miércoles, 29 de febrero de 2012

Del capitalismo “serio” al capitalismo corrupto. “Igual que un criminal, el dinero fácil es el único objetivo: la guerra, el crimen, la droga,.....

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“La corrupción ha acompañado la historia de la humanidad, pero en nuestros días ha alcanzado tales extremos que los hechos derivados de su significado etimológico: descomponer, depravar, dañar, viciar, pervertir, sobornar y cohechar, no parecen suficientes para describir este cáncer de la sociedad, convertido en un anti-valor generalizado. La corrupción constituye un fenómeno político, social y económico a nivel mundial. Es un mal universal que corroe las sociedades y las culturas; se vincula con otras formas de injusticia e inmoralidades, provoca crímenes y asesinatos, violencia, muerte y toda clase de impunidad; genera marginalidad, exclusión y miedo en los demás pobres mientras utiliza ilegítimamente el poder en su provecho. Afecta a la administración de justicia, a los procesos electorales, al pago de impuestos, a las relaciones económicas y comerciales nacionales e internacionales, a la comunicación social. Está por igual en la esfera pública como en la privada, y en una y otra se necesitan y complementan. Se liga al narcotráfico, al comercio de armas, al soborno, a la venta de favores y decisiones, al tráfico de influencias, al enriquecimiento ilícito”. Todo esto, con características casi apocalípticas, lo decía la Conferencia Episcopal de Ecuador reunida en Quito en 1988 en su documento “Corrupción y conciencia cristiana”. Hoy día podríamos suscribir uno a uno estos conceptos como algo absolutamente vigente en cualquier parte del mundo.



El capitalismo actual se basa fundamentalmente en el sistema financiero internacional; esos mega-capitales, que no tienen patria, que responden sólo a la lógica del dinero fácil y rápido, se mueven en un espacio de extraterritorialidad ajeno en un todo a leyes nacionales, Ese espacio no controlado (igual que el del negocio de las armas o de las drogas ilegales) –y que, al contrario, controla en muy buena medida la marcha del mundo– es el de los llamados paraísos fiscales y la banca offshore. Junto a ello, el negocio de las armas, fabricadas por las principales potencias mundiales encabezadas por Estados Unidos, produce igualmente ganancias fabulosas, siempre manejadas con criterios criminales, mafiosos. Por lo pronto, el monumental negocio de las armas (que ocasiona dos muertes por minuto a escala planetaria) no se parece a ningún otro. Debido a su relación con la seguridad nacional y la política exterior de cada país, funciona en un ambiente de alto secretismo y su control no está regulado por la Organización Mundial del Comercio sino, muy precariamente, por los diferentes gobiernos. En general –esto es sin dudas lo más preocupante– los gobiernos no siempre están dispuestos o son capaces de controlar las ventas de armas de forma seria y responsable.


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Del capitalismo “serio” al capitalismo corrupto.



“Igual que un criminal, el dinero fácil es el único objetivo: la guerra, el crimen, la droga, el dinero sucio, la especulación financiera, el robo descarado”.


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Martes 28 de febrero del 2012.


Marcelo Colussi (especial para ARGENPRESS.info)



Para mi papá, trabajar era lo más fácil del mundo. Viajaba y se alojaba en el mejor hotel de Miami (…) a la luz de todo el mundo, recibiendo a los más evidentes mafiosos norteamericanos (…) llegaba con dinero, entraba y salía, lo declaraba a su nombre.


Juan Pablo Escobar [hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar], en “Los pecados de mi padre”.



La corrupción ha acompañado la historia de la humanidad, pero en nuestros días ha alcanzado tales extremos que los hechos derivados de su significado etimológico: descomponer, depravar, dañar, viciar, pervertir, sobornar y cohechar, no parecen suficientes para describir este cáncer de la sociedad, convertido en un anti-valor generalizado. La corrupción constituye un fenómeno político, social y económico a nivel mundial. Es un mal universal que corroe las sociedades y las culturas; se vincula con otras formas de injusticia e inmoralidades, provoca crímenes y asesinatos, violencia, muerte y toda clase de impunidad; genera marginalidad, exclusión y miedo en los demás pobres mientras utiliza ilegítimamente el poder en su provecho. Afecta a la administración de justicia, a los procesos electorales, al pago de impuestos, a las relaciones económicas y comerciales nacionales e internacionales, a la comunicación social. Está por igual en la esfera pública como en la privada, y en una y otra se necesitan y complementan. Se liga al narcotráfico, al comercio de armas, al soborno, a la venta de favores y decisiones, al tráfico de influencias, al enriquecimiento ilícito”. Todo esto, con características casi apocalípticas, lo decía la Conferencia Episcopal de Ecuador reunida en Quito en 1988 en su documento “Corrupción y conciencia cristiana”. Hoy día podríamos suscribir uno a uno estos conceptos como algo absolutamente vigente en cualquier parte del mundo.



Agregaba el documento más adelante: “La corrupción refleja el deterioro de los valores y virtudes morales, especialmente de la honradez y la justicia. Atenta contra la sociedad, el orden moral, la estabilidad democrática y el desarrollo de los pueblos”. Más aún: la lapidaria descripción presentada por los prelados no es patrimonio de cualquier “pobre y atrasado país del Sur”, de algún “Estado fallido”, como una dudosa ciencia política de corte imperial se ha dado en calificar últimamente a algunos países del Tercer Mundo. Por el contrario, es la más fiel descripción del capitalismo desarrollado del Norte. ¿No es esa acaso la nota distintiva del capital financiero que maneja el planeta?



