viernes, 22 de febrero de 2013

¿Existe Identidad en la globalización?. Como Ciudadanos, tenemos el deber, defender nuestra Cultura e Identidad Cultural.

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Para todos nosotros. Unidad en la diversidad cultural.- Jóvenes, muchachos, y todos nosotros. No es oponerse por oponerse. Excluir, marginar, despreciar. NO . esa no es la respuesta. Nosotros nos sentimos orgullosos de ser peruanos. Primero por nuestra diversidad cultural. Amemos, queremos, desarrollemos, enriquecer, recrear lo nuestro, lo que nos pertenece.  Arequipa, Puno, Cuzco, Moquegua, Iquitos o Tumbes – sólo una parte de nuestro país mega-diverso - . Es nuestro, lo que nos pertenece. En tiempos de la globalización neoliberal, hoy cuando la crisis del capitalismo financiero especulativo es estructural y "final". Los poderes fácticos globales no sólo arremeten económica y políticamente - con  sus transnacionales y sus instituciones decadentes y en crisis terminal. Ahora lo hacen a través de la llamada globalización cultural - o imperialismo cultural u occidentalización del mundo - Las industrias culturales están funcionando al máximo a pesar de la crisis ( ej.las redes sociales) En ese contexto mundial, en el escenario global, hoy es importante, central no solo defender o proteger nuestra cultura local y nuestra identidad cultural colectiva, sino enriquecerla, recrearla - lo tradicional, lo antiguo, lo histórico - alimenta, retroalimenta y enriquece - el presente, la Modernidad y sobre esa base proyectarla, desarrollarla, potenciarla - miren la inmensa diversidad de potencialidades endógenas que tenemos como uno de los 8 países mega-diversos -. Ahora a recrear, enriquecer, desarrollar lo nuestro, en el escenario local, regional, nacional de la diversidad cultural, la multiplicidad y heterogeneidad económico-social, en la mutipolarización ambiental, política e institucional.



La Danza, expresión viva de nuestra cultura local.
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Cuanta grandeza, calidad y originalidad tiene nuestra cultura local, nuestra identidad cultural colectiva. Historia social, aprendizaje social, trabajo colectivo, formas originarias de asociacionismo comunitario. Leyendas, música, danzas, bailes, cuentos, tradiciones, usos costumbres, juegos colectivos, nuestra extraordinaria gastronomía - hoy muy respetada en los círculos gastronómicos mundiales - vestido y artesanía, nuestra rica y potente biodiversidad, nuestros conocimientos tradicionales -. a pesar de la crítica u oposición de los radicales neoliberales - como parte de nuestra cultura popular - El gran Reservorio cultural de la Humanidad - hoy es el cimiento, la raíz y la columna vertebral de la Cultura Universal, en tiempos de la Modernidad. No es tiempo de rechazar, criticar, por criticar o excluir o marginar entre nosotros. Por el contrario es tiempo de forjar y construir UNIDAD EN LA DIVERSIDAD, respetar y poner en la "mesa" del diálogo de la crisis la Comunicación Intercultural, con la finalidad principal de construir un nuevo LIDERAZGO - nuevos Líderes sociales, humanistas - con nuevo lenguaje político, como parte del Nuevo Capital Democrático. Contexto de crisis, nuevos Actores Sociales, hoy concatenados, en el proceso de reconocimiento de nuestro Territorio - eje cultural - como parte de la nueva Ciudadanía Intercultural.- diferenciada - La grandeza de nuestro país, por eso debemos sentirnos orgullosos de ser peruanos, es también parte hoy de ser integrantes potenciales, empoderados, creativos, impulsando, dinamizando, el nuevo Poder Local fortaleza y columna vertebral de esta Nueva Sociedad, Civil, Real, emergente, popular, plural, autónoma, democrática de un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo. PABLO RAUL.
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Dr. Pablo Raúl Fernández Llerena. Líder Universitario de la "Generación 68'". Activo y militante defensor de nuestra cultura local y nuestra Identidad cultural colectiva. Ciudadano Mariateguista, Socialista, Democrático, Dialogante, Solidario y activo defensor de nuestra Madre Naturaleza. 
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¿Existe Identidad en la globalización?

Como Ciudadanos, tenemos el deber, defender nuestra cultura 

e Identidad Cultural.

