jueves, 12 de julio de 2012

La Democracia en América Latina está herida y en grave peligro. El poder de los "mass-media" y los poderes facticos globales.

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Los Partidos Políticos, otra de las fortalezas históricas de la Democracia Liberal representativa, simplemente por décadas continúan en crisis terminal y sólo presentan vida activa por el tiempo que duren las elecciones – y al final cuando juramenta el “electo”, tampoco gobierno, porque quien ejerce el “Poder Político”, es el Caudillo electo y para ello se rodea de los poderes fácticos locales y entrega el gobierno y el poder a la corporaciones transnacionales. (Son tan minúsculos en su visión y responsabilidad política, que por recibir el apoyo, asesoramiento son secuestrados por los representantes del poder factico transnacional y en lo cotidiano de la vida diaria nos les importa traicionar a sus electores y menos perder – triturar, demoler, asesinar - su propio “partido político” o movimiento o alianza política con la cual ganaron las elecciones y van hasta el fondo de demoler sus millones de votantes que confiaron en él y que dieron su apoyo, que se jugaron la vida porque confiaron en sus promesas y al final aparece la nefasta calidad del electo de que no es capaz del mínimo de reconocer en sus “antiguos asesores”, votantes, ciudadanos que apostaron por él y termina destruyendo todo, hasta el próximo proceso electoral, y nuevamente le volvemos a creer y somos sus electores, militantes y defensores.

Este proceso multidimensional dialéctico social – representación de clase -, político – Partido político, Programa y Proyecto Político -, cultural – diversidad étnica e interculturalidad -, ambiental – diversidad de recursos naturales, biodiversidad, conocimientos tradicionales, respeto a nuestra Madre Naturaleza – impulsa desde el poder local de la nueva Sociedad Civil, nueva, emergente, popular, democrática y junto al proceso de construcción de la nueva Ciudadanía Múltiple, intercultural, la forja de nuevos Liderazgos – sociales, humanistas, emergentes, representativos de las comunidades tradicionales y pueblos originarios, ubicado en contexto generales del “Cambio de Época histórica”, nuevos Sujetos Sociales Históricos, traen consigo un Nuevo Paradigma Político que exigen profundos cambios en el sistema democrático. Pasar de la simple democracia electoral, hacia la Democracia de Ciudadanos: se necesitan personas bien informadas sobre los acontecimientos y sobre los principios que están en la base del Estado de Derecho, personas alertas y lúcidas, capaces de defender una ética y una política que refleje los valores de la ciudadanía en democracia; porque debemos hacer una apuesta por el Estado de Derecho, la Democracia y los derechos fundamentales, que son los derechos humanos ya consagrados constitucionalmente, lo que implica que la ciudadanía puede ejercerlos con propiedad.
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Dr. Pablo Raúl Fernández Llerena, Sociólogo. Politólogo. Docente de la Universidad Nacional de San Agustín. Ciudadano Mariateguista. Crítico del capitalismo "del desastre", del capitalismo salvaje, de la llamada economía del casino, del capitalismo en la era de la transnacionalización de los monopolios imperialistas, aquél que comenzó en la década de los 80', como "la revolución de los ricos", contra los pobres, modelo del capitalismo financiero especulativo que rueda sin frenos hacia el abismo, a un ritmo acelerado.... y nos arrastra a todos con él. Hoy millones de jóvenes indignados y sindicalistas en Europa, Ocupa Wall Street, en Estados Unidos, universitarios en Chile, el movimiento "Yo soy el 132" en México, así como millones de ciudadanos en las comunidades históricas y pueblos originarios, están cavando su sepultura final.
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La Democracia en América Latina está herida y en grave peligro.
El poder de los "mass-media" y los poderes facticos globales.
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Pablo Raúl Fernández Llerena.

Sociólogo. Politólogo.

“Para todos los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión”.

"Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero hay de los que luchan toda la vida esos son imprescindibles".

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1.- La Democracia un monumento “gigante” con pies de barro.