Hoy día los “negocios sucios” han pasado a ser la fuerza principal que dinamiza al sistema en su conjunto. La especulación financiera, el negocio de las armas (principal industria a nivel global, que no es otra cosa que el negocio de la muerte), el tráfico de drogas ilícitas, el lavado de capitales “sucios”, el crimen organizado en su conjunto, la guerra, no son una nota marginal en el capitalismo actual: ¡son su esencia, su savia vital, su núcleo fundamental!



El capitalismo de fines del siglo XX y comienzos del XXI ha pasado a ser, lisa y llanamente, una mafia. La corrupción, si nos apegamos a la caracterización hecha más arriba, no es una enfermedad del sistema, un cuerpo extraño que lo ataca: es su dinámica cotidiana, lo que constituye y define su forma actual.



El capitalismo contemporáneo, manejado por mega-capitales de alcance planetario, se asemeja más a una estructura mafiosa, corrupta y delincuencial que al espíritu empresarial que lo puso en marcha hace ya algunos siglos. La “aventura” de invertir y buscar hacer prosperar el negocio, sabiendo que ello puede suceder pero que no está asegurado de antemano –el riesgo ocupaba un lugar por cierto– se cambió hoy día por un esquema donde la ganancia fácil es la norma. Para ello este nuevo esquema corrupto se asegura su “éxito” con prácticas más de orden criminal que empresarial. “Estados Unidos requiere libertad de acción en las zonas comunes globales y acceso estratégico a regiones importantes del mundo para satisfacer nuestras necesidades de seguridad nacional”, puede leerse en la Estrategia de Defensa Nacional de Washington del año 2008. La ganancia se asegura al precio que sea, y si es por medio de la fuerza bruta, no importa: el fin justifica los medios. La proclamada “libre competencia” quedó en la historia. El mundo pasó a ser el campo de acción de bandas delincuenciales… ¡legales!, con poderes omnímodos y que se dan el lujo de hablar de democracia y libertad. Igual que un gánster de barrio, el actual capitalismo se mueve con la más descarada bravuconería e impunidad.



La corrupción, entendida en el modo en que la declaración de Quito lo presenta, es decir como “descomponer, depravar, dañar, viciar, pervertir, sobornar y cohechar”, es consustancial al clima de negocios que domina el mundo. O mejor dicho, con que los mega-capitales globales dominan al mundo.



Si a principios del siglo XX el presidente de Estados Unidos Calvin Coolidge podía decir que el negocio de su país consistía en “hacer negocios”, hoy eso se ha trocado en “hacer negocios sucios”. El criminal negocio de la muerte (las armas, las guerras, las drogas ilegales) cada vez más va entronizándose como el ámbito de mayor crecimiento, que más ganancias da. A título de ejemplo: en estos últimos 35 años el negocio de las drogas ilícitas dentro del territorio estadounidense (un gran negocio de la muerte manejado criminalmente ¡no sólo por capos latinoamericanos!) creció de un promedio de 17 a 400 toneladas –más de una tonelada diaria vendida–, es decir: un 2.353%, lo que da como resultado un 67% de crecimiento anual (índice que ningún otro rubro comercial siquiera sueña con alcanzar).



Junto a ello, el negocio de las armas, fabricadas por las principales potencias mundiales encabezadas por Estados Unidos, produce igualmente ganancias fabulosas, siempre manejadas con criterios criminales, mafiosos. Por lo pronto, el monumental negocio de las armas (que ocasiona dos muertes por minuto a escala planetaria) no se parece a ningún otro. Debido a su relación con la seguridad nacional y la política exterior de cada país, funciona en un ambiente de alto secretismo y su control no está regulado por la Organización Mundial del Comercio sino, muy precariamente, por los diferentes gobiernos. En general –esto es sin dudas lo más preocupante– los gobiernos no siempre están dispuestos o son capaces de controlar las ventas de armas de forma seria y responsable.



Por otro lado, lo más frecuente es que las legislaciones nacionales en la materia, si la hay, sean inadecuadas y estén plagadas de vacíos legales, en tanto que los mecanismos existentes no son obligatorios y apenas se aplican. En otros términos: el negocio de las armas no es transparente, se maneja como asunto mafioso, gansteril. Por no ser de conocimiento público no está sujeto casi a ninguna fiscalización, vendiéndose tanto en el mercado “legal” como en el negro. Por eso, las diversas iniciativas internacionales de la post Guerra Fría para fiscalizar este tipo de transacciones han resultado inútiles. Los intereses económicos, políticos y de seguridad hacen de este rubro un sector misterioso, intocable en definitiva. Es decir: corrupto, viciado, impenetrable, peligroso para el ciudadano común.



Y peor aún: los mega-capitales o mega-fondos que manejan estos monumentales negocios no son transparentes, no están controlados por nadie. Los mismos hacen y deshacen a su antojo, definiendo guerras o políticas que afectan a vastos sectores de la humanidad, produciendo quiebras de economías nacionales cuando lo deciden y aumentando sus ganancias en forma exponencial sin asumir el más mínimo riesgo. Para ilustrarlo, Ignacio Ramonet explica sintéticamente en “Nuevo capitalismo” cómo funcionan estas mafias legales, intocables, absolutas: “Para adquirir una empresa que vale 100, el fondo pone 30 de su bolsillo (se trata de un porcentaje promedio) y pide prestados 70 a los bancos, aprovechando tasas de interés muy bajas. Durante tres o cuatro años reorganiza la empresa con los administradores que tenía, racionaliza la producción, desarrolla actividades y capta toda o parte de las ganancias para pagar los intereses... de su propia deuda. Después de lo cual, revende la empresa a 200, por lo general a otro fondo que hará lo mismo. Una vez devueltos los 70 pedidos en préstamo, le quedan 130 en el bolsillo, por una puesta inicial de 30, es decir, más del 300% de tasa de retorno sobre inversiones en cuatro años. ¿Quién da más?”



