domingo, 22 de mayo de 2011

“Cambio de Época” Nuevos Poderes Políticos regionales y el Multilateralismo en el Siglo XXI.

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Los nuevos sujetos sociales históricos hoy protagonistas de un nuevo lenguaje político que recorre los viejos salones de la democracia liberal representativa, en el fondo están oxigenando la política, están rejuveneciendo la democracia. La Conflictos Sociales como nuevo poder emergente local que representan, en la coyuntura su nueva forma de hacer política, son en realidad nuevos sujetos sociales históricos – sociales y políticos – en el nuevo proceso de construcción del multilateralismo mundial, por su protagonismo están renovando, modernizando la democracia, hoy son los portadores de una forma histórica de administración de las tierras y las comunidades, la histórica gobernanza social y colectiva, que en la práctica además de su lucha por el reconocimiento del derecho a la consulta previa, del Convenio 169 de la OIT, en democracia estamos hoy caminando por las nuevas avenidas de la dignidad, la solidaridad, la confianza, el compromiso, la responsabilidad que marcan el derecho al futuro para construir un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.


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Dr. Pablo Raúl Fernández Llerena. ( Al centro ). Sociólogos, Docentes de la Escuela Profesional de Sociología. 24 de junio del 2010. 48 Años de Fundación de Sociología en Arequipa.

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“Cambio de Época” Nuevos Poderes Políticos regionales y el Multilateralismo en el Siglo XXI.


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Vivimos en un mundo fascinante, de progreso, innovación y emprendimiento, pero también en un escenario mundial de triple crisis multidimensional.


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Pablo Raúl Fernández Llerena.


Sociólogo. Politólogo.


En el escenario mundial de la triple crisis global, crisis multidimensional estructural y el surgimiento de un "nuevo orden mundial", ingresa en crisis final no solo el Consenso de Washington y sus políticas neoliberales impositivas, autoritarias, asimétricas, desiguales, sino la propia Unipolaridad, el poder único del "gendarme norteamericano" – hoy llamado por el Maestro Noam Chomsky como el Estado forajido, más allá del “estado canalla” - surgida a finales de los 80' con la crisis del socialismo realmente existente la Caída del Muro de Berlín y el fin de la "Guerra Fría", la “guerra ideológica y política entre Socialismo y capitalismo, Moscú, Washington y el “fin” del desarrollo capitalista industrial, basado en el uso intensivo de la mano de obra y las grandes jornadas de lucha y conquistas sociales de la clase obrera: su “poder sindical” y sus propios partidos políticos.


Tres décadas después nos encontramos con un "Cambio de Época", con un nuevo proceso de acumulación mundial del capitalismo ante la crisis final del modelo financiero especulativo; (in)surge este "nuevo" modelo de la apropiación, explotación y saqueo por despojo de los recursos naturales de los países en desarrollo ayer del Tercer Mundo, o países en vías de desarrollo hoy, agrupados en el G-77, los mismos que representan realmente a 130 países más el poder emergente de las economías BRICS – Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica - y los “nuevos” poderes políticos regionales descentralizados China, India. Rusia, Unión Europea, Brasil y el propio Estados Unidos.


Con respecto a la crisis de las Instituciones, se nos presente la gran paradoja en la coyuntura actual, el sistema mundo a partir de una múltiple contradicción, mientras el nuevo modelo de acumulación mundial del capitalismo “avanza a pasos agigantados”, en cambio las Instituciones Mundiales, continentales, nacionales e incluso locales van quedando rezagadas en el tiempo, se mantienen “incólumes” con si fueran verdaderos fantasmas que no ”ven” ni “oyen” absolutamente nada o la corrupción, la codicia, la falta total de confianza en ellas, su pésima credibilidad en la población y o mejor aún su ausencia generalizada de legitimidad en la opinión pública, se han transformado en “representaciones” que les importa sencillamente nada y viven hoy bajo el total amparo, protección y “credibilidad “ del gobierno de turno –cuando le conviene o le interesa ciertas instituciones, a otras simplemente deja que el tiempo se encargue de liquidarlas - y sus propios poderes fácticos locales y globales.


Esta realidad lacerante, desconcertante y absoluta falta de legitimidad múltiple, simplemente hoy ha convertido a las Instituciones en verdaderos instrumentos “democráticos” al servicio del poder de turno, en ”realidades” dramáticas y sainetes herramientas que responden a los más nefastos y oscuros propósitos del los grupos de poder de turno. Y en el mejor de los casos, actúan totalmente de espaldas a la realidad, por lo general no aportan casi nada o simplemente no funcionan paralela y dialécticamente al compas del desarrollo de las Políticas Públicas, A diario son rebasadas en su estructura, funcionamiento, capacidad y dirección por el carácter y naturaleza de las nuevas formas de protesta, organización, lucha, movilización y distintas formas superiores de hacer política.