La historia no debe repetirse. Lo que le sucedió al Presidente Lugo, hoy o mañana le puede suceder a cualquiera de los Presidentes de América latina y por supuesto que parte del trabajo que hoy deben estar realizando las fuerzas oscuras y satánicas del imperialismo en componenda con los sectores más conservadores de las clases dominantes latinoamericanas, y por supuesto con la “dirección” de las corporaciones transnacionales – todos, parte de los poderes fácticos globales- es “planificar”, preparar, organizar un  golpe de estado, pero no al estilo del viejo cuartelazo y poner un “gorila” en el gobierno. Esa metodología se acabó, los tiempos históricos y políticos de la globalización neoliberal, en la era de la transnacionalización de los monopolios imperialistas, el escenario nacional y mundial  es el tiempo del capital financiero-especulativo, no hay lugar para las dictaduras, en espacial las dictaduras militares, porque los poderes fácticos mundiales asumen directamente su propia responsabilidad política.

Utilizan mejor a su favor la democracia con todos sus problemas, crisis, debilidades; manejan a su antojo las instituciones y rápidamente doblegan a los políticos y en especial a los representantes. Las clases dominantes, la Gran Burguesía Transnacional hoy no necesita ganar las elecciones, porque ante la crisis de los partidos políticos y la propia crisis de las instituciones, simplemente a partir de los “mass-media”, imponen La Agenda Nacional – Social y política – al gobierno de turno. Desde inicios de los 90’, tiempos del las políticas del Consenso de Washington hasta hoy, ejercen y son Gobierno. Pero además, consideramos, que:

Primero la Democracia Latinoamericana, tiene “la llave maestra” en su poder: La Carta Democrática Interamericana, aprobada el 11 de septiembre del 2001 en Lima, que declara de manera sencilla y directa:”Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla”. Sin embargo ante la “pesadez” política, “la tibieza o abulia” de la OEA ante “la violación flagrante del debido proceso”, ha terminando prácticamente “legitimando” esta burda violación de la democracia; la crisis de las instituciones políticas, - en especial los partidos políticos, los parlamentos -; paralelamente en el centro de este escenario de complejidad política, gobernantes progresistas impulsaron la creación de la Unión de Naciones del Sur – UNASUR – proceso de integración compleja y múltiple, pero fundamentalmente política – al margen del poder imperial – que en los últimos años está dando la batalla contra las fuerzas económicas conservadoras y las “nuevas” oligarquías financiero-comercial exportadoras, sector muy poderoso ligado a los poderes fácticos mundiales. Su objetivo estratégico, defender y preservar el sistema democrático, pero operando cambios sociales y políticos significativos al interior del sistema democrático de cada país, teniendo como norte principal la vigencia de los Derechos Humanos, los derechos sociales, laborales y políticos, en el objetivo estratégico principal, de que la democracia, sirva verdaderamente a los intereses sagrados de los pueblos y comunidades históricas

Segundo, hoy no como en el pasado, es sumamente difícil que encuentren las condiciones sociales, políticas, culturales, ambientales – ya que hoy, están en absoluta oposición a sus intereses de clase, por ser víctimas directas del saqueo, pillaje, apropiación y devastación de la diversidad de los recursos naturales – pero en cambio,  sí tiene a su favor, para preparar su chantaje político – que le sirve de excelente fundamento para “justificar” cualquier aventura golpista, disfrazada de constitucional -, es sin duda, su famoso y extraordinario crecimiento macroeconómico,  - modelo que pertenece solo a ellos y son los únicos y absolutos beneficiados – modelo ponderado al máximo de la fortuna y beneficios, y hoy en todo el mundo reconocido y premiado como el “único”, el “mejor”, mediante el poder de sus medios de comunicación, frente a la debilidad, crisis o bancarrota final de las instituciones, en la práctica están sustituyendo, reemplazando a las instituciones políticas mundiales – hoy en crisis “final” - que hasta fines de la década de los 80’ tenían como tarea y responsabilidad central el papel y función de articuladores principales entre el gobierno, el mercado y la sociedad civil en su conjunto.

