lunes, 4 de octubre de 2010

AMERICA LATINA: Tiempos políticos de Reformismo o Socialismo. Perú: El poder emergente de los pueblos del Perú Profundo.

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Cuidado, con la oposición política de la derecha ultraconservadora, que aprovecha los mínimos espacios sociales o políticos dejados muchas veces sueltos o considerados de menor importancia. El poder económico y social utiliza para su mejor servicio o interés de clase, poder que se fortalece a través de los medios de comunicación y en ningún momento renuncian a su importancia mediática, manipulación pública y su comprobado servicio, unidad o alianza estratégica con los poderes fácticos en el mundo globalizado.
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“Para todos los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión”.
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AMERICA LATINA: Tiempos políticos de Reformismo o Socialismo.

PERU: El poder emergente de los pueblos del Perú Profundo.

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Pablo Raúl Fernández Llerena.

Dr. en Sociología. Politólogo. MS.c. en Comunicación.

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América Latina, hoy tras el desastre, drama y miedo originado por las tres crisis globales – económica-financiera, cambio climático global, crisis hídrica mundial y crisis de la confianza – comienza a nacer una nueva esperanza, nuevas ilusiones y utopías, aún con mucha duda y desconfianza, comenzamos a ingresar a un nuevo escenario sumamente complejo, polarizado, escenario de grandes definiciones y realizaciones políticas: el “Cambio de Época” o contexto mundial, cambio radical de paradigmas globales, amplias avenidas políticas de doble pista por donde caminaremos ahora y en el futuro; una pista, aún sigue marcando la barbarie, la explotación, las nuevas formas de esclavitud asalariada y la otra, la paralela, en el horizonte, donde aparecen luces de esperanza, de una democracia participativa, dialogante para todos y todas, de nuevos días, ilusiones y utopías que nos pertenecen, luces de un nuevo amanecer, de un “nuevo” Socialismo del siglo XXI, pleno de humanismo en toda nuestra América.

Más allá de la barbarie neoliberal ya conocida, violenta, corrupta, que destruye y liquida al ser humano, y la otra, por donde comienza abrirse después de varias décadas de miseria, hambre, desigualdad, pobreza, desempleo, desnutrición, liquidación de los derechos sociales, un inmenso avenida con un floreciente jardín de flores, flores renovadas, de otros colores, muy juveniles, jardín de nuevos terrenos, amplios, muy productivos múltiples – sociales, políticos, culturales, ambientales –jardín donde comienza a nacer nuevas ilusiones, nuevas esperanzas por un mundo mejor, que si es posible, un mundo socialista y humanista.

Un “Nuevo Socialismo del siglo XXI”, lleno de humanismo, pleno de gente de nuestro pueblo y comunidades originarias e históricas, donde el orientador de esa inmensa y floreciente avenida es un nuevo Reloj, cuyas manecillas marcan y señalan hacia una nueva izquierda democrática, social, ética, moral, participativa, solidaria, dialogante, intercultural, cívica y profundamente descentralizada y muy comprometida con un nuevo proceso de integración regional continental.

Procesos políticos internos en Brasil – elecciones nacionales, propuestas, programas de gobierno, expresan que es prohibida la palabra derecha – efectivamente territorios convulsos, emergentes político-social-cultural-ambiental donde se han definido corrientes políticas entre la social-democracia, social cristianos, socialistas y ambientalistas, concentra a más del 90% de una población de cerca de 200 millones, políticas que han salido victoriosas y que en definitiva irán a una segunda vuelta electoral;

Mientras tanto, visualizamos la política hoy en nuestro territorio nacional, Perú, la derecha política, embravecida con el hegemonismo político neoliberal y supuestos triunfos y reconocimientos, por:

*- su crecimiento macro-económico, sin calidad, con desigualdad y desempleo,
*- institucionalidad precaria, severamente aquejada y dominada por la corrupción generalizada,

*- Una crisis general de representación política, baja credibilidad pública, descontento social con el sistema democrático, profunda y cuestionada legitimidad desde la opinión pública,
*- Alta conflictividad social en el centro de severas limitaciones de integración nacional y continental;

Realidad compleja y múltiple que contradice, cuestiona en forma ostensible, precisamente la viabilidad del futuro que pretenden en base a su idealismo neoliberal.

