miércoles, 26 de octubre de 2011

Por qué ocupamos, Qué sabemos. Movimiento Ocupar Wall Street. ¿Quién realmente somos?

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Los Indignados de Nueva York, expresan: En estos momentos en que nos reunimos solidariamente para expresar un sentimiento de injusticia generalizada, no debemos perder de vista lo que nos ha unido. Escribimos estas palabras para que todos aquellos que se sientan agraviados por los poderes corporativos del mundo sepan que nosotros también estamos a su lado. Como un solo ser unidos, nos encontramos ante una realidad en la que el futuro de la especie humana depende de la cooperación de sus miembros, en la que nuestro sistema debe proteger nuestros derechos y en caso de que el sistema se corrompa, queda en manos de las personas proteger sus propios derechos y los de sus vecinos, en la que un gobierno democrático deriva su competencia legítima de su pueblo, pero las corporaciones no piden permiso para expoliar la riqueza de la gente o de la tierra; y en la que no es posible una democracia real, cuando el proceso depende de los poderes económicos. Apelamos a ustedes en un momento en el que las corporaciones que ponen por encima el beneficio a las personas, sus propios intereses a la justicia y la opresión a la igualdad, son las que manejan nuestros gobiernos. Nos hemos reunido aquí pacíficamente, pues es nuestro derecho para que nos reconozcan estos hechos. Las corporaciones se han quedado con nuestras casas mediante procesos ilegales de ejecución hipotecaria, a pesar de no contar con la hipoteca original. Con total impunidad, se han quedado con los rescates provenientes del dinero de las contribuyentes, al mismo tiempo que continúan concediéndoles exorbitantes primas a sus directivos ……


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Por qué ocupamos, Qué sabemos.


Movimiento Ocupar Wall Street.


¿Quién realmente somos?


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John Bellamy Foster


En la Manifestación Occupy Eugene , 15 de Octubre de 2011


Estamos aquí como parte del movimiento Ocupar Wall Street, que en muy pocas semanas ha devenido en un movimiento global en cientos de ciudades alrededor del mundo. Formamos parte del 99 por ciento no solo en este país sino a nivel mundial.


He estado leyendo los principales medios corporativos. He estado escuchando a los expertos, a los corredores, a los políticos. Critican nuestro movimiento, afirmando que no sabemos realmente por qué estamos aquí. Sostienen que estamos simplemente enfadados; que no se trata más que de una “protesta emocional”. El líder de la mayoría de la Cámara de Representantes Eric Cantor nos llama "una chusma en aumento."


Banqueros de Wall Street entrevistados por el New York Times dicen que somos “grupos marginales”; que nos “diluiremos” y dispersaremos en cuanto llegue el mal tiempo.


Un artículo del New York Times informaba ayer que éramos “activistas liberales” confundidos, cebados con políticas partidistas pero sin verdaderas ideas propias. Un editorial en el mismo diario sostenía que no éramos más que manifestantes, sin demandas claras. Conceden que somos bien intencionados, pero que son los políticos, no la gente en la calle, los que tienen la tarea de definir el curso futuro de las cosas –eso dicen-, no nosotros, no el 99%.


La revista Foreign Affairs, el órgano del Consejo de Relaciones Exteriores, escribe que Occupy Wall Street es crítico de Wall Street, pero no del Capitalismo; dice que no cuestionamos el sistema en si.


Están equivocados. Somos parte del creciente ejército del movimiento Occupy Wall Street a escala mundial. Y sabemos por qué estamos aquí.



  • Sabemos que la sociedad estadounidense se ha vuelto fundamentalmente desigual. Sabemos, aunque puede que no todos nosotros conozcamos las cifras exactas, que el 1 por ciento de los mayores ingresos recibe casi al 25 por ciento de todos los ingresos de la sociedad (incluyendo ganancias de capital), y que el 10 por ciento superior recibe casi el 50 por ciento.


