostenido, a lo largo de un período muy extenso, de sus deudas públicas. En orden descendente los casos más agudos son los de Japón, Italia y Estados Unidos. En principio esto debería implicar menor disponibilidad de capitales y tasas de interés más elevadas durante un período largo, consecuencias ambas poco promisorias para países que, como Costa Rica, han apostado a la ruleta de la inversión extranjera como locomotora principal de su crecimiento económico.


- Algunos bancos –destacadamente Goldman Sachs y J.P. Morgan- han sacado rico provecho del masivo subsidio público recibido, de la desaparición de muchos de sus rivales principales y de la debilidad crónica de los otros grandes bancos que sobreviven. Estos últimos –por ejemplo el Citi o el Bank of America- son ejemplo claro de bancos zombi, que mantienen apariencia de vida tan solo porque el Estado los sostiene. El caso, pues, es que, detrás de la estabilización aparente de los sistemas financieros, es muy posible que se escondan enormes huecos financieros en las contabilidades bancarias. Esa probablemente sea una de las razones por las cuales no se logra terminar de reactivar el crédito, no obstante los onerosos esfuerzos realizados por los bancos centrales, en especial la Reserva Federal estadounidense. Podríamos decir que han pateado la bola hacia adelante a la espera de que la recuperación económica permita a estos bancos salir a flote. Pero, a su vez, la debilidad de estas entidades es uno más entre los muchos frenos que restan ímpetu a la recuperación. Y si esta no es lo suficientemente vigorosa ello podría llevar a una nueva ronda de problemas financieros, especialmente en los bancos más expuestos, cosa que, eventualmente, podría revivir los fantasmas de la recesión. Hasta en la hipótesis más optimista, es improbable que los sistemas financieros estadounidense y británico (y, en menor grado, el europeo continental) logren “sanearse” satisfactoriamente, excepto en un extenso período, quizá de cinco a diez años. Ello mantendrá vigente por largo tiempo un peso muerto que inevitablemente frenará la economía.


- El desempleo configura un panorama sombrío que se cierne sobre todas las economías capitalistas avanzadas. Resulta ciertamente paradójico aseverar que la recesión ha sido superada, cuando al mismo tiempo se siguen destruyendo millones de empleos. En lo social y político ello augura mayor descontento e, incluso, agudizados conflictos. En lo económico, esa es otra ancla que frena la recuperación y deja sembrada, en combinación con otros factores negativos, la posibilidad de una recaída en la recesión.


- El fuerte endeudamiento de las familias trabajadoras y de estratos medios –especialmente agudos en Estados Unidos- se combina con el elevado desempleo y la segura escasez relativa de créditos, todo lo cual permite anticipar una corrección a la baja de los niveles de consumo que seguramente será un fenómeno persistente a lo largo de un período de unos cinco a diez años. Estados Unidos ya no será más la locomotora que arrastra la demanda a nivel mundial, lo cual tendrá duras consecuencias para los países exportadores, desde China, Alemania y Japón hasta las corrongas “mini-potencias” exportadoras tipo Costa Rica. A la India de seguro le irá mejor, justo porque su mercado interno sigue siendo la base de su economía.


- La crisis ha puesto en evidencia que la estabilidad sistémica del capitalismo demanda con urgencia el restablecimiento de regulaciones de los sistemas financieros, apropiadas de acuerdo a las actuales condiciones de integración global de las finanzas. Un año después del colapso de Lehman Brothers el asunto sigue constreñido al puro ejercicio retórico. El peso de los intereses implicados, torna improbable que se de ninguna modificación sustantiva en esa materia. En tal caso, es fácil anticipar que a mediano y largo plazo emergerán nuevas burbujas especulativas, las cuales ocasionarán nuevos episodios de inestabilidad y recesión, alguno de los cuales podrían empequeñecer el que hemos vivido en el período reciente. Se reconoce que hoy mismo hay algunas burbujas relativamente localizadas –por ejemplo en China- que podrían derrumbarse próximamente. El dólar –en su papel dual como moneda nacional estadounidense y divisa universal- es en sí mismo una suerte de inmensa burbuja planetaria, la cual se sostiene gracias al terror que a todo mundo –desde chinos y alemanes a japoneses y gringos- infunde las consecuencias catastróficas que tendría su derrumbe. En general, este capitalismo en fase de decadencia, parece estar marcado por el signo de la más aguda inestabilidad y no muestra capacidad para salir de ese círculo autodestructivo.