El capitalismo actual se basa fundamentalmente en el sistema financiero internacional; esos mega-capitales, que no tienen patria, que responden sólo a la lógica del dinero fácil y rápido, se mueven en un espacio de extraterritorialidad ajeno en un todo a leyes nacionales, a superintendencias bancarias, a regulaciones, a convenios internacionales. Ese espacio no controlado (igual que el del negocio de las armas o de las drogas ilegales) –y que, al contrario, controla en muy buena medida la marcha del mundo– es el de los llamados paraísos fiscales y la banca offshore.



Hoy por hoy nadie sabe con exactitud cuántas son esas empresas y esos capitales. Lo cierto es que existen, y su presencia en la dinámica global es decisiva: sociedades virtuales o reales que no están obligadas a presentar balances, a establecer su composición accionaria o, incluso, a tener capital alguno. Las hay en todo el mundo: en islas perdidas diseminadas a lo largo del planeta, en capitales de países del Norte, o curiosidades como el Principado de Sealand, que funciona sobre una antigua plataforma petrolera del Mar del Norte, o el Dominio de Melchizedek, la primera “nación virtual”, situada sobre un desértico atolón vecino a las Islas Marshall, en la Micronesia en pleno Océano Pacífico, que a través de su página www.Melchizedek.com ofrece nacionalidad, pasaporte y facilidades para toda clase de negocios.



Extremando las cosas podría decirse que el capitalismo en sus albores era “serio”; o, si prefiere, fijó reglas donde el espíritu de empresa, el riesgo de la aventura comercial era parte de su proyecto, asumiendo eso con total seriedad. El libre mercado, la competencia inter-empresarial fue, sin dudas, su motor original. Era lícito enriquecerse siguiendo esas reglas. Por supuesto que las mismas implicaban la esclavitud o eliminación de millones de seres humanos y la depredación inmisericorde del medio ambiente; pero esas eran las reglas del juego. En eso consistía su “mayoría de edad” como sistema, su seriedad, destronando al decadente feudalismo europeo y expandiéndose por todo el orbe transformando sin retorno toda la sociedad global. Hoy, vencedor en la Guerra Fría y sin enemigos a la vista –al menos en lo inmediato– su voracidad no cesa, habiéndose transformado en un monstruo que no se detiene ante nada, moviéndose como criminal, saltando las mismas reglas que estableció siglos atrás. El espíritu puritano y el orgullo del trabajo que lo pusieron en marcha sobre el feudalismo medieval quedaron totalmente en la historia. Ahora es un gánster fuertemente armado que busca seguir perpetuándose a punta de pistola (o de misil nuclear), haciendo cada vez más fortuna, sin trabajar y dedicándose a negocios turbios. ¿No es eso acaso las más absoluta corrupción de sus propios principios fundacionales?



Ahora ya no se trata de competir, de seguir las leyes de mercado y ser respetuoso de esos principios. Ahora la avidez por la ganancia inmediata es el nuevo norte. Todo se vale. Igual que un criminal, el dinero fácil es el único objetivo: la guerra, el crimen, la droga, el dinero sucio, la especulación financiera, el robo descarado…., todo eso reemplazó al espíritu emprendedor y laborioso de algunos siglos atrás.



Como sistema, el capitalismo jamás fue “serio”. Fue depredador, criminal, abusivo. Si a eso se le puede llamar “seriedad”, abre inquietantes interrogantes. Pero no hay ninguna duda que hoy, envalentonado y ensoberbecido como nunca, su seriedad se transformó en mueca burlona. No se premia el trabajo tesonero y el ahorro sino la especulación, la corrupción, “el deterioro de los valores y virtudes morales, especialmente de la honradez y la justicia”, como dijeran los obispos ecuatorianos citados arriba.



Hoy como ayer, estamos ante los mismos problemas: el sistema beneficia a muy pocos a costa del perjuicio de las mayorías. La diferencia es que en la actualidad toda esta delincuencial corrupción se ha ido disfrazando de legal. En otros términos: estamos en las manos de unos cuantos gánsteres peligrosos, llenos de poder y dispuestos a cualquier cosa para seguir manteniendo sus privilegios. Pero nos alienta saber que la historia no ha terminado, y tal como dijo el español Xabier Gorostiaga “los que seguimos teniendo esperanzas no somos estúpidos”.


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martes, 28 de febrero de 2012

¿Cómo decían que en la UNION EUROPEA no había corrupción?. Eurobarómetro sobre la corrupción, ¿ Resultados Decepcionantes?.

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La corrupción sigue siendo uno de los mayores retos que afronta Europa. Mientras que la naturaleza y el alcance de la corrupción varía de un Estado Miembro de la UE a otro, lo que perjudica al conjunto de la UE en términos de reducción de los niveles de inversión, obstruyendo el funcionamiento del mercado interior y con un impacto negativo sobre las finanzas públicas. El costo económico de la corrupción en la Unión Europea se calcula en alrededor de € 12.000 millones de €uros por año. En cualquier caso, España ocupa el puesto N° 30 en transparencia sobre un total de 178 países. Los países con menor índice de son: Dinamarca, Nueva Zelanda, Singapur, Finlandia, Suecia, Canadá y Holanda. Dentro de la Unión Europea sorprende el elevado índice de corrupción existente en Italia, que ocupa el puesto 67. Países como UK, Estados Unidos y Francia están por encima de España, ocupando el puesto 20, 22 y 24 respectivamente. Cuánto tiempo nos han sorprendido primero, después nos hado lecciones de ética, moral, de limpieza en el trabajo, en la economía en los negocios. Pero este resultado sobre la generalización de la corrupción ahonda mucho más la crisis estructural que hoy esta demoliendo no sólo la economía sino el sistema capitalista en su conjunto.