El nuevo poder local de los grupos sociales emergentes, expresión social y política de la nueva sociedad civil local plural, popular, democrática y los nuevos escenarios de consenso y concertación, u oposición, movilización y lucha, así son los nuevos contextos local-regional o nacional de los Conflictos Sociales – Nuevos Movimientos Sociales anti-globalización – y en lo principal, en los ricos y empoderados espacios sociales de las múltiples potencialidades endógenas y sinergias colectivas locales y regionales, donde hoy emergen con “luz propia”, cultura e identidad cultural, capital político propio, escenario múltiple, complejo y multipolarizado, el “nuevo” hogar donde (in)surgen los Nuevos Sujetos Sociales Históricos, que a su vez en toda su estructura y mensaje son portadores de un nuevo Multilateralismo social y político.


Forjar y construir el nuevo multilateralismo en este escenario polarizado de: economía, política, cultura, identidad, comunicación intercultural, liderazgos plurales, medio ambiente, crisis de las instituciones y nuevo capital político emergente profundamente heterogéneo, diversidad rica y extraordinaria, profunda desigual territorial, constituyen parte de los elementos centrales en la construcción del Nuevo Multilateralismo. Sin embargo, para no tropezar a la vuelta de la esquina, es necesario tener presente que el escenario local-regional-nacional político en la coyuntura es sumamente confrontacional, no en función o relación de propuestas o alternativas políticas, sino básicamente, que la codicia, la usura, la mentira, la falsedad, la corrupción, el transfuguismo, el oportunismo en general “le ganaron el partido a la política, a los políticos y los propios partidos políticos”. Trabajaremos en un contexto de democracia de baja intensidad, una democracia de mala calidad, que sólo mira hacia una dirección y oye a un solo parlante: el poderoso, el dominante, el impositivo, el que corrompe, que es dueño del poder absoluto.


Vivimos tiempos ensombrecidos por la crisis, el paro, el desnorte del capitalismo del desastre y las crisis recurrentes de alimentos, agua, energía o clima. Pero también vivimos tiempos de esperanza: con la globalización y las tecnologías de la información e Internet, el género humano ha dado un salto enorme en su capacidad para discernir las consecuencias de sus propias acciones. En la época en la que más potencial ha alcanzado la individualidad, también estamos aumentando nuestra capacidad de analizar en común, pensar colectivamente y reaccionar al unísono. Un ejemplo de ese progreso en valores compartidos se está escribiendo ahora en tierras libias y hoy en escenario de España y su tendencia a “europeizarse”, con una juventud, que recién está asumiendo su verdadera misión y responsabilidad ante la Historia.


La intervención en Libia es un primer ejemplo positivo de superación del unilateralismo. En estos tiempos inciertos no viene mal un poco de optimismo. Con la crisis económica ha surgido la evidencia de que vivimos en un mundo multipolar. Los centros de poder político están migrando hacia Asia. Estados Unidos seguirá siendo una potencia político-militar, y la Unión Europea pagará réditos a los países miembros que han tenido el coraje de avanzar hacia una unión política aún inconclusa. Pero China es una voz mundial que no se puede obviar; India será en 20 años tan poderosa como China; Brasil o México crecen y avanzan con rapidez. El mundo tiene ya jugadores de peso en casi todos los continentes.


¿Puede un mundo multipolar tener una gobernanza unilateral? Claramente no, como se puso de manifiesto de modo concluyente con la intervención en Irak hace ya un lustro. Uno de los grandes logros de Obama es que alimentó la esperanza de un estilo de liderazgo multilateral. Anunció su intención de sentarse a la mesa para hablar con Irán y repudió visiblemente el estilo unilateral de liderazgo de Bush júnior. Tales fueron sus mensajes tempranos. Pero el nuevo multilateralismo del siglo XXI aún está en sus primeros pasos. Y el termómetro que se nos ha brindado ha sido la situación en Libia.


Repasemos algunos componentes: Hemos visto una resolución enormemente positiva de la ONU. Una resolución donde nadie ha ejercido el poder de veto, y que intenta poner freno a las agresiones que un dictador había decidido perpetrar ante la ola de deseos de justicia social y democracia de su pueblo. Una resolución que pide la detención completa de la violencia y de todos los ataques contra civiles, que autoriza a los Estados miembros a tomar medidas para proteger a los civiles, que autoriza el espacio de exclusión aérea, pero que excluye una fuerza extranjera de ocupación bajo cualquier forma y en cualquier parte del territorio libio. Pero sin embargo, hay un terrible error político, señores de la OTAN la democracia no se impone, menos se exporta. La democracia los pueblos la construyen, los pueblos la conquistan, Por ello hoy es una fe, una utopía, una esperanza, se transforma, que la sociedad civil progresivamente con sus conquistas la transforma en una realidad, la Democracia como realización suprema de la Ciudadanía de los pueblos, comunidades y naciones enteras.