Queda por delante un camino muy escabroso. La intervención pública, en escala sin precedentes, no logró impedir la recesión más aguda de los últimos 70 años, pero si previno la debacle total. Quedan planteados desafíos colosales. La economía ha rebotado tímidamente hacia arriba y los sistemas financieros dan signos de fragilísima estabilidad, en ambos casos gracias a la gigantesca intervención pública. Pero ni el crédito ha recuperado una relativa normalidad ni el consumo de la gente podrá fácilmente volver a sus antiguos niveles, mucho menos en tanto persista un alto desempleo. La economía aún está lejos de caminar por sí misma. Sigue necesitando de inmensas muletas estatales. O sea, el riesgo del retroceso hacia la recesión conserva plena vigencia.


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lunes, 26 de octubre de 2009

ARGENTINA: Pobreza y Clientelismo. Nueva fuente de "poder" del parasitismo político en América Latina.

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La demagogia, la mentira, la farsa, el engaño, la corrupción en general, presentada por un "excelente" discurso seudo-humanista, lleno de sacrificio, entrega personal - que al final sólo se ha convertido en una Gran Alcancía - como funcionarios corruptos, políticos mentirosos y farsantes, seudo-religiosos, avaros y codiciosos empresarios, propietarios corruptos de la Gran Prensa, falsos directores de algunas ONGs han transformado la supuesta lucha, para "erradicar", "disminuir", "aliviar" la pobreza, en una gran fuente de poder, corrupción y riqueza. Claro, mirenlos sueltos en la Plaza Pública, el "discurso" democrático que utilizan para envenenar un proceso que debe ser conducido con honestidad, honradez y dignidad. ¿ Cuanta falta nos hace el sistema de valores - personales y sociales - destruidos por el neoliberslismo?.
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Si sumaramos, con rendición de cuentas, dignidad y honradez - los miles de millones, billones de dólares, que se han invertido en la lucha contra la pobreza, creemos, que mejores resultados, - hubiera sido más humano y digno - si se les entregara directamente a cada "Pobre", seguramente les habría "pertenecido", "algunos miles de dólares" y su situación habría comenzado a mejorar, con el compromiso, la confianza de trabajar, de rescatar, revalorar el conjunto de sus condiciones endógenas - desarrollo local, con visión territorial y perspectiva global - de reencontrar nuestra América, en un mundo Nuevo.
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Funcionarios de Instituciones supranacionales, Políticos nacionales de "todo pelaje", Empresarios conservadores, propietarios corruptos de la "Gran Prensa", Religiosos sin dignidad, Agentes y Directores de algunas ONGs, han encontrado en la supuesta lucha contra la pobreza, con demagogia, oportunismo y engaño su "nueva" fuente de "Poder" y riqueza.
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ARGENTINA: Pobreza y Clientelismo.


Viernes 23 de octubre de 2009.


Salvador María Lozada (especial para ARGENPRESS.info)


La necesidad de combatir la creciente pobreza en la Argentina ha movilizado a la oposición a fin de evitar que este objetivo sea frustrado y pervertido por las conocidas prácticas clientelistas. A ellas acuden asiduamente los gobernantes en su afán obsesivo por contradecir a George Bernard Shaw, quien urgía cambiar frecuentemente de políticos en el poder y de pañales a los niños, en ambos casos por las mismas razones tan obvias como fétidas.


Dice la información que el Acuerdo Cívico y Social y el Proyecto Sur pugnan, con razón a mi juicio, para que la asignación propuesta para esa lucha sea universal, es decir, deba alcanzar a todos los niños, más allá de la condición económica de sus padres, sosteniendo que la universalización del beneficio impedirá las prácticas clientelistas del Gobierno. No es la primera vez, por cierto, que el asunto del clientelismo sale a la luz. No hace mucho la Cámara Nacional Electoral produjo una sentencia que enfrentó esta distorsión de la democracia y suscitó diversos comentarios.


En uno de ellos recordaba yo que en estos años últimos del posperonismo se ha ha ido acentuando la tentación clientelista. Antes que los cambios drásticos en la distribución de la renta, antes que la restauración de la soberanía sobre los recursos estructurales de la economía, antes que modificar la tendencia neoliberal al crecimiento con altísima desigualdad, se ha ido imponiendo y se sigue imponiendo como desideratum político la mera permanencia en el poder a través del reparto sistemático de bienes en las instancias electorales. Bienes obviamente adquiridos con los recursos del Estado, esto es con el dinero de los contribuyentes. Y hecho a través de una trama compleja y eficiente de caudillos, caudillitos, punteros y punteritos. La eficiencia aludida resulta demostrada por un hecho elocuente. Allí donde hay intensas pobreza y desempleo, marginación y analfabetismo, como en algunas provincias o en partes de éstas, esa técnica clientelista permite, con alguna rara excepción, ganar las elecciones. En la Capital Federal, donde los bolsones de pobreza son más reducidos y hay una mayoritaria clase media independiente de la asistencia prebendaria del partido gobernante, sus candidatos no son los primeros ni los segundos ni siquiera los terceros a la hora de contar los votos.

