viernes, 5 de noviembre de 2010

Urbanismo y globalización. La Ciudad global.

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Una cuestión recurrente dentro del "paradigma" de la ciudad global es si existe algún supuesto implícito o no suficientemente explorado que haga posible la existencia de ciudades globales solamente en naciones económicamente vigorosas. ¿Es la prosperidad nacional generada por las ciudades globales o son las ciudades globales generadas por la prosperidad nacional? Es más, ¿cómo podríamos yuxtaponer estos supuestos con la evidencia que parece sugerir que, al menos en entornos y países pobres, la ausencia de conexiones globales es la causante de la falta de prosperidad urbana?
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Urbanismo y globalización.

La ciudad global.


Tras tres décadas de análisis sobre la idea de "ciudad global" que expandió Sassen, y sobre la interrelación entre éstas y la globalización todavía sabemos poco acerca de los componentes sociales, civiles, y de si éstos emergen en oposición a las dinámicas urbanas

Por Gerardo Del Cerro Santamaría, * Doctor por la New School for Social Research de Nueva York y por la Universidad Autónoma de Madrid - Jueves, 4 de Noviembre de 2010 - Actualizado a las 04:43h.

LA popularización de la idea de ciudad global se puede atribuir en gran parte a una serie de artículos que aparecieron en los años 80 y 90 y especialmente al significativo impacto del libro La Ciudad Global de Saskia Sassen, que impulsó una importante agenda de investigación en asuntos tales como la naturaleza y el funcionamiento de la globalización, el papel de las finanzas y los mercados internacionales de capitales en el desarrollo urbano, y la polarización espacial y social. En los escritos de Sassen, el análisis se ha centrado no en el mundo en vías de desarrollo, sino en el mundo capitalista avanzado, y puede ser precisamente por esta razón por lo que sus escritos han generado tanto interés y comentario, al menos en la sociología norteamericana. Las condiciones económicas internacionales, la expansión de ideologías neoliberales y una retórica pro-globalización a partir de 1980, constituyeron un contexto propicio para el estudio de ciudades globales y la mayoría de los análisis se concentraron en ciudades ricas y prósperas del primer mundo. No solamente eran éstas unas ciudades que la mayoría de norteamericanos conocían y amaban; también tendían a ser ciudades grandes, emocionantes y prósperas en naciones democráticas, con pocos desafíos a su soberanía nacional. Esta combinación de atributos contribuyó a que fuesen, y sigan siendo, sujetos activos y centrales en el proceso de globalización.

Durante las últimas cuatro décadas, la mayoría de los urbanistas interesados en el nexo urbanización-desarrollo económico examinaron el tercer mundo, y dentro de él, sobre todo a las naciones empobrecidas de América Latina, el Sureste Asiático, y África. Ahora, en marcado contraste, son los Estados Unidos y Europa los que se ubican en el centro del mapa conceptual. Esta tendencia -combinada con el cambio hacia el estudio de ciudades más prósperas- se observa con claridad en numerosas publicaciones en los últimos diez años, en las que la mayoría de las ciudades globales analizadas están situadas en EE.UU. y Europa, aunque es cierto que muchos urbanistas continúan analizando ciudades del Este Asiático, y lo hacen usando el paradigma de la ciudad global.

El estudio de las ciudades globales ha sido una estrategia empírica importante para explorar cómo funciona la globalización. Un numero creciente de urbanistas ha comenzado a aceptar la premisa de que la forma en que la globalización se desarrolla en (y a través de) las ciudades debe ser un punto de entrada central para estudiar los cambios socio-económicos de nuestra época, principalmente porque los centros urbanos sirven como nodos estratégicos en el proceso de globalización. A estas conclusiones se llegó, por supuesto, tras tomar las ciudades en el contexto capitalista avanzado como objetos principales de estudio. Esta circunstancia es visible, por ejemplo, en el creciente interés en averiguar cómo la globalización del capital y del trabajo afectan tanto a los patrones urbanos de empleo como a los cambios en el carácter sectorial de la economía urbana en varias ciudades europeas y norteamericanas.

Las ciudades más susceptibles de ser identificadas como "globales" son aquellas cuyo crecimiento y carácter son vistos como resultados del papel económico generativo que juegan, no sólo dentro de sus fronteras nacionales, sino también dentro de redes crecientemente globales de producción y consumo. Esto significa también que es mucho menos probable que las que ahora llamamos ciudades globales sean vistas como obstáculos en el desarrollo nacional de sus países respectivos, como en el pasado, y más probable que sean conceptualizadas como los mecanismos a través de los cuales se consiguen una mayor integración económica global y una mayor prosperidad. Y esto, a su vez, significa que una buena parte de la investigación contemporánea ha sido orientada normativamente hacia la comprensión de ciudades contemporáneas a la luz de cómo se comparan a las prototípicas ciudades globales del Norte, lo cual quiere decir que el análisis se basa a menudo en ciertos indicadores económicos positivos y en la evaluación de si éstos han sido alcanzados o no.