Pensar que llegan a nuestro continente, y siempre llevan consigo la “lección de haber acabado la corrupción”. Ahora comprendemos cómo instituciones hasta entonces que había construido prestigio, en la mayoría de ellas se ha hecho puré, se está acabando junto con la falta de credibilidad, confianza, garantía y legitimidad en las instituciones, en el propio sistema político en su conjunto. Ahora comprendemos como la elite europeo- norteamericano está barriendo con todas las grandes fortalezas sociales y políticas que sostienen a la democracia por más de 6 décadas continuadas. Amigos europeos, ahora concentren su trabajo, sus lecciones de sabiduría en salvar a su propio continente, porque la hora de los pueblos está llegando. La historia en la coyuntura nos está regalando extraordinarias lecciones de humanismo para construir una nueva civilización humana.


///// Mapa de la corrupción mundial. Ahora miren el alto índice de corrupción en Europa comparado con nuestros países que siempre nos miraron del hombro para abajo, porque ellos eran éticos, morales, limpios, transparentes, había confianza y credibilidad en sus actos. Estamos todos porque los resultados del Eurobarómetro, son iguales que del Latinobarómetro.


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¿Cómo decían que en la UNION EUROPEA no había corrupción?.


Eurobarómetro sobre la corrupción, ¿ Resultados Decepcionantes?.


By Control Capital Net. CCN.


Martes 28 de febrero del 2012.


La corrupción sigue siendo un problema importante en los países de la Unión Europea y se cree que los niveles han aumentado en los últimos tres años, según la encuesta del Eurobarómetro publicada por la Comisión Europea el 15 de febrero. Los datos muestran que casi tres cuartas partes (74%) de los europeos siguen considerando a la corrupción como un problema importante y creen que existe en todos los niveles de gobierno. El 8% de los encuestados dicen que se les ha pedido un soborno en el pasado año.


La encuesta del Eurobarometro realizada en septiembre de 2011 procesó casi 27.000 respuestas y ofreció una gran variedad de respuestas en la percepción en los distintos países. Así un 98% en Grecia señaló que la corrupción es un problema mayor mientras que sólo el 19% en Dinamarca tuvo la misma respuesta. Es decepcionante constatar que los resultados prácticos en la lucha contra la corrupción a través de la Unión Europea sigue siendo insatisfactorio. ¿Cuántas veces nos han dicho que es hora de actuar? Los europeos esperan que los gobiernos nacionales tomen medidas decisivas. Es hora de que lo hagan", dijo Cecilia Malmström, Comisario de la UE para Asuntos de Interior.


La corrupción sigue siendo uno de los mayores retos que afronta Europa. Mientras que la naturaleza y el alcance de la corrupción varía de un Estado Miembro de la UE a otro, lo que perjudica al conjunto de la UE en términos de reducción de los niveles de inversión, obstruyendo el funcionamiento del mercado interior y con un impacto negativo sobre las finanzas públicas. El costo económico de la corrupción en la Unión Europea se calcula en alrededor de € 12.000 millones de €uros por año.


En junio del año pasado, la Comisión Europea aprobó un paquete de lucha contra la corrupción, que exige un mayor enfoque sobre la corrupción en todas las políticas comunitarias pertinentes . Asimismo, se establece un mecanismo específico de la UE para la supervisión y evaluación, un informe sobre la Unión Europea Contra la Corrupción, que dará una idea clara de la situación actual de los esfuerzos contra la corrupción en los 27 Estados Miembros de la UE. El primer informe está previsto para 2013. La Comisión propondrá próximamente una nueva legislación, en particular sobre el decomiso de haberes de los delincuentes, la reforma de las normas sobre contratación pública, estadísticas más avanzadas sobre el delito y la ampliación de la política anti-fraude a nivel europeo.


La encuesta Eurobarómetro se llevó a cabo en los 27 Estados Miembros de la UE en septiembre de 2011. Los resultados principales son:


• La mayoría (74%) de los europeos creen que la corrupción es un problema importante en su país. Casi la mitad de todos los europeos (47%) cree que el nivel de corrupción en su país ha aumentado en los últimos tres años. Las respuestas en los 12 nuevos países miembros son más negativas que en los 15 miembros más antiguos . Los primeros son más propensos a creer que la corrupción ha empeorado en los últimos tres años.


• La mayoría de los europeos cree que la corrupción existe dentro de las instituciones de los niveles local (76%), regional (75%) y nacional (79%).


• Los europeos creen que el soborno y el abuso de las posiciones de poder se lleva a cabo en todas las áreas de servicio público. Los políticos nacionales (57%), y los funcionarios otorgando las licitaciones públicas (47%) son los más susceptibles de estar implicados en dichas actividades.


• 40% de los europeos cree que una muy estrecha relación entre negocios y política contribuye a la corrupción. La falta de acción por parte de los políticos (36%) y la falta de transparencia en la manera en que se gasta el dinero público (33%) son factores que contribuyen. La mayoría (68%) no cree que haya suficiente transparencia y supervisión de la financiación de los partidos políticos.