Sin embargo, es necesario considerar que el problema central de la democracia en América Latina, sistema político imperante, hegemónico, dominante, es en sí la propia democracia construida, levantada, sin Instituciones, gigante como un  inmenso edificio, de cien pisos, tiempo histórico nunca antes visto de hegemonía política democrática, cuya principal causa de su gigantesco crecimiento es que ha sido levantada sobre cimientos que corresponde a una construcción de un solo piso y con columnas de carrizo o alambre delgado, saben porque, porque nuestra democracia latinoamericana en su conjunto ha sido construida sobre los cimientos puramente electorales, el voto, el sufragio – en otros tiempos por lo menos tenía cimientos para dos pisos, pero dada la terrible enfermedad que padecen, el cáncer de los partidos políticos – hoy se debaten en una crisis final, sin retorno, por su falsa representación, absoluta desconfianza de la población, falta de credibilidad en la opinión pública, sin legitimidad en el electorado, sin liderazgo, atravesados por la corrupción y la incompetencia de sus círculos dirigenciales.

Partidos políticos como parte de la crisis final de las instituciones post Segunda Guerra Mundial - hoy envueltos y copados totalmente por la crisis de la política, la crisis de las ideologías y de los grandes paradigmas, contexto mundial, nacional, regional y local del cual no han podido salir en las últimas dos décadas. En general es una democracia muy débil, no tiene fortalezas sociales – movimientos sociales, sindicatos, gremios, movimientos populares – que en coyunturas  asuman su defensa, al contrario las destruye, las desconoce o simplemente las ignora. Tampoco tiene fortalezas políticas que le permitan salir del pantano en cual se debaten por mucho tiempo.

Los Partidos Políticos, otra de las fortalezas históricas de la Democracia Liberal representativa, simplemente por décadas continúan en crisis terminal y sólo presentan vida activa por el tiempo que duren las elecciones – y al final cuando juramenta el “electo”, tampoco gobierno, porque quien ejerce el “Poder Político”, es el Caudillo electo y para ello se rodea de los poderes fácticos locales y entrega el gobierno y el poder a la corporaciones transnacionales. (Son tan minúsculos en su visión y responsabilidad política, que por recibir el apoyo, asesoramiento son secuestrados por los representantes del poder factico transnacional y en lo cotidiano de la vida diaria nos les importa traicionar a sus electores y menos perder – triturar, demoler, asesinar - su propio “partido político” o movimiento o alianza política con la cual ganaron las elecciones y van hasta el fondo de demoler sus millones de votantes que confiaron en él y que dieron su apoyo, que se jugaron la vida porque confiaron en sus promesas y al final aparece la nefasta calidad del electo de que no es capaz del mínimo de reconocer en sus “antiguos asesores”, votantes, ciudadanos que apostaron por él y termina destruyendo todo, hasta el próximo proceso electoral, y nuevamente le volvemos a creer y somos sus electores, militantes y defensores.
 Es necesario forjar y construir verdaderos cimientos y columnas aceradas que sustenten y fundamenten la democracia en forma permanente. Debemos tener una democracia no solamente electoral, sino ir más allá, hacia una democracia de ciudadanos, con mayor participación, intervención y decisión de la Sociedad Civil, una democracia que reconozca y privilegie las distintas y diversas formas de asociacionismo comunitario, tradicional, formas originarias de organización y representación de la población, escenario altamente productivo, donde las redes sociales comunitarias se transformen en verdaderas columnas de resistencia de la democracia.