Clientelismo de segundo grado.


Esa trama eficiente de dominación clientelista sobre las mayorías empobrecidas, desempleadas, y analfabetas o desalfabetizadas de las provincias está al alcance del gobierno de turno, es decir pertenece al Partido Único del Poder, quien la expropia con facilidad al grupo gobernante anterior, si lo hubiera habido, mediante el uso precisamente de la misma materia prima, el dinero público, a través de una suerte de clientelismo de segundo grado. Allí están los mil y un intendentes, concejales, diputados y senadores y sus desvergonzadas e interminables legiones nepotistas, las parentelas parasitarias, los “ñoquis” inextinguibles, los beneficiarios numerosos de sinecuras y canonjías burocráticas y legislativas. Todos ellos con “lealtades” tan irrisorias como transferibles, casi automáticamente actualizadas, puestas al día y al mejor postor, rápidamente endosadas al nuevo tenedor ocasional. Por otra parte, la ostentosa, y hasta jactanciosa, captación de un legislador más, en el esperpéntico, aunque paradigmático, caso “Borocotó”, ha producido una situación límite de mutabilidad, una suerte de apoteosis del oportunismo que parece una tardía invasión del realismo mágico literario sobre el campo de la política partidocrática, junto a un espectáculo degradante de saltimbanquismo politico-circense.


Es la plásticidad extrema, en el más amplio sentido de la palabra, la flexibilidad total, de la clase política del Partido Único del Poder. Sus miembros son como bienes fungibles en manos de quienes pueden, preferentemente en las proximidades electorales, realizar unas formas típicas del abuso de poder.




Entretenimiento de la pobreza y lumpenproletariat.


El clientelismo necesita de la pobreza. No osaría llevar adelante políticas que produjeran la reducción significativa de ella. Sería una conducta autodestructiva. No ataca a la pobreza. La mantiene y la perpetúa. Es un entretenimiento ilimitado de la pobreza. Requiere la pasividad, la abulia y la inferiorización del indigente al que años de penuria le han quitado energías y estímulos para reaccionar activa, altiva, productiva o creativamente. El clientelismo es perfectamente complementario a la existencia de un vasto Lupenproletariat.


Como se sabe, este concepto fue introducido por Marx y Engels en la obra conjunta La Ideología Alemana, de 1845, y usado por el primero en El Dieciocho de Brumario de Luis Bonaparte, de 1852, para referirse al segmento del proletariado que se comporta de un modo improductivo y regresivo, aliado implícito de los sectores dominantes, y es desperdicio o rezago de todas las clases productivas, como expresa en esta última obra. En último análisis, transpuesto al presente, es la marginalidad social dependiente para su subsistencia del asistencialismo gubernamental.

Es que en nuestros días el clientelismo no se limita a usufructuar el lumpen proletariat existente. Es promotor de nuevos acopios de lo mismo. El clientelismo que aprovecha del lumpen es asimismo generador de más de esa misma sustancia. El clientelismo es en si mismo lumpenizador, difunde marginalidad, la acrecienta y la aprovecha.

Nadie podía imaginar a mediados del siglo XIX que esa marginalidad , la pobreza y el desempleo sin horizonte podía constituir una parte decisiva de la población electoral. Dicho de otro modo que el tamaño del “margen” fuera mayor que el “centro” del espacio social. Es el producto de las políticas neoliberales que en lo sustancial no se quieren cambiar, como no cambian tampoco los servicios públicos privatizados, algunos subsidiados “generosamente”, la enajenación de Y.P.F., el trato privilegiado y reverencial al Fondo Monetario, la minería expoliadora y contaminante y el menemismo estructural y residual que nadie cercano al poder se atreve a cuestionar y menos a aun a modificar. Antes bien, el futuro inmediato le propone a los argentinos una repsolización también del petróleo de la plataforma continental. Esta vez a través del nada sorprendente artilugio de Enarsa u otros “socios” petroleros del poder, para decirlo con candor o con ironía.

Aunque la economía creciera, lo cual ahora para nada ocurre, es preciso afirmar que sigue en la Argentina, como en los años 90, una concepción de ese crecimiento, un tipo o índole de enriquecimiento, que incluye muy centralmente la acentuación de los desniveles entre sectores y consiguientemente una marcada injusticia social. Es lo que demuestra múltiples estudios por demás conocidos. No se puede dudar que si se volviera a ese proceso de crecimiento el mismo no resolvería sino que produciría la expansión de la desigualdad distributiva.