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Pablo Raúl Fernández Llerena.
Sociólogo. Politólogo.
“No estoy de acuerdo con tus ideas, pero defiendo tu sagrado derecho a expresarlas”.

1.- Lo que piensan algunos académicos, entusiastas de la globalización.

En términos muy sencillos y cotidianos debemos expresar, país que logra perder o hipotecar su Cultura e Identidad, es un país que definitivamente desaparece como país soberano, libre, independiente  y entra en un proceso de dominación colonial y/o neocolonialismo. En  forma práctica y metódica hay que dar cuenta de la distinción entre aquellos usos del concepto de identidad referidos principalmente a la persona y los que se refieren a los colectivos sociales. Así pues, la “identidad personal” es entendida como aquella que se obtiene a partir de las diferencias esenciales que hacen a una persona distinta a los demás, viene a ser el “sello y huella indeleble” de cada persona.

Por otra parte, se entiende por identidad colectiva” de un grupo, como las cualidades compartidas por las cuales las personas pueden asociarse ellas mismas, o son asociadas por otros, con grupos o segmentos poblacionales, con fundamento en características comunes sobresalientes, aquí hoy en pleno proceso de crisis sistémica de la globalización neoliberal, emerge con fuerza un conjunto de potencialidades, talentos, creaciones, aptitudes personales, así como sinergias locales  y regionales colectivas que hacen de cada pueblo o comunidad distinta de la otra, es el momento cuando se comienza a “descubrir” la diversidad de sinergias personales y colectivas,  culturas e identidades culturales de cada pueblo. No representa novedad alguna que la globalización, de entrada, ha roto con las identidades colectivas macro-sociales proporcionadas por los Estados Nación, hoy las representaciones de los individuos y grupos sobre la sociedad, el mundo y el conocimiento ya no son proporcionadas únicamente por superestructuras nacionales, sino que atraviesan una visión global, que dota a los individuos de características peculiares que los adhieren y disgregan en grupos referenciales.

Con la introducción de los criterios de mercado, en muchas sociedades (principalmente occidentales), las personas han pasado a verse y ver a los otros como objetos mercantiles, con valores de intercambio, uso y consumo, o simplemente mercancías para ser puesta en el mercado. Así, la “identidad individual” se construye a partir de elementos y características que permitan la aceptación de los otros mostrando atributos de mercancías seductoras. Un solo ejemplo que reafirma lo anterior, es la asignación casi fetichista hacia la juventud, generación “X”, generación consumidora, generación sin cultura local y menos identidad cultural colectiva. En varias sociedades –principalmente  europeas y norteamericanas–, se tiende a propagar imágenes de consumo dirigidas hacia todos los grupos sociales, que proyectan y crean modas superfluas teniendo como elemento central la exaltación de cuerpos sanos, bellos y jóvenes, pintarrajeados y llenos de. De tal forma que en muchas ocasiones, un referente identitario lo constituye el consumo de productos que relacionen a las personas con la juventud.

Por otra parte, la circulación de información de manera inmediata en varios espacios a un mismo tiempo – sobre todo a través de las redes sociales comunicativas –, está generando muchas identidades alienadas, se está adoptando una forma de vida donde las necesidades, deseos, relaciones y aspiraciones se supeditan a los criterios y cánones del ciberespacio. Si la identidad individual” se construye a partir de las diferencias que tiene el individuo con los demás, esta pierde terreno con la “identidad colectiva” que impone de forma latente y violenta la globalización neoliberal. El modelo genera “identidades” a grandes escalas sustentadas en el consumo, identidades individuales más iguales que al final conforman una sola y en masa. La tecnología y sus productos son también indumentarias de la construcción de una identidad mundializada de hombres máquina, como si los hierros, engranajes, chips o teclas, fueran garantes de una mejor condición humana. Con la idea romántica de que con el “know-how técnico” florecerá un super hombre o una humanidad emancipada, se pretende soterrar el fin último del mercado, el consumo. Por estos derroteros va el camino de la sociedad y la construcción 



Parte importante de nuestra cultura local.
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2.- La globalización genera identidades a grandes escalas o nuevas formas de dominación planetaria.

