lunes, 6 de junio de 2011

OLLANTA HUMALA GANA ELECCIONES A KEIKO FUJIMORI EN PERU. Perfil de Ollanta Humala. Un Nacionalista que ahora se muestra moderado.

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Por ahora, simplemente recogemos la información de principales Diarios Internacionales sobre el triunfo del Candidato Nacionalista de Gana Perú: Ollanta Humala, quiene en su discurso prometió forjar "un gobierno de concertación nacional", con "inclusión social". La recuperación de los derechos laborales de los trabajadores, que los Derechos Humanos, los Derechos Sociales y Políticos, sean la columna vertebral de la "nueva" Democracia de Participación Ciudadana. Posteriormente expresamos nuestra Opinion sobre el "gran triunfo" del Pueblo Peruano.

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OLLANTA HUMALA GANA ELECCIONES A KEIKO FUJIMORI EN PERU.


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Se ofreció a liderar “un gobierno de concertación y de ancha base” que busque la “integración latinoamericana”.


ABC. INTERNACIONAL Lunes 6 de junio del 2011.


Carmen de Carlos. Enviada Especial a Lima.


Entre el fantasma de Fujimori y el cambio al nacionalismo de Ollanta Humala, Perú eligió ayer al último.


El nacionalista Ollanta Humala ganó las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Perú y se ofreció a liderar "un gobierno de concertación y de ancha base" que busque "la integración latinoamericana". Con un 84,4 por ciento de las actas contabilizadas, Humala suma el 50,7% de los votos, mientras que su rival, Keiko Fujimori, logra un 49,29%, según la jefa de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Magdalena Chú.


El ex coronel del Ejército que, por segunda vez, trataba de alcanzar la Presidencia del país ayer podía considerar que había alcanzado su meta. El próximo objetivo, sin duda, será convencer a los mercados y a los inversores nacionales y extranjeros que, como él mismo confió a ABC, “no soy un peligro”.


La renovación de Ollanta Humala, o actualización acorde a los tiempos modernos, surtió efecto en un electorado hasta ahora resistente a su discurso. Los primeros avances informativos advertían del crecimiento de Humala en Lima, el bastión más tradicional de Perú y el principal distrito electoral.


Unos de los lastres que más trabajó le costó soltar a Humala fue su identificación con Hugo Chávez, “un cuchillo ya usado”, en palabras de Fernando Tuesta (Universidad Católica). El apoyo en esta segunda vuelta de Mario Vargas Llosa, que encabezó un frente común de intelectuales al que se sumo el ex presidente Alejandro Toledo, supuso para él un espaldarazo importante. “Este respaldo le permitió arrancar votos de los sectores sociales más altos”, observa Manuel Torrado de la firma Datum. El cambio de imagen fue otro de los factores que colaboró para que el ultranacionalista reciclado lograse la confianza de los electores. Pero la clave de su éxito, posiblemente, haya sido el rechazo que generaba la candidatura de Keiko Fujimori identificada con la corrupción, abusos y crímenes del Gobierno de su padre (1990-2000).


La candidata de Fuerza 2011 pedía ayer “tranquilidad, paciencia y responsabilidad”. La mayor de las hijas del ex presidente, preso por crímenes de lesa humanidad, no tiraba la toalla. Tenía los ojos puestos en los 754. 154 peruanos con derecho a voto que viven en el exterior. En primer lugar Estados Unidos con 241.000, seguido de España con 123.931. Ayer en Perú votaban veinte millones de personas.


Mientras Humala se rodeó de un equipo de campaña sólido, con asesores del PT de Brasil, Keiko Fujimori ofrecía una imagen de orfandad y desamparo formidable. En los viajes al interior de Perú apenas la seguía su jefe de prensa y algún fotógrafo de “keiko Press”, tal y como bautizó su oficina de distribución de noticias de su campaña. La ex primera dama no recibía informes diarios de la prensa nacional e internacional. “A ella le gusta caminar la calle y sentir el pulso de la gente”, confiaba a ABC Alexei Toledo, responsable de las relaciones con los medios de comunicación.


Los sociólogos advertían que el 20 por ciento de indecisos tuvo la última palabra ayer.



Perfil de Ollanta Humala. Un Nacionalista que ahora se muestra moderado.


Clarin.com Mundo. Lunes 6 de junio del 2011.


Con un levantamiento militar a sus espaldas y el apoyo recibido del presidente venezolano Hugo Chávez en el 2006, Ollanta Humala deberá confirmar la postura moderada adoptada durante la campaña electoral.