Compra de votos.

La sentencia aludida del Tribunal Electoral recuerda que “las prácticas clientelares –entre las que se encuentra la denominada ‘compra de votos’- conspiran precisamente contra la expresión de la libre voluntad que constituye un presupuesto indispensable del ejercicio del sufragio” (1) También señala que “el concepto general de clientelismo político esta acotado en nuestra sociedad a una mera permuta de favores entre jefes partidarios y potenciales electores provenientes en su mayoría de clases bajas y desamparadas. Sin embargo, la lógica del poder que responde a su raíz profunda va mas allá de un simple intercambio de mercaderías por votos. El esquema desplegado es mucho más complejo y aquel es, en ultima instancia, el resultante final de una larga cadena” (2) Recuerda asimismo que "la compra de votos" … se presenta entonces como la practica típica del clientelismo político- electoral, pues - aun cuando aquella puede presentarse como fenómeno autónomo - este constituye su contexto natural. En efecto, ésta ha sido definida como el mecanismo en el que los votantes son ‘ sobornados’ para que se comprometan a un particular y determinado comportamiento electoral” (3).


Se trataba de una denuncia por prácticas de adulteración electoral en las elecciones internas de un partido político, que la juez federal electoral de la Capital había desestimado, y que la Cámara electoral le ordenaba continuar investigando. Este tribunal está integrado por los jueces: Rodolfo E. Munné, Alberto Ricardo Dalla Vía, y Santiago H. Corcuera.

Sin perjuicio ni desmedro de esa excelente sentencia de la Cámara Nacional Electoral, en el estado actual de las cosas, no se pueden alentar expectativas sobre una corrección judicial del clientelismo. La referida cámara actúa como tribunal de apelaciones respecto de las decisiones de los jueces electorales de primera instancia, quienes, como se sabe, son hijos notorios del poder, y tienden a consolidar la técnica del hecho consumado y del dejar hacer. Por otro lado, el matonismo prelectoral, sobre todo en los sectores más desfavorecidos de la sociedad, aleja la posibilidad de denuncias oportunas y documentadas de las conductas clientelistas.

Reforma.

Para que pueda funcionar un control judicial del clientelismo, hace falta una reforma drástica de la justicia electoral.

No es que falten normas, tanto en el derecho comparado como en la legislación local, como lo señalan los jueces del tribunal cuya sentencia mencionamos.

Es en el momento de la vigilancia inmediata, de la comprobación oportuna, de la aplicación efectiva y circunstanciada de esas normas, –del “enforcement” de los anglosajones-, donde se produce el inmenso charco sobre la que bogan los usos y abusos destructores de la autenticidad electoral.

Esa reforma implicaría algunos elementos que parecen esenciales. Por un lado, la justicia electoral. Los jueces con competencia en la materia deben ser designados a través de un procedimiento que de ningún modo incluya miembros de la clase política. Ni representantes del ejecutivo, ni de las cámaras legislativas, cuyas mayorías son prolongación automática de la voluntad de aquel, debieran integrar el Consejo de la Magistratura en ocasión de tratar esas designaciones.

Por otra parte, a los de primera instancia es necesario dotarlos de unas facultades muy precisas y amplias para controlar sobre el terreno, las etapas preelectorales desde el mismo comienzo de estas. Lo cual no se podrá practicar sin otorgarles el auxilio de una también amplia dotación de veedores judiciales, competentes, decididos, y comprometidos con el bien público, capaces de comprobar y documentar, -sin prescindir de los modernos elementos audiovisuales-, las infracciones a las normas represivas de la compra o permuta de votos a cambio de bienes de toda especie, lo cual en la última elección ha avanzado hasta los electrodomésticos de un costo considerable. Sería decisivo que una institución prestigiosa como la Federación Argentina de Colegios de Abogados quedara asociada por ley a esta tarea, y fuera ella la que en cada rincón del país asumiera la responsabilidad de proponer a los jueces electorales la designación de esos veedores con amplias facultades para realizar todos los actos probatorios de las conductas de falseamiento electoral. También debe protegerse de represalias a quienes denuncian esas prácticas, mediante los mecanismos procesales conocidos que ayudan a la preservación de algunos testigos.


Otra demorada reforma.


Lo dicho antes tal vez pueda resultar insuficiente si no se encara de una vez la tan postergada, y obviamente tan temida, reforma política. O si esa reforma política es bastardeada y sirve expresamente para la adulteración de la veracidad electoral, lo cual no es un riesgo remoto dado el estado de complicidad profunda de las mayorías legislativas y el auge de la “borocotización”.