Visibilizamos el conjunto de las políticas públicas, articuladas y centralizadas en las nuevas teorías del “perro del hortelano” – políticas públicas absolutas y dolosas – que seguramente surgieron producto de un auténtico faenón lleno corrupción – en beneficio y favor de poderes dominantes internos y corporaciones transnacionales en la entrega de nuestros recursos nacionales – ingresa a un terreno sumamente polarizado, complejo y de grandes definiciones políticas: su discurso de ilusiones, mentiras, falsas promesas y esperanzas, protegidas por sendas acciones corruptas, su final fue, fracaso pero aún no derrotadas: las elecciones municipales y regionales nos comienzan a marcar nuevos rumbos, nos abren nuevos caminos de esperanza, dejar atrás la barbarie neoliberal y comenzar a transitar una amplia avenida – aún llena de obstáculos, hoyos negros cubiertos de lodo y campos llenos de basura – hoy es el día del poder emergente de los pueblos del Perú Profundo, que despiertan después de varios siglos de dominación, explotación y sometimiento. El Perú entero asiste al nacimiento de un nuevo Mapa Político, copado no por los tradicionales partidos políticos, sino por el inmenso poder – la nueva sociedad civil emergente, popular y democrática – de una ciudadanía múltiple, transformada en el nuevo motor del desarrollo local, con visión territorial: poder local nuevo de potencialidades, energías, fortalezas, capacidades de nuestros pueblos y comunidades que hoy le dicen al Perú legal, formal, elitizado y oficial, ahora el turno es nuestro, estamos presentes, es el Poder emergente de los pueblos del Perú Profundo.

Obviamente estamos frente al poder emergente de los nuevos poderes locales- cultura, identidad, identidad cultural colectiva, tradiciones, música, danza, costumbres, formas de trabajo, producción, es la nueva democracia del trabajo, es el nuevo capital cultural, político y democrático – nace como un inmenso huracán social y político desde los pueblos y comunidades – distritos, provincias, regiones – del Perú Profundo. Surge la “nueva” izquierda democrática, participativa descentralizada, dialogante intercultural, Socialista, con nuevos liderazgos mariateguistas, líderes sociales y humanistas, asertivos, creadores con visión de futuro.

Si visualizamos a nivel de nuestro continente, a nivel de mayor compromiso político, con instituciones participantes dentro del proceso, nuestra opinión asume otra dimensión y perspectiva revolucionaria, aunque muchos socialistas y revolucionarios partidarios de Presidentes Socialistas de América Latina y militantes del proceso político bolivariano, boliviano, ecuatoriano, uruguayo o sandinista afirmen todo lo contrario, la continuidad y la profundización de los cambios revolucionarios no dependen nada más del hecho de colmar la Asamblea Nacional, el Congreso o ganar simplemente las elecciones, y menos de copar mayoritariamente estas instituciones políticas de partidarios incondicionales, ciudadanos o militantes, puesto que lo más importante para que se produzca realmente cambios y transformaciones en democracia, una revolución socialista y popular en América Latina es que el pueblo organizado asuma directamente el protagonismo, empiece a generar sus propios espacios de poder y ejerza un papel preponderante en el cambio estructural que debe sufrir el viejo modelo de Estado burgués que aún se mantiene vigente .