Es  importante, prioritario, descentralizar  su representación, organización y funcionamiento. Forjar nuevos liderazgos desde la sociedad civil local – el poder local emergente, popular, autónomo y democrático – se convierta en el cimiento y columna de resistencia, aplicación, desarrollo y modernidad de la diversidad cultural,  formas de comunicación – intensificar la comunicación intercultural – que el diálogo, la rendición de cuentas y las transparencia pública se transformen en el mecanismo democrático de la construcción de políticas de consenso y concertación, con la finalidad de que la Democracia sustente y retroalimente las nuevas formas de capital político y democrático y funcione en representación de todos y para todos. Que la utopía y la esperanza en la democracia para hacer un sistema político para todos (as) los ciudadanos (as)  se convierta en una realidad en bienestar social, mejores condiciones de vida, trabajo de calidad, salarios dignos, vigencia de los derechos humanos, así como respeto y defensa de la Madre Naturaleza, base e inicio del proceso de construcción de una nueva civilización humana.



2.- La Democracia ha sido secuestrada y se encuentra en grave peligro.

Hoy el pueblo, los gobiernos democráticos, en contextos polarizados donde ha sido secuestrada la gobernabilidad, la democracia es sorda y ciega, los explotados, los excluidos, los marginados, no tienen quien los defienda. La derecha conservadora en alianza o al servicio de las corporaciones transnacionales, ya no necesita ganar las elecciones, sigue en el poder. Precisamente por la debilidad de la democracia y los políticos que rápido son ganados por el miedo, por el chantaje  de los poderes fácticos, entre ellos, el poder de los “mass-media” de su propiedad, desde donde imponen y justifican al mundo cualquier atropello a la dignidad del ser humano. Hoy ver incluso, hechos que parecer ser “invisibles” intrascendentes o secundarios, como sale y salpica,  la condición salvaje, diabólica, de la codicia del capitalismo financiero, como utiliza niños – los pavitos, el niño constructor,  el niño “papel higiénico”, etc. - en la mezquindad de su publicidad y quien dice algo, para parar este atropello a los niños. Nadie, todos seguro lo justifican.

El escenario nacional y/o continental, complejo, salvaje, pleno de incertidumbre colectiva y violencia ciudadana, multipolarizado,  es capaz  de “callar” grandes verdades y acontecimientos y justificar hechos destructivos, acciones  de vandalismo, ruina, estrago y aceptar como ciertos actos de barbarie criminal y apoyar golpes de estado institucional como la del Presidente Lugo, presentándolo como decisiones de su democracia interna y que deben ser respetados bajo el argumento de no intervención en los asuntos internos de cada país y menos entrometerse políticamente en decisiones de su democracia representativa, del poder legislativo, el primer poder del Estado. Cuidado con justificar y aceptar como “legitimo” esta tropelía política y salvajismo constitucional. La OEA, poseedora de un parasitismo político, de actuar a espaldas de la democracia está finalmente justificando, “legalizando”, el falso “cambio constitucional”, relevo, o sanción del Congreso por incapacidad en el gobierno. Otras palabras dentro de su modorra política, sirvieron, se utilizaron para también “justificar” el golpe de estado en Honduras en junio del 2009.

Al iniciarse la década del nuevo milenio lo intentaron en Venezuela, el primer golpe de estado por el camino del “poder mediático”, medios de comunicación, pero les falló por su ambición, su cretinismo y desesperación política; años más tarde volvieron a la carga en Bolivia, intentando dividir al país, con el oriente moderno, rico, petrolero, gasífero y exportador, escenario que permitió por primera vez la participación directa de UNASUR, mediante el aislamiento político de los golpistas, sus asesores y financiadores. Fueron derrotados. Posteriormente su objetivo político Honduras, la descarada  intervención del imperialismo y del Presidente Premio Nobel de la Paz, sacaron al Presidente Zelaya, para ello contaron con la inoperancia e incapacidad  política de la OEA; posteriormente intentaron un “golpe policiaco”, utilizando policías y el apoyo directo del poder de los medios de comunicación en Ecuador contra el Presidente Correa, fallaron, fracasaron y fueron derrotados; ahora Paraguay contra el Presidente  Lugo, lo echan del poder, utilizan  la Constitución y el poder del Legislativo –Diputados y Senadores – y en cuestión de horas falsean un supuesto juicio político, y fuera un Presidente democrático, elegido por su pueblo.