Un aspecto de esta debe crear mecanismo que hagan a la rectitud cívica, a la decencia ciudadana, y a la transparencia efectiva de los partidos, sus elecciones internas y la confección cuidadosa de sus listas electorales. Y es importante que esta reforma avance sobre un aspecto decisivo del clientelismo. Este sería mucha más difícil si la formulación del presupuesto nacional y de los presupuestos provinciales, y sobre todo su ejecución, fueran tales que el uso de los dineros públicos para comprar votos o conciencias tendiera a ser muy difícil, o muy arriesgado ante severas normas represivas. Los actuales presupuestos con partidas difusas, de una gran generalidad, o partidas de una dimensión exorbitante, como las que recibe la S.I.D.E., y la total falta de control parlamentario sobre la conducta del poder ejecutivo en el uso de esas partidas, por la existencia de esas mayorías legislativas servilmente adictas, son fuentes precisas del clientelismo, con la consecuencia de una democracia que tiende peligrosamente a perder, no solo legitimidad de ejercicio, sino también, legitimidad de origen.

Notas:
1) Fallo del 10-11-05 de la Cámara Nacional Electoral en la causa: "Hectór T. Polino y otros por la Lista N º 1 "Conducción Socialista" del Partido Socialista distrito Cap.Fed.. s/queja" (Expte. N° 4058/05 CNE) CAPITAL FEDERAL, FALLO Nº 3605/2005
2) idem
3) idem

Salvador María Lozada es Presidente Honorario, Asociación Internacional de Derecho Constitucional.
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sábado, 24 de octubre de 2009

ASAMBLEA de NACIONES UNIDAS: CUBA, Fin de "Un bloqueo contra la Humanidad".

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Se trata de un bloqueo no sólo ilegítimo a la luz de los más elevados valores de la civilización sino profundamente ilegal, diseñado para poner a Cuba de rodillas provocando hambre, enfermedades y desesperación en la población. En suma: se reitera la bárbara política de sitiar a una ciudad indefensa provocando entre sus pobladores toda suerte de privaciones e infortunios con la esperanza de debilitar su resistencia o precipitar una insurrección generalizada contra sus legítimas autoridades. Política cruel e inhumana, si las hay, que el imperio aplica sola y exclusivamente contra Cuba actualizando su antigua y enfermiza obsesión de querer apoderarse de esa isla, aún a costa de violar mil veces el derecho internacional y pisotear las más elevadas normas éticas que definen la convivencia civilizada de pueblos y naciones.
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Un bloqueo contra la humanidad.


Dr. Atilio A. Boron. Politólogo Argentino.

Rebelión



El próximo 28 de Octubre la Asamblea General de las Naciones Unidas someterá una vez más a votación una resolución requiriendo del gobierno de Estados Unidos poner fin el bloqueo decretado contra Cuba a partir de 1961. Tal como ocurriera desde 1991 hasta la fecha esa resolución será aprobada casi por unanimidad, ratificando la condena de la comunidad internacional a Estados Unidos y la tremenda soledad en que se debate Washington por causa de una política que no sólo castiga brutalmente al pueblo cubano, sino que también constituye una amenaza para la humanidad en su conjunto.


Conscientes de su naturaleza violatoria de las más elementales normas del derecho internacional y de los derechos humanos, los publicistas del imperio y sus voceros locales han librado, como en tantas otras ocasiones, una pertinaz batalla semántica dirigida a confundir y engañar a la opinión pública mundial. Para ello recurren a un eufemismo: hablan de “embargo” y lo presentan como si fuera un asunto apenas comercial. Ocultan de ese modo que se trata de un bloqueo integral: económico, comercial, financiero y tecnológico, pero también internacional (al penalizar a las empresas de terceros países que comercien con Cuba y obstaculizar las relaciones diplomáticas de este país con el resto del mundo); informático (al impedir el acceso de los cubanos a banda ancha e Internet de alta velocidad); social (al imposibilitar o dificultar el reencuentro de las familias cubanas separadas por la emigración) y cultural, al impedir la libre circulación de artistas, escritores, intelectuales y científicos entre Cuba y Estados Unidos.