La literatura sobre ciudades globales ha venido creciendo exponencialmente durante los últimos 30 años, es ahora muy extensa y continúa ampliándose a medida que los enfoques empíricos crecen y se diversifican y que se profundiza en las críticas a la versión inicial del paradigma. Se pueden identificar al menos cuatro temas emergentes principales: (1) una consideración más seria de la naturaleza de las escalas espaciales o territoriales como medios para superar descripciones relativamente esquemáticas de la relación local-global; (2) un enfoque sobre el vínculo entre redes y ciudades globales como una manera de describir la mutua dependencia entre las ciudades y la naturaleza multi-escalar de la globalización; (3) una atención creciente a la importancia continua del Estado y del desarrollismo estatal al analizar ciudades globales; (y 4) esfuerzos por describir y explicar el papel de las trayectorias históricas y la dependencia del camino en la formación de la ciudad global.

En un principio se partió de un intento de dar forma al concepto y al campo de estudio, y se prosiguió (por medio de descripciones más matizadas de los contextos espaciales, temporales y escalares que influyen en la formación de ciudades globales y la naturaleza específica de los resultados urbanos -urban outcomes- a nivel mundial) con un cúmulo de esfuerzos de investigación orientados a superar algunas generalizaciones prematuras expresadas en las formulaciones iniciales. Una cuestión recurrente dentro del "paradigma" de la ciudad global es si existe algún supuesto implícito o no suficientemente explorado que haga posible la existencia de ciudades globales solamente en naciones económicamente vigorosas. ¿Es la prosperidad nacional generada por las ciudades globales o son las ciudades globales generadas por la prosperidad nacional? Es más, ¿cómo podríamos yuxtaponer estos supuestos con la evidencia que parece sugerir que, al menos en entornos y países pobres, la ausencia de conexiones globales es la causante de la falta de prosperidad urbana? También se pueden sugerir cuestiones metodológicas: ¿podemos realmente construir teorías fiables (por no mencionar la necesidad de demostrar tales teorías) sobre ciudades globales si tenemos solamente en cuenta casos semejantes? Y además: ¿cómo influye en el cambio de énfasis sobre el impacto económico de las ciudades globales el hecho de que ahora un número mayor de urbanistas estén examinando ciudades grandes en un período post-Fordista, cuando la economía global en sí puede haberse transformado considerablemente? ¿Arrojaría algo de luz comparar el interés actual con el período inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial, cuando las ciudades fueron examinadas por primera vez en un contexto global? Y finalmente: ¿Hasta qué punto nuestra comprensión actual de las ciudades globales obedece al hecho de que la globalización coloca a ciertas ciudades fuera de su contexto nacional, promoviendo una convergencia lateral entre ciudades prósperas que en sí mismas sirven como lubricante para el éxito global? Algunas de estas cuestiones, y otras de igual interés, han comenzado a analizarse desde las perspectivas analíticas emergentes citadas anteriormente.

La misma necesidad de observar líneas de investigación adyacentes y previas puede ser crucial si deseamos entender las políticas y la sociedad urbana en la ciudad global contemporánea. Mientras que la cultura es un tema de interés creciente en la literatura actual, quizás incluso más que en los estudios previos, orientados antropológicamente, sobre ciudades del tercer mundo, todavía sabemos demasiado poco acerca de movimientos sociales, sociedad civil y política popular en la literatura contemporánea de la ciudad global, especialmente en el marco de un contexto capitalista avanzado. Estos enfoques pueden encontrarse con más probabilidad en la literatura general sobre globalización, por ejemplo en los estudios de protestas anti-globalización. Lo que aún queda por determinar es el grado en el que los movimientos sociales estimulados por la globalización (en el caso de que éstos se materialicen en las ciudades), emergen en oposición a dinámicas urbanas o, en particular, a algo relacionado con la "urbanidad global", y no en oposición a la globalización en sí. Las líneas de investigación que se dirijan en esta dirección podrán contribuir a deslindar los factores explicativos esencialmente urbanos de aquéllos que no lo son y ello contribuiría, a su vez, a una mejor comprensión de la compleja relación entre las ciudades y la globalización.

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