Según las informaciones procedentes del hermano país, la situación real de la concentración agraria, sí es en verdad un complejo problema nacional – clases y lucha de clases entre un puñado de terratenientes y feudales al servicio de las transnacionales y millones de campesinos en pobreza y extrema pobreza – (in)surge en esa multipolarizada realidad, el inmenso poder que tiene internamente, violando la Soberanía Nacional del hermano país, la transnacional Monsanto – la misma de las semillas y productos transgénicos – en “santa alianza” con los gremios de la producción, los diarios conservadores y la cúpula religiosa, tejieron desde el mismo día de su juramentación, como sacar al Presidente Lugo en forma “elegante” y “constitucional” del gobierno, y al final parece que la encontraron. Pero lo golpistas podrán mantenerse en el gobierno con el aislamiento político de UNASUR, así como la extrema gravedad económica, comercial y financiero, producto de su “separación” mientras vuelva la democracia de parte del MERCOSUR.

Todo el problema político descansa en la debilidad institucional, social y política de la Democracia en América Latina. Una democracia en la mayor parte de países que sólo descansa o tiene como fortaleza política las Elecciones, el sufragio, con todas sus limitaciones, pero que al final en el centro de una larga y profunda apatía política, rechazo y cuestionamiento a la democracia por enarbolar y/o presentar sólo corrupción, desconfianza, falta de credibilidad, elitización y además de indignación colectiva encierra crisis de representación y legitimidad desde la opinión pública. Como salida a nuestra inoperancia y contagio de su supuesta anti-política, terminamos, “delegando mediante el voto” “la Democracia Delegativa - de rechazo, del no, o el tachar, nuestros derechos constitucionales al candidato elegido – constitucionalmente legítimo – al darle un “cheque en blanco” y entregarle todo “el poder político” del pueblo al Presidente, al Congresista,  Región, Alcaldía, por el tiempo que dura su elección..

Porque nuestras democracias liberal representativas, son simplemente en la historia política de América Latina, Democracias Electorales, democracias parlamentarias – fundadas en el voto y el sufragio – a pesar de su hegemonía política como democracia liberal representativa durante la década del nuevo milenio, no hemos sido capaces de “transformar, cambiar, modernizar” la Instituciones base fundamental de nuestra democracia, con la finalidad de democratizar la propia democracia, sabiendo que en las dos últimas décadas “ha corrido sola” sin oposición, pero sí en cambio, debía superar a su propia oposición por sus limitaciones en la representación de clase, social, política, cultural; su falta de confianza social e institucional desde la opinión pública; trabajar más abiertamente, mirando al país – no solo a los empresarios – para  recuperar la credibilidad política de la ciudadanía y en lo central debería redoblar esfuerzos con la finalidad de construir legitimidad, no sólo constitucional – o de inicio – sino legitimidad de gestión y trabajo constitucional y al final legitimidad de salida.



3.- Forjar “nuevas” Instituciones como inicio de la (re)construcción política de una “nueva” Democracia, de Ciudadanos.

Decidirse a cambiar, a transformar, la “vieja” democracia liberal, participativa, parlamentaria, hacia una nueva Democracia de Ciudadanos, Participativa, Descentralizada, Dialogante, solidaria, fundada en el asociacionismo comunitario, sustentable, como parte del trabajo, de respeto y amor a la Madre Tierra, la Madre Naturaleza, etc. ; escenario de  múltiple y compleja coyuntura política y turbulencia cultural y ambiental, es importante seguir caminando por la larga avenida de la democracia de ciudadanos, - mayor participación de la comunidad, superar la crisis de representación y básicamente trabajar dentro de la política de los consensos en el proceso de recuperación de la confianza social e institucional, es decir, estamos recuperando el espacio público que nos pertenece, afianzando el carácter democrático de la opinión pública, realidad la nueva, democrática y emergente Sociedad Civil Real – como escenario de escenarios de las clases y lucha de clases -.