Esta definición política, es algo crucial y definitiva, por ser procesos atípicos y además producto de las ánforas electorales que brinda la Democracia liberal representativa y las propias Constituciones, para hacer del sistema político democrático, una democracia para todos (as) los ciudadanos, trabajadores, pueblos y comunidades. Sin la participación activa, comprometida y responsable, sin tener como base de nuestro proceso la Confianza social ciudadana, pero una ciudadanía múltiple – ciudadanía en relación a la vigencia de sus derechos constitucionales, ciudadanía política por su pertenencia a una comunidad política y ciudadanía “nacional” por su pertenencia y reconocimiento a una cultura, una identidad de un pueblo, comunidad o nación – el poderoso impulso organizativo de los nuevos poderes políticos emergentes de una sociedad civil que debe ser el motor – como escenario de las clases y la lucha de clases – del cambio y transformación democrática.

Participación y decisión no consolidando un modo de gobernar y de entender el poder a la usanza de las viejas organizaciones e instituciones políticas del pasado - socialistas parlamentarios, social-demócratas, liberal-socialistas, reformistas, populistas, nacionalistas, etc,- contradiciendo todo lo que tendría que ver con una revolución socialista, aunque haya gente socialista y revolucionaria que solamente llegue hasta este nivel político, y no tenga la capacidad política, desde la fuerza, energía y fortaleza de organización y movilización, el poder emergente, compromiso y visión de futuro del pueblo, para avanzar en Democracia mucho más allá, democratizando la propia democracia, sobre todo apostando a la participación ciudadana, consenso dialogante, comunicación intercultural, liderazgo humanista, cohesión social y política, ante la crisis de nuestra civilización.

Por eso, el compromiso de todo revolucionario, será siempre hacer la revolución, apostar a la gran capacidad del pueblo – trabajadores, ciudadanos, comunidades y pueblos originarios - tendrá que girar en torno a la posibilidad real de propiciar un nivel más avanzado de organización, movilización y formación teórica de las masas populares, más allá de una simple militancia partidista y avanzar hacia la ciudadanía política, de plena pertenencia a una comunidad política. De nada valdrá entonces que una determinada organización política ocupe todos los cargos públicos, si no se hace absolutamente nada por cambiar y transformar desde la sociedad civil emergente, popular y democrática las diversas estructuras burguesas que impiden darle validez permanente al poder popular.

Tareas y responsabilidades estratégicas, además, de crear las condiciones que permitan superar las contradicciones del capitalismo, resolviendo en democracia tareas históricas pendientes de la desigualdad económico social – pobreza, desempleo, desnutrición, educación, asistencia en salud, empleo, salario, transporte, comunicación, cultura – la histórica contradicción entre el campo y la ciudad, avanzar en la descentralización y la gran integración regional, centralizar el poder emergente del conjunto de las economías populares, fortalecer las economías regionales con la finalidad estratégica de consolidar – o crear – el mercado nacional interno, igualmente construyendo Nación, articulando dialécticamente el conjunto de las históricas reivindicaciones y derechos, en verdaderas plataformas de lucha del pueblo, directamente ellos sean sus portadores y únicos participantes, actores y protagonistas de esta “nueva” Historia que comienza a construirse desde abajo, en democracia y que el socialismo humanista del siglo XXI, sea algo más efectivo, real, participativo, que genere cohesión social y política, estratégicamente para que tener una mejor distribución equitativa de la riqueza generada, la producción nacional y una mayor participación política por todos los ciudadanos latinoamericanos.

Si todos estos elementos son, sin embargo, entorpecidos, boicoteados en forma irresponsable por burócratas que ejercen o representan cargos gubernamentales, puesto que su interés está en seguir disfrutando de los privilegios obtenidos a través de los mismos, manteniendo un discurso aparentemente revolucionario – para que todo cambie, pero al final nada cambie - que en nada corresponde con el histórico compromiso de cambio, transformación social, encargada ahora en su gestión y comportamiento. Esto lo perciben bien los sectores populares, de ahí que se muestren reacios ante quienes se identifican con el oficialismo – a partir de un populismo desenfrenado y un reformismo oscuro y deformante -, políticas y realidades múltiples que podría precipitar situaciones que afecten el liderazgo – confianza, credibilidad, representación y legitimidad desde la opinión pública - de los Presidentes progresistas latino-americanos, concediéndole mayores espacios a la oposición.