• La mayoría de los europeos (70%) piensa que la corrupción es inevitable y que siempre ha existido. Dos de cada tres ciudadanos europeos (67%) creen que la corrupción es parte de su cultura empresarial del país.


• La mayoría de los europeos (67%) no están de acuerdo en que que estén personalmente afectados por la corrupción en sus vidas cotidianas. Sólo una minoría (29%) dicen que están afectados personalmente. Un porcentaje aún menor (8%) han pedido o esperado, un soborno en el pasado año.


• Frente a un caso de corrupción, los europeos son más propensos a confiar para recibir ayuda en la policía (42%) y el sistema judicial (41%) y menos probabilidades de confianza en los representantes políticos (6%).


Aunque la investigación muestra que los europeos tienen una imagen bastante negativa de la corrupción tanto en su propio país como en el nivel europeo, sólo una minoría de los encuestados se consideran informados sobre el nivel de corrupción. La mayoría de los europeos no están personalmente afectados por la corrupción en sus vidas diarias.


Por ello, la percepción sobre la corrupción se basa mayormente en lo que ven u oyen en los medios de comunicación y posiblemente sobre un pequeño número de casos de perfil alto. Esto puede tener un gran influjo en el modo en que la gente ve la corrupción y por ello debe ser tenido en cuenta cuando se interprete los resultados del estudio.


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lunes, 27 de febrero de 2012

Al capitalismo no le sienta bien la democracia. “Las políticas de las clases dominantes frente a la crisis estructural, están desmantelando la democ

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Las clases dominantes hoy en Europa, sólo para poner y ubicar el escenario de las clases y la lucha de clases, están actuando en forma primitiva, brutal, salvaje que nos hace recordar al conjunto de grupos o sectores dominantes de las clases sociales América Latina, como en los 90’ se pusieron íntegramente al servicio de las políticas neoliberales. El salvajismo fue tal que barrieron con todos los derechos sociales, políticos, laborales de los trabajadores y condenaron a millones de ciudadanos a la condición de “nuevos esclavos” en pleno siglo XXI con el único objetivo de preservar y mantener incólumes sus intereses de clase. Hoy 20 años después vemos sorprendidos – porque pensamos que las clases dominantes europeas se encontrarían en niveles democráticos más “educados” y que los derechos ciudadanos –educación, salud, empleo y salarios – seguirían siendo la fortaleza del estado de Bienestar.


Pero, vemos que tiene la misma política, su respuesta es la misma, incluida ahora, con la participación directa del poder de los medios de comunicación y los poderes fácticos globales. Y la contradicción principal, clara transparente que ha erizado la voluntad de millones de jóvenes, sindicalistas, desempleados y ciudadanos en general, es que la voracidad, codicia, piratería, formas diferentes de gansterismo miles recursos que pretenden justificar procesos ilegales de préstamos, finanzas. Especulaciones, etc. Las clases dominantes en el poder, han construido un poder económico-financiero la “troika” – BCE, U.E. y FMI, que aplica infinidad de políticas locales y globales para intentar salir de la crisis, pero lo único que realizan hoy en su desesperación ineficiencia, burocratismo y parasitismo es destruir totalmente el estado de Bienestar, la Democracia – sustentada básicamente sobre la “clase media” que hoy al igual que las clases populares es víctima de la crisis.


Pero los dineros que aplican en políticas de ajuste, reajuste, salvataje son dineros de todos los ciudadanos y cuando los ciudadanos reclaman, se movilizan pata decirles !! vasta ya de hipocresía, codicia, robo y gansterismo¡¡ porque el dinero en miles de millones que a diario entregan a los bancos, bolsas, aseguradoras, etc es dinero de todos los ciudadanos que en la práctica la crisis transforma en más millonarios a los propios millonarios, por ser ellos y solamente ellos los grandes y directos, responsables de la crisis. Están demoliendo socialmente los derechos sociales y laborales que hasta entonces es fortaleza y columna vertebral del Estado de Bienestar y los derechos políticos que constituyen el sustento directo de la Democracia. El capitalismo salvaje y la barbarie política hoy se están institucionalizando al compas cómo las clases dominantes destruyen el Estado de Bienestar y cómo sus políticas acaban con la democracia liberal representativa.


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Al capitalismo no le sienta bien la democracia.



“Las políticas de las clases dominantes frente a la crisis estructural, están desmantelando la democracia”.


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Juan Torres López



Rebelión. Lunes 27 de febrero del 2012.




El filósofo alemán Jürgen Habermas ha escrito en su último libro y repite en varias declaraciones públicas que en Europa se está desmantelando la democracia (Ver Georg Diez, A Philosopher's Mission to Save the EU). Un juicio muy fuerte del que se hacía eco compartiéndolo alguien nada sospechoso de radicalismo y que conoce bien el continente como el ex canciller alemán Helmut Schmidt (L'Allemagne dans et avec l'Europe, L'Economie politique n° 053 - janvier 2012).


No creo que se trate de palabras vacías sino de un proceso real, ya innegable aunque desearía que no llegue a ser imparable a corto y medio plazo.


Bastó con que el ex presidente Papandreu amagara con la convocatoria de un referéndum para que se le hiciese dimitir, o que Berlusconi sacara la cabeza frente a Bruselas para que igualmente saliera por la puerta chica de donde le habían puesto, para mayor o menor fortuna, los electores italianos.


Han sido dos auténticos golpes de estado de los que nadie quiere hablar y que se ha conseguido hacer pasar como si nada en los medios de comunicación y en los debates políticos. Y el reciente acuerdo con Grecia (si es que se le puede llamar así) es el punto final al régimen democrático en aquel país, toda vez que autoridades extranjeras se han hecho ya definitivamente con el poder de facto para decidir lo que les conviene a ellas y a los poderes financieros y económicos a los que representan, sean cuales sean la opinión o las preferencias de los ciudadanos griegos. ¿Quién puede decir hay democracia en aquel país?