Humala, nacido en Lima el 27 de junio de 1962, pertenece a una familia provinciana que profesa el nacionalismo y rinde culto al imperio inca. Por eso sus padres lo bautizaron Ollanta, nombre de un general inca.


Fiel a la tradición familiar, él y su esposa, Nadine Heredia, pusieron a sus hijas nombres quechuas: Illari (de 8 años) y Naira (6), que en el idioma de los incas significan "dulce amanecer" y "mirada profunda". Un varón nacido en plena campaña electoral hace tres meses se llama Samin, "el que trae dicha y prosperidad".


Cuando apareció en 2006 por primera vez como candidato -constituyéndose en un gran fenómeno de aceptación popular- Humala se caracterizaba por un estilo autoritario y confrontacional. De ese perfil ahora queda muy poco o casi nada.


El ex comandante del Ejército, de 48 años, se desplazó hacia el centro del espectro político, señalando su admiración por el ex presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, tal como hace 5 años lo hizo por Chávez, de quien ha tomado distancia.


Ese nuevo estilo pragmático es el que le permite ahora llegar a la residencia, lejos del dirigente de 2006 que fue derrotado sin atenuantes por el hoy presidente Alan García, considerado entonces "el mal menor".


Su manejo poco profesional de esa campaña hizo que al último y decisivo debate televisado frente a García llegara 15 minutos tarde por estar comiendo en un restaurante cercano. García habló entonces solo durante un cuarto de hora frente a una audiencia desconcertada y el asiento vacío de su contendor.


Ahora logró convencer a más de la mitad de los peruanos y a varios intelectuales que lo prefirieron a la derechista Keiko Fujimori, hija del encarcelado ex presidente Alberto Fujimori, condenado por violación a los derechos humanos.


Es el caso en particular del premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, quien lo denostó por años pero ahora prefiere a Humala antes que a Keiko, por considerar que la hija de Fujimori continuaría un régimen oprobioso para el Perú.


En el país con mayor crecimiento del PBI en América Latina en la última década, los economistas tildaron a Humala de izquierdista que quiere frenar todos los avances. Por eso Humala ha tenido que jurar, incluso poniendo la mano sobre una Biblia, que mantendrá el modelo y que un cambio de Constitución que propone -y que pone los pelos de punta a vastos sectores- sólo lo haría si hay consenso.


"El Perú ha cambiado y yo también", sostiene. "Estamos dispuestos a hacer muchas concesiones por la unidad del Perú", ha dicho.


Con una base electoral concentrada en el sur andino de mayoría indígena y donde no llega la nueva prosperidad, Humala participó como militar en el combate contra Sendero Luminoso en los 90 y fue acusado de haber violado derechos humanos. La justicia investigó sin encontrar pruebas.


En 2000 se sublevó junto a su hermano Antauro contra el gobierno de Fujimori, ya debilitado por acusaciones de corrupción. Resultaron ambos apresados, pero luego de que Fujimori se fugara del país fueron amnistiados."El levantamiento no tenía ningún cálculo político, era simplemente defender el orden constitucional", afirma.


Más adelante Humala dio un apoyo a la distancia a una asonada que protagonizó su hermano Antauro el 1 de enero de 2005, al tomar por asalto una comisaría en la localidad de Andahuaylas (sudeste), que acabó con la muerte de cuatro policías, para exigir la renuncia del presidente Alejandro Toledo. Paradojas de la política: Toledo lo apoyó en la segunda vuelta.


Actualmente está distanciado de Antauro, quien cumple 25 años de cárcel por la acción de Andahuaylas. También está alejado de otro hermano, Ulises, quien sostuvo hace poco que Ollanta es "un chavista disfrazado".


Vargas Llosa elogió triunfo de Humala: “Se derrotó al fascismo”.


Clarin.com Mundo Lunes 6 de junio del 2011.


El último Premio Nobel de Literatura, el peruano Mario Vargas Llosa, afirmó desde Madrid que el triunfo de Ollanta Humala sobre la derechista Keiko Fujimori en las elecciones de este domingo significa la derrota del fascismo y la salvación de la democracia en Perú.


“Estoy muy contento, ha habido una derrota del fascismo, la democracia se ha salvado en Perú”, declaró a la radio CPN de Lima desde la capital española. El laureado escritor enfatizó que este hecho merece ser celebrado "como una gran victoria de la democracia en Perú".