  • Sabemos, aunque no podamos citar las cifras en forma precisa, que, entre 1950 y 1970, por cada dólar adicional ganado por aquellos que forman el 90 por ciento inferior de ingresos, los que forman parte del 0,01 por ciento superior recibieron $162 dolares. ¡Pero esto era cuando las cosas eran más igualitarias! Entre 1990 y 2002, por cada dólar adicional ganado por el 90 por ciento inferior de la población, los que forman parte del 0,01 por ciento recibieron $18,000 adicionales.


  • Sabemos acerca de Forbes 400. Que en los Estados Unidos 400 individuos (un número bastante menor a los que se encuentran hoy día aquí) poseen tanta riqueza como la mitad inferior de la población, unos 150 millones de personas.



  • Sabemos, aunque puede que no conozcamos los detalles precisos, que de acuerdo a una auditoría realizada por la Oficina General de Contabilidad de los EEUU, el Departamento de Reserva Federal entregó, en la última crisis financiera, más de $16 billones en ayuda financiera a las mayores corporaciones en los EEUU y en el mundo. ¡A los ricos se les salvó, mientras que a la mayoría de la población se les obligó a pagar el gasto! ¡Y ustedes siguen pagando!


  • Sabemos que hay oficialmente más de un 9 por ciento de desempleo en los Estados Unidos, mientras que la cantidad real de personas que desean un trabajo de tiempo completo y no lo tienen llega a alrededor del doble de esa cifra.


  • Sabemos que el índice oficial de desempleo juvenil es de 25%; el índice para negros 16 por ciento; para Hispanos 11%. Y si doblamos estas cifras estaremos más cercanos a la realidad.


  • Sabemos que la pobreza está creciendo y “feminizándose”. Sabemos que mucha gente en este país es injustamente tildada de "inmigrante ilegal."


  • Sabemos, aunque no captemos el alcance total, que hay 2,4 mil millones de personas en el mundo que, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo OIT, están sin empleo, con empleos inferiores a sus capacidades, económicamente inactivos, o dedicados a trabajos de subsistencia. Ese 39 por ciento de los trabajadores del mundo vive con menos de 2 dólares diarios.


  • Sabemos que las corporaciones multinacionales explotan las diferencias de salarios entre los distintos países, aprovechando la ventaja del enorme ejército de reserva de desempleados, para generar grandísimas ganancias, y para mantener bajos los salarios en todo el mundo.


  • Sabemos que no hay una recuperación económica real; que nos encontramos en un período de estancamiento económico, donde sólo los ricos prosperan. Que el crecimiento económico de los Estados Unidos ha venido desacelerándose en cada década sucesiva desde los 1960’s y que hoy día está virtualmente estancado. Que los ricos están obteniendo rebanadas mayores de un pastel que no crece, mientras las rebanadas para la mayor parte del resto son menores.


  • Sabemos que se está destruyendo el planeta. Que el futuro de todas las especies y de la humanidad misma está siendo amenazado. Que, como expresara James Hansen, el más renombrado climatólogo del mundo, “ésta es nuestra última oportunidad para salvar a la humanidad”. ¡Y que ninguno de los gobiernos en las economías ricas está haciendo nada en absoluto al respecto! Que las compañías de petróleo y las compañías de carbón son más importantes para los que detentan el poder que el planeta mismo.


  • Sabemos que los Estados Unidos y sus aliados han estado comprometidos recientemente en guerras en Afganistán, Irak y Libia. Que se planea una intervención en Irán, y posiblemente en Venezuela. Que bases militares de EEUU salpican el globo entero y están aumentando en número. Sabemos que los EEUU gastan oficialmente alrededor de 500 mil millones de dólares al año en lo militar, pero en la realidad un billón de dólares al año .


  • Sabemos que vivimos en una plutocracia y no en una democracia, donde el dinero vence a la opinión pública en cada instancia del proceso político.


  • Sabemos que los sindicatos se hallan a la defensiva en este país. Que han sido aplastados por leyes injustas. Que están luchando por encontrar un camino para defenderse.


  • Sabemos que nuestro sistema educacional primario y secundario está siendo privatizado y destruido.