Bajo su mandato, hemos visto una implementación protagonizada por múltiples actores. EE UU, que el día después de la resolución asumía el mando de la misma, decidió al poco pasara una segunda fila. Europa, aunque con disensiones internas, ha colaborado en la coalición, así como algunos países de la Liga Árabe. Finalmente, el mando ha pasado a la OTAN. En la presente semana, creo que ha sido el verdadero “esplendor político” del Sr Obama, con la muerte del terrorista más buscado del mundo Bin Laden, la creación y hechura del propio imperialismo en la lucha de los 80’ contra la ocupación Rusa. Pero, los yanquis han asesinado a un muerto, ha habido más venganza, que justicia y hoy Paquistán aparece ante el mundo como un país “sin dignidad” porque su soberanía simplemente ha sido mellada por las fuerzas imperiales. En mi opinión, el balance es muy positivo. Pero de ahí a una genuina multilateralidad queda un buen trecho.


Una gobernanza multilateral que se corresponda con nuestro mundo multipolar habría de basarse en cuatro pilares:


- En primer lugar, un régimen global multilateral ha de enterrar definitivamente el principio de "estabilidad política impuesta": este vestigio de la época de la "guerra fría" ha recibido el golpe de muerte definitivo en la actual primavera del Magreb y Oriente Próximo. Ya no se sostiene el principio de estabilidad con dictaduras que prevaleció cuando Estados Unidos imponía sus dictadores en las zonas inestables de influencia propia y la URRS hacía lo mismo en las suyas. Ya no es posible defender a dictadores que estabilizan con la paz de los cementerios a su pueblo, con el argumento de que "no sabemos quién vendrá después", porque ha quedado sobradamente demostrado que esa práctica no es sostenible a largo plazo.


- En segundo lugar, conectada con la anterior, también se ha ido por la alcantarilla la tesis de la nation building, tan querida por los neocons que apoyaron a Bush con Irak. La tesis defendía que es legítimo intervenir en un país y aplicarle una ingeniería prefabricada de edificación de un régimen democrático desde fuera. La teoría se ha tornado inservible tanto en Irak como en Afganistán: no hay intervención exterior que se pueda sostener por el tiempo necesario para inducir un proceso sólido de normalización democrática. No hay modo de sustituir a un pueblo hasta que, por prueba y error, él mismo construye y consolida su propio régimen de libertades.


Parece que esta dura lección ha sido ya aprendida. La resolución de la ONU no permite una intervención armada extranjera para imponer la democracia: se limita a pedir que las fuerzas armadas que apoyan a Gadafi vuelvan a sus cuarteles y que el pueblo libio, sin por ello ser aniquilado, establezca libremente su sistema de derechos políticos. Pero en nombre de esta supuesta neutralidad están asesinando a los hijos del pueblo. Sacar, expulsar al dictador Gaddafi es la gran tarea política y responsabilidad social de su propio pueblo. No de los interventores a nombre de un falso multilateralismo.


- ¿Es esto suficiente? Lo que estamos viendo en Libia, aunque es una acción legitimada por Naciones Unidas e implementada por un arco de actores multilaterales, no es sino un primer paso del multilateralismo que necesitamos. Existen otras dos condiciones:


- En tercer lugar: Hoy ya no caben las imposiciones por parte de potencias occidentales. En tanto los países emergentes China, India, Brasil o México sigan sentados en la cerca como meros espectadores, no cruzaremos el umbral del multilateralismo. Solamente cuando los veamos formal o implícitamente comprometidos, estaremos inaugurando una fase de gobernanza global multilateral con garantías de que una acción de intervención respecto a un país es genuinamente justa y equilibrada.


- En cuarto lugar: Existe un último elemento, que podrá sorprender a algunos: a futuro, un sistema global de gobernanza multilateral no estará completo sin que las grandes empresas globales, que se escapan por su lógica transnacional al imperio de los países, no se corresponsabilicen en la resolución de los problemas globales. El hecho es que de las 100 unidades económicas hoy mayores en el mundo, 51 son empresas y 49 son Estados nación. Wall-Mart produce más que 161 de los 191 Estados-nación del mundo, y Mitsubishi produce más que Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo. Yo no sé cómo y en qué condiciones se sentarán a la mesa multilateral las empresas globales, pero su poder de decisión tiene que ser ejercido de un modo responsable en un mundo en el que sus decisiones afectan a cientos de millones de seres humanos.