“Nos hemos librado de que una dictadura que fue corrompida y sangrienta volviera a tomar el poder, los peruanos han actuado con gran responsabilidad, hay que celebrar”, afirmó al referirse a la candidata Keiko Fujimori, hija del ex presidente Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel por violación de los derechos humanos.


El autor del 'Sueño del celta' dijo que a partir de ahora es muy importante que Humala brinde "los signos necesarios para reconciliar a la familia peruana".


"Esta división ha sido muy negativa, es muy importante que Ollanta Humala exhorte a los peruanos a reconciliarse y a que cesen los ataques, las iras, los rencores y la violencia verbal, para que Perú siga dando la batalla contra la pobreza y el atraso", añadió.


En su única incursión política Vargas Llosa participó como candidato presidencial en 1990 cuando fue derrotado por Alberto Fujimori.


Las encuestas a boca de urna otorgaron una ventaja de 5 a 5,4 puntos porcentuales a Humala sobre Fujimori, un resultado que deberá ser confirmada por los datos oficiales. (AFP)


Una Economía que crece y no reparte riqueza.


Es sábado al mediodía y Lima se mueve a un ritmo frenético. Es día de compras y todos quieren comprar. El mercado de Polvos Azules, a unas cuadras del Palacio de Justicia, a mitad de camino entre el centro y Miraflores, estalla de gente. En esta suerte de “saladita” limeña, sectores medios y medios bajos buscan entre los 2.075 puestos desparramados en dos manzanas los mejores precios.


Hay de todo y para todos: camisetas de fútbol de todos los equipos de todos los países del mundo por 20 dólares; celulares de dudoso origen –pero de marca– por valores que van desde los 5 a los 500 dólares; alimentos, artículos de bazar, ropa, zapatos y la estrella de esta feria: los electrodomésticos, sus enormes televisores plasma y el último modelo del Ipad.


Aquí también –como en los centros comerciales más exclusivos de Miraflores y San Isidro– se revela lo evidente: los 10 años de crecimiento sostenido que ha tenido este país –8,8 por ciento el año pasado y un promedio en la década del 6 por ciento– se vuelcan al consumo, cualquiera sea la condición social de aquellos, claro, que son parte del “modelo”.


Aquí no están, claro, el 35 por ciento de pobres que hay en este país de poco más de 30 millones de habitantes. Esos que en las veredas del complejo –que este año cumple 30 años– venden baratijas, pulseritas, DVD truchos, fundas para celulares y hasta cadenas, manoplas y armas de aire comprimido, un combo para defensa personal, en una ciudad que sufre por la inseguridad.


El famoso “chorreo” de la economía apenas le llega a Rubén, un mestizo que en la vereda vende todo tipo de transformadores y cargadores para celulares y computadoras.


Mucho no saca por mes –apenas 300 dólares– y a alguien que no es él las estadísticas le atribuyen un PBI por peruano de 5.224 dólares. En el año 2000, era de 2.054 dólares, según cifras oficiales.


El crecimiento del PBI es una constante desde el inicio del gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006), cuando la pobreza ascendía al 54 por ciento y la extrema pobreza atenazaba al 24 por ciento de los peruanos. Hoy lo hace con el 16 por ciento.


La inversión externa directa del 2010 superó los 5.000 millones de dólares (sin contar los contratos por inversión en minería e hidrocarburos que ascienden a 19 mil millones en el último quinquenio) y el empleo mejoró sensiblemente, aunque la desocupación se ubica entre el 8,5 y el 10 por ciento y la informalidad de la economía supera el 60 por ciento , como el caso de Rubén.


Números que siguen hablando de una excelente perfomance económica, aunque una legión de peruanos, entre 300 y 400 mil según las cifras más confiables, son los expulsados de un “modelo” que sigue creciendo, pero no reparte.


Un mayor rol del Estado en una Economía que crece.


“En el Perú todo aparece siempre un poco borroso, un poco confuso”, dice en los Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana José Carlos Mariátegui, el más grande pensador peruano, fallecido en 1930 y fundador del Partido Socialista. Esa confusión se ha manifestado en este balotaje, en donde los mismos motivos pueden explicar el voto a uno u otro candidato. Pero lo que sí aparece claro, nada borroso, es que Ollanta Humala, cuando asuma el 28 de julio, deberá hacer frente un reclamo unánime: un país que crece no puede desarrollarse si no distribuye, si sigue expulsando del sistema a millones de peruanos que no han sido invitados a la fiesta.