  • Sabemos que tenemos –lejos- la mayor tasa de encarcelados en el mundo.


  • Sabemos que todo esto está relacionado al sistema de poder económico, a una sociedad que cree en el principio de Wall Street, "el lucro es bueno", el lema del capitalismo.


  • Sabemos que somos la necesaria y la última defensa de la humanidad. Que ustedes son el 99% del mundo. Que no nos “diluiremos” cuando venga el tiempo frío. Que no somos una chusma. Que somos la tierra, somos la democracia, somos el futuro. El mundo ha sido ocupado demasiado tiempo por una minúscula minoría. Es hora que la gente lo reocupe. Que lo recupere.

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El año 2009, participando en una discusión acerca de la crisis financiera global en Democracy Now!, expuse que nos encontrábamos en un período de estancamiento económico de larga duración (del cual la crisis financiera era simplemente un síntoma). El antecedente histórico más cercano era la Gran Depresión. Señalé que tomó cerca de cuatro años tras la caída de la bolsa de 1929 antes que se produjera una revuelta en los EEUU en los años 30 - lo que conocemos como la Gran Revuelta desde Abajo – que derivó en el movimiento de sindicalización industrial, el surgimiento de la CIO (Congress of Industrial Organizations), y el segundo “Nuevo Trato” (New Deal). La revuelta no se tornó seria sino hasta un año o más después de haberse iniciado la recuperación económica en 1933, cuando la gente súbitamente se dio cuenta de que la recuperación era falsa.


Dije que una similar Gran Revuelta desde Abajo era probable en los EEUU de hoy, dado el profundo y duradero estancamiento. Pero que habría que esperar tres o cuatro años, como con la Gran Depresión, para que tomara vuelo, y para que prendiera en la gente. Que, tal como en la Gran Depresión, la revuelta no se materializaría hasta que la gente no se hubiera enterado que la promesa de recuperación económica era falsa, que se les había mentido y robado sistemáticamente. Ocupar Wall Street, Ocupar Eugene, Ocupar los Estados Unidos es la Gran Revuelta desde Abajo de nuestros tiempos.


Pero de lo que estamos siendo testigos esta vez es del crecimiento de algo aún mayor. En cuestión de pocas semanas hemos visto el surgimiento de un movimiento Ocupar el Mundo. Por todos lados, la gente se está uniendo para luchar. Cuando estuve en Australia a comienzos de octubre, en el momento en que todo esto estaba comenzando, los activistas radicales tenían los ojos pegados a los acontecimientos de Ocupar Wall Street – incluso antes que apareciera mencionado en los grandes medios en Estados Unidos. ¿Por qué? Australia está al otro lado del globo. ¿Por qué tendría que importarles un movimiento de resistencia en Nueva York?


La razón está en que nosotros en los Estados Unidos vivimos en la “Fortaleza America” ("Fortress America"), el corazón de un imperio mundial. ¡Se supone que aquí no ocurren revueltas! Si aparece una grieta en el muro, si tienen lugar protestas masivas, aquí, “Al interior del Monstruo”, como lo llamó José Martí, el mundo entero súbitamente se inspira y se siente animado a resistir. Porque entonces saben que el imperio se está desmoronando. Nuestras luchas acá abren espacio para la resistencia para todos los pueblos del mundo.


¿Qué significa ocupar? ¿Por qué es tan importante una ocupación? ¿Por qué este movimiento es tan diferente? Lo son porque significa que no nos vamos a marchar. No nos vamos a dispersar. Vamos a quedarnos. Vamos a ganar. El mundo lo exige.


Muchas gracias.






John Bellamy Foster es el editor de Monthly Review. Es autor de What Every Environmentalist Needs to Know about Capitalism (con Fred Magdoff), The Ecological Rift, The Ecological Revolution, The Great Financial Crisis, Marx's Ecology, Ecology against Capitalism, y The Vulnerable Planet.






URL: mrzine.monthlyreview.org/2011/foster191011.html


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