No es la primera vez que hemos podido comprobar que la democracia, por limitada que sea, es un escollo a veces insalvable para poner en marcha las medidas que aseguren beneficios al capital. Las políticas neoliberales que ahora sufrimos en todo su esplendor fueron puestas por primera vez gracias a golpes de estado militares que sirvieron de experiencias para ir validando el tempo de las medidas de represión social y económica que iban a ser necesarias para consolidar el nuevo régimen de competencia y beneficio en las economías capitalistas. Y eso se hizo para frenar el poder creciente que el pleno empleo y el Estado de Bienestar habían dado a los trabajadores del mundo occidental.


Desde entonces vivimos en un proceso de continuado debilitamiento de la democracia formal que cada vez más se convierte en un remedo del sistema político que garantiza que las decisiones sobre las cosas sociales y los intereses generales se tomen en función de lo que piensa y determina la mayoría de la población consultada a través de las urnas.


A ello han contribuido varias circunstancias pero creo que algunas de ellas son especialmente importantes y han tenido una particular incidencia en la crisis que estamos viviendo.


La primera es la consolidación de un poder monetario privado, al margen efectivo del debate político, que condiciona y encuadra al resto de las políticas económicas. La independencia de los bancos centrales y el fortalecimiento de la capacidad de maniobra de los fondos y entidades financieras han sido los factores que principalmente han contribuido a este fenómeno contemporáneo que hace que, en la práctica, los gobiernos tengan completamente atadas las manos frente a los mercados y los grandes propietarios de capital.


La segunda es el incremento voluntariamente planificado del desempleo y el empleo precario. De esa forma, como ya advirtiera Michal Kalecki hace ochenta años, los grandes empresarios obtienen menos beneficios (puesto que les sería económicamente más rentable el pleno empleo) pero gracias a la sumisión y a la debilidad que esas condiciones laborales generan en las masas trabajadoras, pueden disponer de más poder político que a la postre es lo que les asegura su posición de dominio social. Y a ello ha contribuido en los últimos años de modo decisivo el incremento del negocio de la deuda que los bancos han impulsado imponiendo modelos de crecimiento basados en el suministro de bienes de inversión y duraderos que generan demanda de crédito (como la vivienda o los automóviles). El crecimiento extraordinario del endeudamiento familiar no solo es una selecta fuente de ganancias para la banca sino una auténtica esclavitud contemporánea: los individuos viven para consumir y para pagar los créditos que les permiten salir adelante.


La tercera es la mixtura también creciente entre el poder económico y financiero y el mediático que el impulso de las concentraciones de capital está llevando hasta extremos realmente insospechados: uno o dos grupos empresariales, o uno, o incluso simplemente alguna persona aislada, controlan la totalidad de la oferta de medios (sobre todo audiovisuales) en muchos países, uniformando la opinión pública e imponiendo, se quiera o no, el pensamiento único que domina las decisiones económicas.


Otra circunstancia que me parece decisiva como fuente de degeneración democrática en el ámbito económico es que los partidos y las autoridades públicas están llegando a ser materialmente irresponsables. Hoy día es prácticamente imposible pedirle cuentas, sobre todo, de los incumplimientos constantes de la oferta electoral de naturaleza económica con que se presentan a las elecciones. Y es tanto el poder que ejercen sobre los medios de adoctrinamiento y tan estrechas las vías que se abren para el debate social que no es posible que los electores tomen nota de ello, lo que les impide acudir a las elecciones con la información que les permitiera algo más que optar entre opciones políticas que terminan por hacer lo mismo en materia económica.


Tan molesta está llegando a ser la democracia para los grandes poderes económicos y financieros y tanto incordio les supone la intermediación de las instituciones públicas que parece que han decidido tomar ellos mismos las riendas de los poderes públicos. Y en esta crisis se está produciendo con mucha mayor fuerza que nunca antes, la fusión entre unos y otros, por la vía incluso de la participación directa en los gobiernos que igual termina, como ya ha pasado en algún país, con la entronización en la vida pública de empresarios populistas que permitan a la clase empresarial más poderosa deshacerse de los políticos profesionales que, a veces, incluso le salen demasiado caros.


Es gracias a todo ello que las medidas que se están aplicando frente a la crisis no sean realmente las que podrían permitir mejorar la situación económica y que apenas pase nada. Es es una evidencia clamorosa: las economías europeas no están mejor que cuando se empezaron a aplicar las políticas que dicen que solucionan la crisis sino mucho peor. Crecen menos y tienen más deuda. Y es así porque estas políticas no se destinan a mejorar las condiciones económicas en general sino a aumentar el beneficio y el poder de decisión de los grandes propietarios de capital y de los financieros. Por eso el debate social plural y transparente, la igualdad de medios y condiciones para exponer opiniones, la democracia, se está convirtiendo en una incómoda piedra en el zapato del capitalismo neoliberal de nuestra época porque es lo único que podría poner en claro lo que está pasando. Y por eso se la quieren quitar de encima cuanto antes.


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domingo, 26 de febrero de 2012

ITALIA: La huelga de los sindicatos combativos.Varios miles desfilaron por las calles de Roma y de otras ciudades italianas.