Ollanta ha centrado su campaña en promesas que ahora deberá empezar a cumplir. Las propuestas de Humala giraron en torno a dotar al Estado de herramientas que le permitan intervenir en la economía, pero sin poner en riesgo ni la inversión nacional ni la extranjera, y tampoco desconocer los tratados o acuerdos internacionales que el Perú ha firmado.


Esto es, una suerte de “capitalismo con rostro humano”, con políticas sociales para los sectores marginados de la economía: aumento del salario mínimo a 280 dólares, una reforma jubilatoria con remuneraciones más justas, una fuerte presencia del Estado en la construcción de infraestructura básica como carreteras, puertos y viviendas, y la unificación de la ayuda social en planes que lleguen efectivamente a la población.


Si a partir de julio Humala ratifica que su modelo es el Brasil de Lula Da Silva y no el del venezolano Hugo Chávez –que defendía con más ahínco en 2006–, el gobierno de Ollanta tendrá esa impronta, salvando las distancias, apoyado en su base social de ese “Perú profundo” de la sierra y la selva.


Dinero no le faltará a Ollanta. En un extenso informe del diario La República de Lima, el economista Jorge González Izquierdo explica que el próximo gobierno recibirá una economía sana, con un crecimiento potencial de 6% para 2011, una inflación de 2% anual y con reservas superiores a 46.000 millones de dólares.


Sin embargo, su colega Juan José Marthans sostiene que esta situación corresponde a una “bonanza estadística”, pero no a una “bonanza estructural”. Es decir, el crecimiento económico se explica por factores externos , particularmente por el crecimiento internacional del precio de los metales, del cual el Perú es un fuerte exportador.


La economía peruana creció en la última década un promedio por encima del 6% anual y sólo el año pasado trepó el 8,8%. Estos datos muestran que el principal problema es la “deuda social” del modelo y su escasa o nula distribución de la riqueza. Para el sociólogo Julio Cotler, “la paradoja del Perú es que los salarios cayeron el 10% en los últimos 10 años, pero los beneficios de los grandes grupos económicos crecieron el 30%”.


La pobreza es la gran deuda que dejan los cinco años de Alan García, pese a que logró disminuirla: 39,6% de los peruanos es pobre, hay un 60% de pobreza rural y un 13 a 16% de pobreza extrema. Había llegado al poder con un índice cercano al 55% de los 30 millones de habitantes de este país.


En el plano político, todas las miradas estarán puestas en la actitud que tendrá Humala frente a sus principales críticos y si es capaz de concertar y negociar reformas: sin mayoría parlamentaria propia, no le quedará otro camino. Y además qué hará con un tema que ha preocupado a no pocos peruanos: la sospecha de que Ollanta Humala intentaría reformar la Constitución para reimplantar la reelección presidencial , eliminada tras la caída de Fujimori en 2001. El nuevo presidente ha jurado que no lo hará y que no gobernará ni un día más de lo que le corresponde. En cinco años, cuando concluya su mandato, se verá si cumplió con sus promesas.



Por fin la unidad indestructible del pueblo, pudo derrotar a la "santa alianza" de Medios, corporaciones, gobierno de turno, voceros oficiales, sicarios, candidatos derrotados y el principal los poderes fácticos nacionales y transnacionales. Todos se unieron con la finalidad de "santificar" un modelo económico, que básicamente significa crecimiento económico en favor y beneficio de una ínfima minoría que recurrió a todos los medios ,legales e ilegales con la finalidad de defender lo indefendible: la corrupción, la violación de los Derechos Humanos, un gobierno de una década de terror, compra de diarios, persecución de sus opositores, destrucción total de la libertad de expresión y lo peor la "esterilización de más de 300 mil mujeres muy pobres de las áreas andinas a quienes se les quitó todo el derecho de continuar siendo madres". La muerte de los estudiantes de la Universidad La Cantuta, los trabajadores de Barrios Altos, los campesinos del Santa, periodistas, campesinos y sin ningún remordimiento en plena campaña electoral uno de sus voceros explicó "que ellos mataron menos". El cogollo "fujimorista" de los 90' estuvo presente acompañando a la candidata, hija del ex-presidente preso por 25 años. Ahora a forjar el Gobierno de "concertación nacional, gobierno con políticas de inclusión social, recuperar los derechos laborales, que los derechos humanos, derechos sociales y políticos constituyan la columna vertebral de la "nueva" democracia de participación con el objetivo de construir todos un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.


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