Sin embargo, en la coyuntura mundial de Mayo, han emergido, dos nuevos elementos centrales y determinantes que sin duda alguna jugarán un rol central en el proceso de construcción social y política del “nuevo” multilateralismo, sino veamos el escenario global en el cual hoy encontramos, uno nuevo y un segundo que ratifica hoy el peso económico, social y política que ha cumplido especialmente en los contextos más graves de la crisis sistémica.


En estos tiempos inciertos no viene mal un poco de optimismo informado: vivimos en un mundo fascinante, de progreso, innovación y emprendimiento, de saltos enormes en las tecnologías y de nuevas constelaciones de poder, en el que, poco a poco, en alguna medida a tientas, se va dibujando un nuevo sistema multilateral de gobierno global. Si hace una década aún no había nacido, hoy ya podemos ver sus primeros pasos vacilantes, pero aún nos falta mucho camino que recorrer, construir y sobre todo decidir desde la propia sociedad civil y la ciudadanía.
Primero.- La juventud de España y su influencia ya en varios países de Europa, nos está regalando una gran lección de coraje, dignidad, responsabilidad, humildad, compromiso, indignación ante una democracia, políticos de “baja calidad”, mediocres, corruptos y facilistas ante las grandes decisiones. La concentración en La Puerta del Sol y su extensión a todas las plazas públicas de España, ha copado silenciosa y democráticamente el espacio público, hoy son los protagonistas centrales de la opinión pública mundial, su lección de organización, fortaleza y lucha no solo es ante su pueblo, sino ante el mundo que hoy más que nunca necesita esta producción de nuevas formas de hacer política que nos permitirán en la brevedad posible, replantear totalmente las bases, principios, organización y desarrollo del nuevo multilateralismo, sustentado en una nueva democracia directa, solidaria, participativa, dialogante con el objetivo central de construir desde lo local – sociedad civil, ciudadanía, sinergias colectivas locales y regionales, etc – una nueva gobernanza social y política.


Segundo.- América Latina, el continente mega-diverso, hoy una potencia económica, social, política, cultural, etc. Con fuertes contradicciones en su interior, profunda desigualdad económico social, altos niveles de pobreza, desempleo, informalidad, salarios bajos, trabajo esclavizante; continente con la población más joven del mundo, con un sistema democrático polarizado y profundamente fracturado. Hemos precisado continente como potencia multidimensional, porque esta realidad, con una mirada diferente, transparente y de compromiso con el futuro hoy se ha transformado en la “corona de la reina” de los intereses inmediatos estratégicos del nuevo proceso de acumulación mundial del capitalismo, precisamente por la extraordinaria riqueza de sus recursos naturales, la debilidad y corrupción del Estado, la débil y falsa política democrática – no todos están en esta definición política - hoy es muy fácil para la explotación, saqueo, inversión de las corporaciones transnacionales. Pero la verdadera potencialidad hoy está, nace y radica en los nuevos poderes emergentes locales de una nueva sociedad civil local, emergente, plural, popular, democrática, inmersa en la nueva estructura organizativa, plataforma de lucha, liderazgos, formas de comunicación intercultural, nuevo lenguaje político y principalmente nueva forma de hacer política de los “Nuevos Sujetos Sociales Históricos”, protagonistas en la coyuntura del proceso del “Cambio de Época”, son los “Nuevos Movimientos Sociales Anti-globalización”, hoy Conflictos Sociales que como verdaderos volcanes sociales y políticos – su erupción ha ido paralela a como invaden y violentan los derechos de los pueblos y otros están a punto de estallar – pero lo cierto es que han llegado para quedarse por mucho tiempo.


Los nuevos sujetos sociales históricos hoy protagonistas de un nuevo lenguaje político que recorre los viejos salones de la democracia liberal representativa, en el fondo están oxigenando la política, están rejuveneciendo la democracia. La Conflictos Sociales como nuevo poder emergente local que representan, en la coyuntura su nueva forma de hacer política, son en realidad nuevos sujetos sociales históricos – sociales y políticos – en el nuevo proceso de construcción del multilateralismo mundial, por su protagonismo están renovando, modernizando la democracia, hoy son los portadores de una forma histórica de administración de las tierras y las comunidades, la histórica gobernanza social y colectiva, que en la práctica además de su lucha por el reconocimiento del derecho a la consulta previa, del Convenio 169 de la OIT, en democracia estamos hoy caminando por las nuevas avenidas de la dignidad, la solidaridad, la confianza, el compromiso, la responsabilidad que marcan el derecho al futuro para construir un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.


AREQUIPA, PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD.


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