Totalmente en cuestionamiento con el planteamiento general de algunos académicos, tomando en cuenta que el proceso de Integración Regional en América Latina - está en pañales, inicios, UNASUR, CELAC –. Se está construyendo políticas de Estado con la finalidad de abordar el proceso dentro de un camino de crecimiento pero con fuertes vacíos y fracturas sociales y políticas en la Democracia; mientras la situación real, múltiple y polarizada de Europa, es diferente, contradictorio, por un lado la zona-euro está en proceso de descomposición económico-social y política, pero por otro lado, al final, la U-E., implementa otras políticas absolutamente diferentes y desiguales en elación a la Integración, la paradoja emerge del propio proceso, genera un profundo nacionalismo, más que de rechazo a la crisis y sus políticas de austeridad y “banqueras” que un nacionalismo con capacidad y perspectivas de cambios sociales y transformaciones revolucionarias..

Por todo ello manifestamos, que el día, el mes o el tiempo en general que un país, un pueblo, una Nación pierda su identidad cultural colectiva y sus ciudadanos su identidad cultural, primero estaremos entregando nuestra Soberanía a los poderes fácticos globales, es decir, estaremos desapareciendo del escenario global. Felizmente por ejemplo, en plena crisis de los 80′ y 90′ en América latina – por encima de la aplicación de las políticas brutales del neoliberalismo contenidas en el Consenso de Washington – supimos defender nuestra cultura local-nacional, nuestra identidad cultural como peruanos, argentinos, chilenos o mexicanos – pero también no permitimos en ningún momento a pesar de la crisis, la represión y la violencia como nos trataron tuvimos la dignidad y el valor de defender nuestra identidad cultural colectiva. Hoy estamos dentro del proceso local-global, teniendo como fortaleza nuestra extraordinaria y rica diversidad cultural y el proceso de Resistencia Cultural, con fuertes manifestaciones de presentar ante el mundo nuestras propias culturas locales- proceso llamado el Desenclave Cultural -. Los miles – millones – de culturas locales hoy estamos enseñando al imperialismo cultural, a la falsa globalización cultural, a la llamada occidentalización del mundo una batalla en defensa de lo que nos pertenece, de lo que es nuestro, es irrenunciable, y menos negociable. Cuidado, mucho interés hoy ante el avance y arrasamiento de las Industrias Culturales y las propias Redes Sociales Comunicativas, que están dominantes a las nuevas generaciones.

Si ustedes ciudadanos del primer mundo, Europeos o Americanos – yanquis - hoy en el epicentro de una crisis estructural, multidimensional, no tienen la fuerza, la unidad, la cohesión social y política de defender lo que les pertenece, lo que es suyo, entonces es muy fácil, el camino para la troika,- político financiera, para que sus políticas anti-crisis imponga no solo las nefastas políticas de austeridad, la destrucción de sus derechos sociales y políticos, la desaparición de los servicios públicos, .Ustedes serán los únicos responsables, que les impongan por la violencia la Cultura Davos, - la cultura del Foro Económico Mundial - e incluso la "cultura" del terrorífico Club de Bilderberg, los nuevos amos del mundo. Pero, no todo debe ser fácil para los globalizadores, fascistas y salvajes, en el centro del escenario complejo y democrático, existe una juventud extraordinaria - hoy metida por completo en los nuevos movimientos sociales, los Indignados del Mundo - aún están dando batalla con dignidad los Sindicalistas, en general los Ciudadanos, jamás permitirán que les arrebaten lo más grande, lo más preciado de un pueblo, de una Nación: Su Cultura, su Identidad cultural de su Pueblo. Finalmente, el contenido del artículo debe generar discrepancia, pero también aumenta la amistad y crece la inteligencia en la propuesta de las alternativas a la complejidad de los grandes problemas de la sociedad múltiple, turbulenta y multipolarizada, como sociedad de las habilidades, potencialidades, creaciones, capacidades, inventos, como sociedad depositaria de sinergias personales y colectivas, patrimonio de nuestra cultura popular universal.

3.- La Ciudadanía en el Perú Contemporáneo como “arma” democrática de defensa y protección de nuestra cultura.