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Cuántas veces hemos expresado: “Europa arde en llamas”, producto de la crisis estructural del sistema capitalista. La globalización neoliberal en tres décadas profundizó y extendió grandes avances, cambios, transformaciones que favorecen no a toda la humanidad, muy por el contrario al interior de esas políticas globales se profundizó y extendió también la desigualdad económico social, por el propio contenido de las políticas asimétricas, desiguales, injustas, el crecimiento económico solamente favoreció en su totalidad a un pequeño grupo o elite de poder global los mismos que “cansados” de incrementar sus rápidas ganancias hasta niveles impensables – hoy ellos mismos han creado una imparable sed de codicia, piratería, gansterismo, formas de especulación no vistas hasta entonces, prestamistas “oficiales”, etc que su propia obra magistral la están destruyendo, la están asesinando con sus propias políticas.


Obviamente en el camino de la turbulencia global, lo que sí es injusto, quienes pagan hoy las terribles y dramáticas consecuencias son los trabajadores, empleados, obreros, estudiantes, jubilados, migrantes y ciudadanos de la “clase media” – otrora gran sostenedora de la Democracia liberal representativa. En el centro de esta crisis, quienes aparecen liderando las grandes huelgas, movilizaciones, protestas, son los sindicalistas. Si los sindicalistas – trabajadores del sector privado y público – en Italia, España, Francia, Inglaterra, Grecia, Portugal, Irlanda, Hungría – que tal capacidad de resistencia, lucha y dignidad del trabajador helénico -.


Nos preguntamos y porque en América Latina, no son los sindicatos los que lideren las huelgas, movilizaciones, protestas,etc. Muy simple, las políticas principales del Consenso de Washington - políticas brutales como nos lo aplicaron - en un escenario de crisis, violencia, hiper-inflación, corrupción, crisis de la política y crisis de las instituciones - fundamentalismo neoliberal en vivo y en directo - barrió con todos los sindicatos - sólo quedaron "parados" unos cuántos. Además el propio modelo impuesto desde las palabras "aurorales" de la Sra. Thatcher en 1980, ratificada tiempo después por el Sr. Reagan su primer objetivo político ante la crisis del Estado de bienestar, era acabar con el "poder sindical". Además el propio modelo de la globalización neoliberal, y el impuesto en nuestros países - el Perú por ejemplo - el viejo capitalismo industrial llegaba a su "fin" - el uso intensivo de la mano de obra, los derechos sociales y políticos y el sindicalismo ingresaban también en proceso de demolición. Ahora se requería según el "sermón neoliberal", mano de obra calificada, especializada , profesional. El nuevo modelo que venía con la globalización - el del uso intensivo del capital financiero-especulativo - bolsas, bancos, AFPs, aseguradoras, corporaciones, ahora "tomaban" capital humano profesional. Posteriormente el uso intensivo de la información, consolidaba el uso de la mano de obra profesional. El sindicato, los sindicalistas ingresan en "cuidados intensivos", junto a la represión, el terrorismo, la hiper-inflación, corrupción y la crisis "terminal" de la izquierda terminan en definitiva por sepultar al sindicalismo en general.


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Italia. Estudiantes y Sindicalistas de base, han protestado hoy en 60 ciudades italianas.

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Actualmente el sindicalismo, los sindicatos y los trabajadores sindicalizados en Europa constituyen y representan la fortaleza social de la supervivencia del “viejo” Estado de Bienestar – el Modelo Social Europeo - – políticamente los trabajadores alimentan y estructuran las filas de los Partidos Socialistas, Comunistas, Social-Demócratas - todos ellos en determinado tiempo histórico y político fueron gobierno. Hoy la crisis y las innumerables salidas – ajustes, reajustes, salvatajes - que los gobiernos de cada país o la “Troika” imponen para los países de la euro-zona, por lo general son políticas brutales en lo social – están destruyendo y acabando con la jubilación y sus derechos, aumenta el desempleo hasta límites inmanejables – caso de Grecia y España – atacan la Educación – imponiendo ahora pagos, cuando desde tiempos de los “30 Años de oro del capitalismo europeo” es totalmente gratuito y de calidad, al igual que los derechos de asistencia en salud, como salarios y empleos de calidad – Los despidos del sector público es noticia de todos los días.


Políticas de los banqueros, aseguradoras, financieras, bolsas, corporaciones, están absolutamente dirigidas a destruir los derechos de toda una Generación: la Juventud europea es el blanco directo, la brutalidad social y política, hecha hoy “bancocracia” – este “nuevo” modelo de falsa democracia, donde la economía, los mercados han logrado totalmente la “rendición” de la política, políticos y partidos políticos electoreros, corruptos, ineficientes, burocratizados, serviles y prestos a su obediencia a sus nuevos amos y patrones. El ataque a lo que aún queda del Estado de Bienestar – que son derechos sociales y laborales – es brutal por parte de la “nueva” derecha “titulada” de expertos, analistas, especialistas, no políticos, tecnócratas, funcionarios ajenos a la política. Italia, Grecia, extraordinarios profesionales de los bancos, las compañías de riesgos, el banco central Europeo, la Comisión Económica de la U.E., el infaltable y todopoderoso Fondo Monetario Internacional, la “Troika” o gobierno político-financiero.


Pero no todo está perdido, desde el propio epicentro de la crisis, sale, emerge, está el germen y comienzo de una nueva era, no sólo de luchas contra la corrupción de la política oficialista y la propia destrucción política de la Democracia – los millones de jóvenes Indignados, lo siguen demostrando en todo el mundo – . La coyuntura mundial, escribe con letras mayúsculas, es tiempo histórico y político de la Nueva Sociedad Civil, la Nueva Ciudadanía, es la Hora de los Pueblos del Mundo por un nuevo distinto y superior sistema económico y Nueva Democracia más participativa, dialogante, solidaria, intercultural, fundada en valores y sostenida por prácticas de pleno y absoluto respeto por la Madre naturaleza. “El cambio civilizatorio que requiere la humanidad, no es solamente económica, sino también cultural”.