Se trata de un bloqueo no sólo ilegítimo a la luz de los más elevados valores de la civilización sino profundamente ilegal, diseñado para poner a Cuba de rodillas provocando hambre, enfermedades y desesperación en la población. En suma: se reitera la bárbara política de sitiar a una ciudad indefensa provocando entre sus pobladores toda suerte de privaciones e infortunios con la esperanza de debilitar su resistencia o precipitar una insurrección generalizada contra sus legítimas autoridades. Política cruel e inhumana, si las hay, que el imperio aplica sola y exclusivamente contra Cuba actualizando su antigua y enfermiza obsesión de querer apoderarse de esa isla, aún a costa de violar mil veces el derecho internacional y pisotear las más elevadas normas éticas que definen la convivencia civilizada de pueblos y naciones.
No existen antecedentes en la historia universal de algo lejanamente parecido al bloqueo contra Cuba, sostenido por Estados Unidos ininterrumpidamente a lo largo de 49 años. Nada siquiera remotamente semejante ha sido aplicado por Washington en contra de numerosos países que, por una u otra razón, mantienen (o tuvieron) serios diferendos con Estados Unidos: no lo hizo por obvias razones con la Unión Soviética y con China, pero tampoco con Vietnam, ni con la Libia de Kadhafi (aún luego de la voladura del vuelo Pan American 103, en Lockerbee, que mató a sus 259 ocupantes y 11 más al caer sobre tierra firme), ni con Corea del Norte, ni con Irán ni con ningún otro país. Sólo con Cuba, que de dulce sueño colonial pasó a ser, gracias a la gloriosa gesta emancipadora del 26 de Julio, dolorosa pesadilla que día y noche agita el sueño de los imperialistas.


Ofuscado por su patológica ambición de apropiarse de una isla irredenta que consideran suya, Estados Unidos incumple la Resolución 63/7, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 29 de octubre de 2008, cuando 185 estados miembros votaron a favor del inmediato levantamiento del bloqueo.2 No sólo la administración de George W. Bush hizo caso omiso de la recomendación emitida por la Asamblea General de la ONU, sino que su sucesor -¡nada menos que el actual Premio Nóbel de la Paz!- ha continuado con esa misma política al mantener en vigor las leyes, disposiciones y prácticas administrativas que sirven de sustento al bloqueo.


En efecto, nada se ha hecho, o siquiera se ha dicho, en relación a las leyes de “Comercio con el Enemigo” o de “Asistencia Exterior” que fueron las primeras piezas de legislación con las cuales se dio inició al bloqueo de Cuba. O de la “Ley de Administración de las Exportaciones” para ni hablar, ya que aludíamos a los eufemismos, de la “Ley para la Democracia Cubana”, más conocida como Ley Torricelli. Esta infame pieza legislativa fue promulgada por Bush padre en 1992 y gracias a ella Washington fue autorizado a reforzar las medidas económicas contra la isla, otorgando además sustento normativo a la extraterritorialidad del bloqueo, dado que dicha legislación prohíbe a compañías subsidiarias norteamericanas radicadas en el exterior realizar transacciones con Cuba o con nacionales cubanos, y a los barcos de terceros países que hubieran tocado puertos cubanos entrar a territorio norteamericano durante los 180 días siguientes, entre varias otras restricciones.


Párrafo aparte merece la también eufemísticamente denominada “Ley para la Solidaridad Democrática y la Libertad Cubana”, mejor conocida como la Ley Helms-Burton. Promulgada por Bill Clinton en Marzo de 1996, tiene por objeto extender el ámbito extraterritorial del bloqueo y colocar más trabas que dificulten las inversiones extranjeras en Cuba. La ley limita asimismo las prerrogativas de la Casa Blanca para suspender esa política al paso que establece la posibilidad de presentar demandas en los tribunales de Estados Unidos en contra de los directivos de empresas extranjeras (o sus familiares ) que inviertan en las empresas “confiscadas” por la revolución cubana.


Con estos antecedentes a la vista es evidente que el inocente “embargo” constituye un acto criminal: atendiendo a lo estipulado en el inciso “c” del artículo II de la “ Convención de Ginebra de 1948 para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio ” el bloqueo califica como un genocidio. Si además se considera la “ Declaración Relativa al Derecho de la Guerra Marítima” (adoptada por la Conferencia Naval de Londres en 1909), el bloqueo estadounidense contra Cuba constituye un acto de guerra económica. En consecuencia: no se trata de un “embargo” sino de un conjunto de disposiciones y políticas que la legalidad internacional tipifica como genocidas y criminales. Por eso la condena al bloqueo es algo que no sólo concierne a los cubanos, sino que preocupa, y mucho, a la comunidad internacional. La pretensión de otorgarle extraterritorialidad a la legislación norteamericana, tan prepotente como absurda, es una amenaza a la paz mundial y un vicioso ataque a la autodeterminación y la soberanía nacionales de pueblos y estados. En línea con esta política la Casa Blanca ha penalizado a numerosas empresas norteamericanas y europeas por realizar transacciones comerciales con Cuba. A raíz de eso pacientes cubanos o de otros países que son atendidos en los centros médicos de la isla no pueden acceder a nuevos instrumentos de diagnóstico, tecnologías y medicamentos porque aún si son producidos (o se encuentren disponibles) en terceros países, las leyes del bloqueo prohíben que sean vendidos o transferidos a Cuba si sus componentes o programas, aunque sea en mínima parte, son originarios de los Estados Unidos.