Sólo construyendo políticamente Ciudadanía, estaremos en capacidad y fortaleza social y política de defender nuestra cultura, de tener vigente nuestra propio identidad cultural colectiva. Si nos remontamos a nuestra Historia Republicana, en el tiempo de vigencia del “Estado Oligárquico”, es muy cuestionable la forja o existencia de ciudadanía. La oligarquía y su aliado el feudalismo andino, los terratenientes provincianos, caciques locales, es decir,  - el gamonalismo andino -, como poderoso grupo social o casta social tradicional dominante por más de un siglo en el Perú – 1821 – 1968 -, construyó “Estado”, pero NO reconoció Ciudadanía para más del 80% de la población peruana en general, mientras en la sierra y selva excluyó de estos derechos al 100% de la población y menos hubo el más elemental interés en reconocer o por lo menos “abrir” las puertas – o una pequeña ventana – para que fluyan ciertos derechos sociales y políticos – incluso los reconocidos o vigentes en la teoría de la tradición liberal -. Más de 100 años de dominación, explotación, marginación social, exclusión cultural violenta, generó internamente una realidad de total desconocimiento de los más elementales derechos ciudadanos. Obviamente no reconoció derechos sociales y políticos fundamentales:

Educación, - el analfabetismo, realidad social de más del 90% de la población, sobre el cual se construyó durante más de un siglo el edificio del llamado “Estado Oligárquico”, y junto a la gran propiedad de la tierra, representó la columna vertebral de sus sistema de dominación y explotación; Asistencia en Salud, concretamente para la población del Perú profundo, incluso para los sectores pobres de las pocas ciudades presentes hasta las primeras décadas del siglo XX, la medicina moderna era totalmente desconocida o simplemente no estaba a su alcance, porque la propia población desconocía que este derecho era responsabilidad del Estado, porque paralelamente existía, tenía vigencia y reconocimiento la práctica masiva de la “medicina popular” o tradicional, con la cual se “beneficiaba” más del 80% de la población peruana.  Servicios públicos simplemente no existían como luz – muy reducida – agua,- a domicilio – desagüe como servicio público la población no los necesitaba, porque las prácticas cotidianas eran otras.

Derechos Políticos, como participación en las elecciones – derecho a elegir y ser elegido – por más de un siglo – más del 90% de la población fue totalmente excluida, marginadas, no tenían derechos que garanticen su participación; mientras la población pobre, analfabeta explotada de la ciudad era manipulada, utilizada por los caudillos populares o militares en los procesos electorales o en los golpes de estado o en las revoluciones populares – jamás se les reconoció derechos políticos – las Constituciones hasta 1933, simplemente los eliminaba por no ser contribuyentes y alfabetos – y analfabetos hasta 1979 -, pero en el campo y en la selva, la situación era mucho más radical y excluyente, no tenían ningún derecho político, salvo igualmente en la sierra el de ser utilizados en los grandes procesos revolucionarios o en las propias elecciones nacionales.

En el Perú la tradición liberal en relación a los derechos sociales y políticos para toda la población, no existían, como hemos señalado los más elementales derechos que garanticen la vida como seres humanos, derechos sociales y políticos que nos marquen o indiquen la vigencia o reconocimiento de la Ciudadanía, y como todos sabemos al no haber ciudadanía y derechos elementales, tampoco se dieron elementos necesarios para construir Democracia, desde el propio pueblo, que en realidad es la fortaleza y columna vertebral de todo sistema democrático. Democracia incluso en el sentido de los propios principios liberales, porque quienes elegían según las sucesivas Constituciones hasta 1933, fueron personas contribuyentes, alfabetos, reconocidos por las leyes vigentes –leyes dadas por el Estado oligárquico -.

La mayoría de la población, en el Perú profundo rondaba casi el 99% eran analfabetas, no contribuyentes, población muy pobre, no tenían reconocimiento alguno como personas – no hubo hasta después de 1933, Registro Civil, como todos sabemos sólo tenían reconocimiento en el Registro de la Iglesia Católica -. Estamos hablando de un Perú, urbano en un 10% hasta la segunda década del siglo XX, y un 30% en los años de 1950. El Perú rural, agrario entonces representaba entre el 90% hasta la segunda década del siglo XX y evolucionar internamente después de 1920 por la expansión que generó la Economía de Enclave y los “grandes” cambios económico-sociales y políticos que surgieron en el Perú a partir de la década de 1930 y los procesos revolucionarios descentralistas, la presencia de los sectores medios, con el APRA y los reformistas así como la insurgencia de la clase obrera minera, agro-azucarera, petrolera o textil y portuaria y el Partido Socialista primero y después el partido Comunista.