Cuidado, con la oposición política de la derecha ultraconservadora, que aprovecha los mínimos espacios sociales o políticos dejados muchas veces sueltos o considerados de menor importancia. El poder económico y social utiliza para su mejor servicio o interés de clase, poder que se fortalece a través de los medios de comunicación y en ningún momento renuncian a su importancia mediática, manipulación pública y su comprobado servicio, unidad o alianza estratégica con los poderes fácticos en el mundo globalizado. Al extremo, hoy – octubre del 2010, ante el avance de la izquierda democrática, una de las corporaciones periodísticas del Perú, anuncia en primera página y primera noticia que la “famosa” bloguera cubana, escribirá en sus principales medios de circulación nacional. En la derecha política no se puede confiar, un solo minuto, por el inmenso poder – económico, social, político, mass-media e institucional, sumado a su alianza que hoy tiene con los poderes fácticos nacionales y mundiales.

Los intentos de golpes de Estado en Venezuela, Bolivia y hoy Ecuador nos debe dar una lección para la historia de la democracia política y la revolución latinoamericana. El poder de los mass-media, en cada escenario nacional, jugó, desarrolló y cumplió performances de primer nivel, aún no experimentado en la historia política de nuestra América. Utilizan al máximo el poder de los medios para justificar su felonía y su aparente vocación de servicio y sabio interés nacional, lo hacen a diario para oficializar la única opción política de la democracia, la liberal representativa, parlamentaria, legalizar la exclusión social de todos aquellos que se atrevan simplemente a discrepar y en respuesta surge su primitivismo político, manifiestan todo su nefasto y oscuro poder para condenar, desnaturalizar y excluir violentamente al que cuestiona, crítica en democracia sus errores, fracasos o prepotencia desmedida desde el gobierno e incluso caminan más allá ante su impotencia y ceguera política, proceden con el apoyo inmediato de los mass-media a insultar, desacreditar como anti-sistemas, curas comunistas, terroristas, dueños de ONGs anti-mineras, ambientalistas, comunistas reciclados, etc final, final narcoterroristas y criminalizar los nuevos movimientos sociales anti-globalización, los Conflictos Sociales como anti-sistema y enemigos activos y militantes de la democracia oficial y humanista, del progreso y la modernidad. !!! Vaya que tal Ilusión.¡¡¡.

Obviamente, hace falta abordar esta realidad turbulenta multipolar con propuestas audaces que permitan al pueblo acceder realmente al poder y solucionar esta compleja contradicción en democracia, objetivo que no la logrará mientras la dirección política del proceso nacional la encabecen personas del reformismo, burócratas encopetados o ciudadanos populistas, necesitamos en los países hermanos y en los procesos políticos latinoamericanos, en la dirección militantes y ciudadanos políticos de la revolución.

Ése es el gran reto que ahora se presenta a los progresistas, socialistas y revolucionarios en América Latina. Necesario es deslindar políticamente con los reformistas aupados en las elites gobernantes. Vivimos tiempos progresistas y contestatarios en nuestra América, ahora que el reloj de la historia después de 3 décadas de neoliberalismo salvaje, marcha en dirección de una “nueva” izquierda socialista y revolucionaria, en su estructura, organización, dirección y objetivos estratégicos, es absolutamente diferente, distinta y muy diversa a épocas revolucionarias y socialistas anteriores.

Debemos de comenzar rescatando el mundo que nos pertenece y que nos fue arrebatado por la barbarie neoliberal. En nuestro camino, “mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas, por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”. Un mundo socialista, si es posible. Forjemos un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.
Arequipa 4 de octubre del 2010.

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