Desde el punto de vista económico el bloqueo ha causado un enorme daño a Cuba. Cálculos muy conservadores (que subestiman su verdadero impacto) revelan que en términos del valor actual del dólar su monto ascendería a algo más de 236 mil millones de dólares. Esta suma es astronómica si se tiene en cuenta el tamaño de la economía cubana. No sólo eso: también es muy significativa por sí misma puesto que equivale aproximadamente al doble de las erogaciones ocasionadas por el Plan Marshall que Estados Unidos desembolsó para financiar la recuperación de Europa en los años de la posguerra.3 Esa cifra no incluye los daños directos ocasionados por los sabotajes y actos terroristas alentados, organizados y financiados desde los Estados Unidos.


Conociendo los grandes adelantos que la revolución cubana obtuvo en terrenos como la salud, la cultura y la educación, es fácil imaginar todo lo que podría haber logrado si no hubiera tenido que lidiar con la tremenda hemorragia económica y financiera generada por el bloqueo. Pero ese era justamente el objetivo que se había propuesto el imperialismo: aplicar esa política para demostrar la inviabilidad de una vía no capitalista de desarrollo y la insanable “ineficiencia” de la planificación socialista y, de ese modo, provocar toda suerte de padecimientos y sufrimientos en la población.


En sus alucinaciones los estrategas del imperialismo confiaban en que tales privaciones desencadenarían el tan ansiado “cambio de régimen” en Cuba. La historia se encargó de refutar tales expectativas. Esta misma pretensión desestabilizadora e insanablemente antidemocrática la encontramos en la decisión tomada por el presidente Richard Nixon la misma noche en que Salvador Allende obtenía la primera mayoría en las elecciones presidenciales de Chile en 1970: hacer fracasar a la economía chilena para luego, sobre la frustración y el resentimiento que esto produciría, crear las condiciones que prepararían el camino hacia el golpe militar de 1973.

¿Ha cambiado algo desde el advenimiento de Obama a la Casa Blanca? Muy poco. No se ignora que la nueva administración ha introducido una módica flexibilización en el bloqueo, pero esas medidas sólo modifican algunos aspectos marginales que no cambian el fondo de la cuestión. No obstante, se lanzó una fuerte campaña propagandística tratando de presentar a Obama como el mentor de una nueva política superadora del nefasto legado de los diez presidentes norteamericanos que le precedieron.4 Pero, de hecho, las innovaciones introducidas se limitaron a lo siguiente:


Eliminar las restricciones a las visitas familiares -con un límite hasta el tercer grado de consanguinidad- de los cubanos residentes en Estados Unidos.


Hacer lo propio con las restricciones al envío de remesas de los cubano-americanos a sus familiares en Cuba -siempre con un límite hasta el tercer grado de consanguinidad- y excluyendo a los miembros del Gobierno de Cuba y del Partido Comunista de Cuba.

Ampliar el rango de artículos que pueden ser enviados como regalos.

Otorgar licencias para que empresas norteamericanas amplíen determinadas operaciones de telecomunicaciones con Cuba.


En suma, se trata de iniciativas que si bien reparan en parte una grave injusticia, al devolver a los cubanos residentes en los Estados Unidos su derecho de visitar a sus familiares en Cuba -el que les fuera arrebatado por el gobierno de George W. Bush- son insuficientes y de alcance muy limitado, puesto que no van más allá de la intención de retornar a la situación existente en el año 2004, cuando ya el bloqueo económico estaba en pleno vigor y aplicación.

Por otra parte, y a pesar de que se derogan totalmente las limitaciones a la frecuencia y duración de las visitas arriba mencionadas y de que se incrementa el límite de gastos diarios en que pueden incurrir los visitantes, se mantiene la prohibición de viajar a cubanos residentes en los Estados Unidos que no tengan familiares en Cuba y el insólito atropello al derecho de los ciudadanos norteamericanos de viajar libremente a Cuba, único país del mundo al que su gobierno les impide visitar.