Este proceso multidimensional dialéctico – social – representación de clase -, político – Partido político, Programa y Proyecto Político -, cultural – diversidad étnica e interculturalidad -, ambiental – diversidad de recursos naturales, biodiversidad, conocimientos tradicionales, respeto a nuestra Madre Naturaleza – impulsa desde el poder local de la nueva Sociedad Civil, nueva, emergente, popular, democrática y junto al proceso de construcción de la nueva Ciudadanía Múltiple, intercultural, la forja de nuevos Liderazgos – sociales, humanistas, emergentes, representativos de las comunidades tradicionales y pueblos originarios, ubicado en contexto generales del “Cambio de Época histórica”, nuevos Sujetos Sociales Históricos, traen consigo un Nuevo Paradigma Político que exigen profundos cambios en el sistema democrático. Pasar de la simple democracia electoral, hacia la Democracia de Ciudadanos: se necesitan personas bien informadas sobre los acontecimientos y sobre los principios que están en la base del Estado de Derecho, personas alertas y lúcidas, capaces de defender una ética y una política que refleje los valores de la ciudadanía en democracia; porque debemos hacer una apuesta por el Estado de Derecho, la Democracia y los derechos fundamentales, que son los derechos humanos ya consagrados constitucionalmente, lo que implica que la ciudadanía puede ejercerlos con propiedad.

Una democracia de ciudadanos, significa mayor participación de la población organizada en las decisiones principales de la política y el gobierno, lucha continua y permanente contra corrupción y las políticas secretas del Estado,  presencia, participación activa de la Veeduría Ciudadana, como mecanismo de control, evaluación y reconocimiento, establecer como política nacional y descentralizada la Rendición de Cuentas  de la gestión política e institucional – proceso que sirve para la oxigenación permanente de la democracia y el propio proceso que garantice la participación ciudadana, como Política de Estado.

El proceso de surgimiento y construcción institucional, comprende igualmente la forja de un nuevo Liderazgo social y humanista – expresión y construcción de la política de consensos internos y reafirmación del proceso de cohesión social y política. Los partidos políticos, la política, y los propios políticos deben entrar en un nuevo proceso multidimensional de reorganización, refundación, cambio y/o transformación como instituciones centrales o fundamentales de la Democracia. No podemos continuar con la misma forma de organización, práctica política,  capital político tradicional – arcaico, pasado, sin ubicación política en la actual complejidad social -, organizaciones e instituciones profundamente desacreditadas ante la opinión pública, su fundación se remonta a tiempos de la Guerra Fría, de la bipolaridad mundial – socialismo y capitalismo – hoy existe un “Cambio de época histórica” y por lo tanto las instituciones locales, nacionales o mundiales deben responder a estos objetivos, características, principios, modelos económicos, crisis y representación. Las instituciones del mundo de la política, así como los políticos tradicionales, corruptos, burocráticos, que han convertido a la política en un vil negocio – ellos definitivamente no sirven absolutamente para nada la democracia.

Reconstruir, refundar o volver a construir nuevas instituciones que respondan a las actuales condiciones multidimensionales de una sociedad actual, múltiple, compleja, multipolarizada, expresión y representación, con una fuerte carga de heterogeneidad social,  una extensa y extraordinaria diversidad cultural, así como el reconocimiento de la profunda desigualdad geográfica territorial. Las nuevas instituciones, columna vertebral de la nueva democracia en América Latina, deben ser la expresión de la realización de una Ciudadanía Múltiple, - intercultural – como desarrollo de una nueva Sociedad Civil, Real – expresión de las clases y la lucha de clases – manifestación de un emergente poder local – contexto dialéctico de un conjunto de potencialidades endógenas y sinergias locales y regionales base  de un proceso de conectividad externa.

Arequipa, patrimonio cultural de la humanidad.
AQP sábado 30 de junio del 2012.

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