Los sectores políticos descentralistas, regionalistas, y junto a ellos reformistas, Apristas y Comunistas, fueron los encargados de “romper” políticamente este atraso, exclusión y postergación – en la práctica negación – en relación a los derechos ciudadanos. El nacimiento de la clase obrera primero en los sectores de la economía de enclave – 1890-1930 –, petroleros en Talara, obreros y braceros agrícolas, azucareros en  Trujillo y Lambayeque, obreros mineros en Cerro de Pasco, textiles y portuarios en Lima, así como la presencia desde principios de siglo de un fuerte “nicho” social “urbano” entre Arequipa, Puno y Cusco; los artesanos y el movimiento Liberal Independiente en Arequipa, el movimiento de la Escuela Nueva y el propio movimiento socialista y comunista en Puno,  en Cusco la llamada Generación del Centenario, la importancia de la Universidad, la Reforma Universitaria y el importante papel y trabajo que desempeñaron los Líderes del movimiento indigenista. 



Pueblo Originario: Los Mapuches. en Chile. Luchan por el reconocimiento de su Ciudadanía y la vigencia de sus derechos históricos.
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Sin lugar a dudas, la presencia de estos movimientos sociales y políticos, logran “romper” estructuras colonial-oligárquico-gamonales y conquistan derechos sociales y políticos que nos permiten en forma definitiva afirmar la vigencia de la Ciudadanía desde principios del siglo XX, concretamente en escenarios sociales locales y regionales,  cómo  nichos sociales estratégicos forjan y construyen a lo largo de todo el siglo XX, performance con capacidad de organización y movilización política, transformándose en verdaderas herramientas colectivas, realidades “urbanas” de pleno reconocimiento y vigencia de los derechos ciudadanos y fortaleza de la democracia directa, participativa y columna vertebral de todos los movimientos políticos anti-dictaduras o anti- crisis del capitalismo y a nivel local en la fuente inagotable que alimenta en forma permanente los Frente de Defensa, Los Frentes o Alianzas Sindicales y semilla reproductiva en la poderosa y estratégica Alianza Obrero-Campesina en defensa de la tierra de los campesinos o en defensa y protección de los derechos sociales – laborales – de los trabajadores, así como en coyunturas muy importantes en cuna y columna vertebral de las Alianzas Obrero-Campesinas-estudiantiles, como históricamente.se forjó en las Ciudades de Arequipa y Cusco. Todos estos movimientos sociales por lo general llevan implícita, en lo más profundo de sus reivindicaciones, la expresión de su cultura e identidad cultural colectiva, como huella o sello indeleble, en  tiempos donde aún no se manifiesta la crisis de las ideologías, como de la política, por lo tanto, la resistencia cultural, la idiosincrasia del pueblo, es la fuente inagotable que alimenta sus plataformas de derechos, pero también lo posiciona como Ciudadano, para defender y proteger su propia cultura e identidad.


4.- El proceso político peruano, la Ciudadanía, vigencia de las culturas locales e identidad cultural colectiva. “La otra Modernidad” y la Ciudadanía Intercultural.

Indudablemente es honesto reconocer que el proceso “revolucionario” iniciado por el General Velasco en octubre de 1968, contribuyo significativamente en este horizonte social y político de recuperar, devolver y reafirmar derechos sociales a los campesinos,  trabajadores y a sectores importantes de la clase obrera, que históricamente desconoció el Estado oligárquico, reprimió salvajemente el gamonalismo y la propia pirámide del poder político en el Perú Republicano, simplemente para ellos no existió. Lástima que este proceso “reformista”, no comprendimos su importancia social y su trascendencia política por sectores muy importantes de la izquierda peruana, en la práctica fuimos ganados por el sectarismo y el radicalismo. Con ello no estoy reconociendo que fue la verdadera solución a las reivindicaciones y derechos históricos del pueblo peruano, pero sin embargo, tuvimos la gran oportunidad de mantener y profundizar este proceso y no esperar como fue el final de su destrucción total por el contra-golpe del General Morales y la derecha económica, social y política.