¿Qué se puede esperar de Obama? Lamentablemente poco o nada, y no sólo en el tema del bloqueo sino en las más diversas áreas de las políticas públicas. La razón, expuesta detalladamente en el libro ya citado, es que el actual inquilino de la Casa Blanca sólo controla las palancas marginales del aparato estatal norteamericano. El poder del estado descansa fuertemente en manos del “gobierno permanente” de Estados Unidos, ese entramado que en su formato incipiente mereciera la grave advertencia del presidente Dwight Eisenhower al denunciar, en su discurso de despedida, el ominoso papel que ya estaba desempeñando lo que denominara “complejo militar-industrial.” En nuestros días ese complejo ha crecido de una manera extraordinaria, a un grado tal que no era siquiera imaginable o pensable hace medio siglo atrás.


No sólo creció en términos de su gravitación cuantitativa; cualitativamente perfeccionó el grado de articulación entre los diferentes miembros de la alianza y su capacidad de determinar las políticas públicas no sólo dentro de Estados Unidos sino, mediante sus aliados, a lo largo y ancho del imperio En todo caso, las declaraciones del Vice de Obama, Joe Biden, en la así llamada “Cumbre de líderes progresistas” celebrada en Santiago en Marzo del 2009 no permite alimentar demasiadas expectativas: en esa ocasión Biden aseguró que “EEUU mantendrá el bloqueo como herramienta de presión contra Cuba”. Sus palabras no fueron desmentidas ni por la Casa Blanca ni por el Departamento de Estado.


Tiene toda la razón el gobierno cubano cuando señala que “el bloqueo viola el Derecho Internacional. Es contrario a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas. Constituye una transgresión al derecho a la paz, el desarrollo y la seguridad de un Estado soberano. Es, en su esencia y sus objetivos, un acto de agresión unilateral y una amenaza permanente contra la estabilidad de un país. Constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos de todo un pueblo. Viola también los derechos constitucionales del pueblo norteamericano, al quebrantar su libertad de viajar a Cuba. Viola, además, los derechos soberanos de muchos otros Estados por su carácter extraterritorial.”5


No sólo Cuba reclama el fin del bloqueo. La abrumadora mayoría de los países apoyan su petición. Sin embargo, pese a las anunciadas promesas de iniciar una “nueva política” hacia Cuba y América Latina la administración Obama no ha dado indicio alguno de pretender levantar el bloqueo. Esto actualiza la pregunta que el presidente Chávez formulara en al marco de la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas: ¿cuál es el verdadero Obama? ¿El que dice frases bonitas o el que convalida el golpe de estado en Honduras? Agregaríamos: ¿el que quiere promover el multilateralismo y refundar sobre nuevas bases las relaciones de Estados Unidos con América Latina o el que persiste en sostener el bloqueo a Cuba? Hasta ahora el veredicto de la historia dice que el segundo. No se descarta que pueda cambiar, aunque cada vez parece menos probable. El paso del tiempo juega en su contra.
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1 Sobre los múltiples perjuicios ocasionados por el bloqueo en las más diversas áreas de la vida social, económica y cultural de Cuba véase el muy documentado “Informe de Cuba sobre la resolución 63/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas”, en http://embacuba.cubaminrex.cu/Default.aspx?tabid=11013.

2 Por cierto, no es la única resolución que Washington ignora. Para un examen detallado de este asunto ver Atilio A. Boron y Andrea Vlahusic, El lado oscuro del imperio. La violación de los derechos humanos por Estados Unidos (Buenos Aires: Ediciones Luxemburg, 2009).

3 Según estimación realizada por el economista argentino Alex Kicillof, “El Plan Marshall estuvo en la base de la Unión Europea”, Página/12, 21 de Junio de 2007. http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/subnotas/6707-2229-2007-06-21.html


4 En realidad, no todos ellos tuvieron la misma actitud. En una de sus reflexiones el Comandante Fidel Castro Ruz sostuvo que “De los Presidentes de Estados Unidos y los aspirantes a ese cargo, solo conocí uno que por motivos ético-religiosos no fue cómplice del brutal terrorismo contra Cuba: James Carter. Esto supone, desde luego, otro Presidente que prohibió el empleo de funcionarios de Estados Unidos para asesinar a dirigentes cubanos. Se trata de Gerald Ford, que sustituyó a Nixon después del escándalo de Watergate.” En Septiembre de 1977 Carter abrió la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana. Cf. Fidel Castro Ruz, “La sumisión a la política imperial”, 27 de Agosto del 2007.
http://www.granma.cubaweb.cu/secciones/reflexiones/esp-045.html

5 Ver el “Informe de Cuba sobre la resolución 63/7 de la Asamblea General de las Naciones Unidas”, ya citado en este trabajo.
http://www.atilioboron.com/

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

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