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Italia. Huelgas de sindicatos de base, taxistas, transportistas, camioneros, pescadores, sectores de los empleados públicos, han protestado contra las políticas del Sr, Monti.

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ITALIA: La huelga de los sindicatos combativos.



Varios miles desfilaron por las calles de Roma y de otras ciudades italianas.


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El paro fue convocado por gremios y organizaciones que no pertenecen a las tradicionales centrales sindicales y que no tratan con el gobierno de Monti por considerar que ha hecho propios.



Por Elena Llorente


Desde Roma. Página /12 domingo 26 de febrero del 2012.


En la Jornada de la Memoria y mientras el presidente de Italia, Giorgio Napolitano, dirigía un mensaje recordando el genocidio de judíos durante la Segunda Guerra Mundial pero también la masacre de homosexuales, gitanos, comunistas y otras minorías, varios miles de personas desfilaron ayer por las calles de Roma y de otras ciudades italianas, manifestando contra el plan de recortes del gobierno de Mario Monti.


El paro general fue convocado por sindicatos y organizaciones que no pertenecen a las tradicionales centrales sindicales CIGL-CISL-UIL y que son conocidos como “sindicatos de base”. Son independientes y no tratan con el gobierno de Monti –como en cambio hacen las tres centrales– por considerar que ha hecho propios los ajustes económicos del gobierno de Silvio Berlusconi que prevén cesantías, privatizaciones y un empeoramiento de las condiciones de trabajo en general. Muchos de sus integrantes pertenecieron alguna vez a alguna de las centrales pero se apartaron, porque no se sienten más representados por ellas.


Estos sindicatos u organizaciones –USB, Slai Cobas, CIB-Unicobas, Snater, USI, SICobas y ORSA– que lideran tanto a empleados de empresas públicas como privadas, protestan, dijeron en un comunicado conjunto, por el aumento del IVA, del Irpef (impuesto a la personas físicas), del ticket sanitario que se paga para la asistencia en los hospitales, de la nafta, del impuesto a la propiedad inmobiliaria (ICI) y contra los cambios en el sistema jubilatorio. Estas medidas, subrayaron, fueron impuestas por el Banco Central Europeo y la Unión Europea (UE), que sólo defienden los intereses del gran capital bancario, financiero y económico, descargando los costos de la crisis sobre los trabajadores y los sectores sociales menos pudientes.


A la huelga adhirieron el sector del transporte principalmente, pero también de correos, el personal de las escuelas, los empleados públicos y grupos de inmigrantes. Había comenzado antenoche con los trenes, que pararon por 24 horas. Por la mañana fue el turno de los ómnibus urbanos, los subtes y los aviones. En efecto, varios vuelos fueron anulados en el aeropuerto romano de Fiumicino y los ómnibus y subtes ofrecieron un servicio mínimo.


Al paro se agregaron manifestaciones en varias ciudades. En Roma, adonde vino gente de otras localidades, unas 30.000 personas desfilaron por el centro llevando carteles que, entre otras cosas, decían: “Fuera el gobierno de Monti. Nosotros no pagamos la deuda” y “No a la mafia en el Parlamento” en referencia a algunos diputados sospechosos de connivencia con las mafias. Se trató de la primera huelga importante desde que Monti está en el gobierno pero, según algunas informaciones, la adhesión no alcanzó los niveles que se esperaba. Se habla de un 40 por ciento de adhesión en la ciudad de Turín, del 50 por ciento en Roma y del 15 por ciento en otras ciudades


En Roma, donde basta un accidente callejero para que se complique todo el tráfico, las colas de autos y los bocinazos se hicieron interminables ayer, aun cuando la manifestación y el acto duraron poco más de tres horas. La marcha atravesó varias calles céntricas para terminar en la explanada de San Giovanni, tradicional lugar donde se hacen actos de gran envergadura.


“Queremos que los ciudadanos sean llamados a votar sobre todas las medidas que ha tomado el gobierno, así como se vota en un referéndum”, dijo Giorgio Cremaschi del movimiento No a la Deuda.


“Las centrales sindicales a veces hacen acuerdos vergonzosos sin que los trabajadores ni siquiera se enteren. Yo vengo de una empresa de transportes de la provincia de Lucca (centro de Italia). Con los acuerdos que las centrales están discutiendo ahora con el gobierno estamos retrocediendo veinte años en materia de conquistas laborales. Nosotros estamos de acuerdo en discutir, pero eso no significa aceptar cualquier cosa. Si hay que hacer sacrificios, se puede hablar. Pero que los hagan también ellos”, explicó a Página/12 Giovanni Bosi, de la Unión Sindical de Base.


Anoche terminó la huelga de camioneros que durante esta semana trastornó la circulación en las autopistas de todo el país y obstaculizó la llegada de alimentos frescos, medicamentos y nafta a las ciudades, provocando escasez y alza de precios.


Con todo, el panorama no parece aclararse. Muy por el contrario. La Confederación Europea de Sindicatos prepara una movilización en toda Europa para el 29 de enero, en ocasión de la Cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se realizará sobre los temas económicos más acuciantes, como el crecimiento y el empleo, el próximo lunes en Bruselas. Pero se podría ir más allá. Hay quien no descarta que, luego de la cumbre, la confederación pueda convocar a la primera huelga general europea, un hecho sin precedentes.


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