Paralelamente, el Perú fue escenario del proceso social y político, inédito y original hasta entonces, que se manifestó desde el Perú Profundo, hacia las grandes ciudades – Lima Arequipa, como ejes  centrales – de la “gran” “revolución silenciosa”, o el proceso migratorio del campo a la ciudad, desde finales de los años 50 primero en la Ciudad Capital y años después en Arequipa, a consecuencia de los fenómenos naturales de la sequía permanente, los terremotos del año 58’ y 60’ y la propia “revolución educativa” que (in)surgió en un contexto regional-nacional y el conjunto de necesidades, reivindicaciones y derechos insatisfechos hasta entonces. El proceso migratorio del campo a la ciudad, producido en el Perú desde los años 50’ en tres grandes oleadas histórico-políticas, genera la salida del campo de millones de campesinos y sectores medios en busca de trabajo y mejores condiciones de vida para la familia, por educación para sus hijos, por asistencia en salud, por la necesidad de reclamarle al Estado el servicio y asistencia de otros servicios públicos.

Este proceso económico-social y político, donde millones de peruanos dejan el pueblo, la comunidad, el distrito, la provincia, proceso de descampenización, sin industrialización y genera una masiva informalidad e hiper-urbanización, llegó consigo a las ciudades, trayendo su propia cultura local e identidades culturales colectivas, originando un “nuevo” mestizaje, diferente y distinto a los anteriores producidos a lo largo del siglo XX en nuestra patria, construyó parte de la llamada “Otra Modernidad”, ( De indígena, campesino a migrante, a invasor, a poblador y vecino, a informal – (en este contexto surge la educación oficial, la auto-educación y la educación popular – que transforma y cambia todo) a trabajador obrero, informal a sindicalista, y  Ciudadano; unos pocos a la política ( el partido Político); conjunción dialéctica de todo el proceso, forjan y desarrollan las bases de una Nueva Ciudadanía Intercultural – con fuertes características de una Ciudadanía entre la tradición, la Historia así como las fuentes y valores de la Modernidad.


La Danza de los pueblos originarios, es parte importante de nuestra cultura local-nacional.
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En la década de los 80’ del siglo XX, logramos en conjunto recuperar la “democracia” – pero ahí viene la gran interrogante, que tipo de democracia perdimos en octubre del 68’ y ahora en la nueva década, nos preguntamos: caminamos en igualdad social y política que otros países de América Latina – Indudablemente que NO, es por este conjunto de vacíos sociales y fracturas políticas que no logramos comprender y entender cuál debería ser el norte y el horizonte estratégico en los 80’. Este proceso político en su conjunto, se enriquece,  desarrolla y es producto a las grandes movilizaciones de los FEDIP de la década de los 70’, así como del gran Paro Nacional del 19 de julio de l977, que definitivamente logramos derrotar a la dictadura y obligar la Convocatoria a elecciones para la Constituyente.

Sin embargo, ante la renuncia, retiro o ausencia de los más destacados líderes sociales y políticos de la lucha contra la dictadura, ahora cómodamente instalados en el Congreso o en los Municipios – el famoso descanso del guerrero – definitivamente esta es, la década de la MUJER, en un escenario nacional de violencia, terrorismo, hiper-inflación, contrabando, corrupción, perdida y destrucción de valores, así como el fracaso político del populismo, el asistencialismo – y las políticas masivas de subsidios – el reformismo, la crisis de las instituciones y la propia crisis de la política, el conjunto de las organizaciones populares de mujeres logran conquistar el reconocimiento y desde entonces  al intensificar sus luchas y movilizaciones, Derechos y Reivindicaciones Históricas fueron puestos en la mesa de las luchas populares – por su puesto que la propia doctrina de la Constitución del 79, también “facilitó” este proceso -. Derechos como educación, asistencia en salud, servicios públicos, reconocimiento desde los Municipios en sus derechos – apoyo importante de un sector de la iglesia católica y varias ONGs -  inicio del proceso de “liquidación” del viejo paternalismo y machismo, - extraordinario tiempo histórico cuando la mujer logra salir de la puerta de su casa, acude a la sesión de la vecindad, para ventilar públicamente la vigencia de sus derechos postergados y/o desconocidos en toda la Historia Republicana.

Ahora, en el escenario nacional de los 80’ tenemos un “nuevo” actor social, (cultural) no sólo reclamando y “peleando” por sus derechos, sino que la mujer se constituye en una extraordinaria plataforma de permanencia, desarrollo, conservación, recreación de su cultura local – costumbres, usos tradiciones, música, danzas, comida – gastronomía – artes, textiles, fiestas populares, religiosas, ceremonias familiares – cumpleaños, bautizos, matrimonios, fallecimientos – todo en su conjunto dialéctico, concatenado y ahora reconocido, valorado y respetado se inscribe en el campo de la resistencia cultural, He ahí la sobresaliente participación activa, decidida de la Mujer -. Madre, esposa, hermana, compañera de lucha, migrante, vecina, con educación, trabajadora, sindicalista – y ahora Ciudadana, soporte y fortaleza principal en el camino de lucha por la vigencia y reconocimiento de la cultura local, su identidad cultural colectiva.

En la década de los 90’, nos ubicamos en el centro de un escenario sumamente peligroso, violento, fuerte vigencia de la hiper-inflación, terrorismo criminal, descomposición política de la izquierda nacional – sólo vigencia de los famosos nichos democráticos y fuente de Ciudadanía – tiempos políticos donde el pueblo, los trabajadores, los ciudadanos de a pie, comunes y corrientes, son las principales víctimas de las políticas de destrucción de nuestra economía, de nuestra seguridad y nuestro trabajo. Tiempos de desempleo, sub-empleo – Aun fuertes resabios de informalidad – se nos vienen encima como un “buldózer” político la imposición violenta, autoritaria, salvaje de las políticas del Consenso de Washington, o el neoliberalismo en vivo y en directo, que comienza barriendo políticamente todos nuestros derechos sociales – laborales – y políticos con el mediocre argumento de la llamada “flexibilización democrática” – o flexibilización laboral - que favorece la competitividad empresarial y elimina los derechos  laborales – destruye todas las formas de organización social y desconoce las organizaciones políticas – que en su mayoría están siendo destruidas por la propia crisis de la política a nivel global, producto de la derrota del socialismo “realmente existente” y la Caída del Muro de Berlín -.

Obviamente, era necesario y obligatorio en todos los peruanos, y sobre todo por quienes estamos comprometidos con la lucha por los derechos del pueblo, ahora, era el tiempo de las herramientas sociales y mecanismos políticos construidos – a veces en los nichos sociales y otras veces en los movimientos sociales - para hacer frente a las políticas neoliberales, de la Ciudadanía, forjada y sustentada en fortalezas vigentes – aunque muy aislados – en derechos sociales y políticos, los mismos que se fortalecían en las culturas locales, en las identidades culturales colectivas, en las originarias e históricas “redes sociales comunitarias” – costumbres, usos, tradiciones, formas de trabajo, pastoreo, artes, textiles, comida, danza, música, parentesco, vigencia de la institución familiar, fiestas religiosas y populares – es decir, en miles de formas de resistencia, asociacionismo democrático, aprendizaje social, memoria social, hoy reservorio de nuestra cultura popular y fuente inagotable que alimenta, recrea, enriquece y fortalece a la Ciudadanía Intercultural – ciudadanía diferenciada -. 

Este escenario local-regional-nacional no fue ensuciado por la corrupción y menos por quienes pretendieron hipotecarlo al servicio de la dictadura y los nefastos intereses de Fujimori y Montesinos. De aquí nació las principales fuentes de resistencia a la dictadura, de aquí comienzan a (in)surgir los principales movimientos sociales que derrotan a la dictadura, esta es pues la fuente y el manantial diario que nutre la cultura local, desarrolla, enriquece nuestra identidad cultural colectiva – puente en construcción – hacia la forja de nuestra Identidad nacional, y por supuesto aquí encontramos las raíces y semillas productivas de nuestra Sociedad Civil Local, Real, popular, plural, emergente y democrática, fortaleza del poder local, sustento histórico y político de la nueva Ciudadanía, columna vertebral en la construcción socio-cultural y política de nuestra Nación, de un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.
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Arequipa, viernes 22 de febrero del 2013.

Arequipa, patrimonio cultural de la humanidad.
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