lunes, 21 de octubre de 2013

UNA CIUDADANÍA ORGANIZADA ES GARANTÍA PARA LA DEMOCRACIA.

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Nuestra Democracia, sus actores, sus líderes y estrategias.
Visto en su conjunto el argumento central de su trabajo, creo que peca de mucho optimismo, que no es malo, por el contrario, nos “permite volar” en el análisis e interpretación de la Democracia en América Latina. De acuerdo la transición hacia la democracia, una vez expulsadas o derrotadas las dictaduras, no fue original, pareja y paralela en todas las sociedades de los países latinoamericanos. Ustedes los paraguayos, venían de una larga dictadura de más de 35 años, - donde los partidos políticos tradicionales, conservadores fueron enemigos de la democracia, de la libertad aplaudieron o cómplices activos por muchos años a los dictadores - otros 10, otros 15 años, nosotros en Perú, 12 años, pero aquí viene el GRAN PEROnuestra transición en los 80’ fue un desastre político producto de ello volvimos a caer en una dictadura civil militar en los 90’, que terminó por destruir la débil institucionalidad y remedo democrático de los 80’ en un escenario de la más abultada hiper-inflación de la historia – solo comparable con las hiperinflaciones de Nicaragua y Bolivia de los 80’, que tuvieron el record de 7 cifras ( hablamos de millones) pero nosotros teníamos un par de perlas destructivas más. En los 90 el país estaba al borde del precipicio: el 60% del territorio peruano ( aún en su contenido geográfico) estaba en manos del grupo terrorista sendero y en estado de emergencia nacional y para rematar nuestros males políticos de finales del siglo XX , en plena crisis y violencia –la Tesis del shock del neoliberalismo, el capitalismo del desastre –  terminó de liquidar los pequeños rasgos, expresiones de democracia, ciudadanía, liderazgo, sociedad civil y encarceló la libertad de expresión y destruyó todos los derechos de los trabajadores. Ese fue el costo que pagamos por una transición errónea, lenta, confusa, sin norte político que al final fue el terreno abonado para el “florecimiento” más espantoso de nuestra República, la corrupción arropada en la columna vertebral de la política: el Estado.


Las Democracias que se "rescató" en los 80' en América latina, fue una desastre político. No tuvo ni la menor capacidad para investigar y llevar a la cárcel a los dictadores y asesinos, a sus cómplices y defensores a sueldo que fueron muchos. En especial se debió sancionar por medio de la Justicia de la democracia en especial a los dictadores militares autores y ejecutantes de "La caravana de la muerte".
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En el caso de ustedes, la situación es mucho más compleja, pero con una serie de trabas, taras y cargas muy pesadas de grupos tradicionales NO amantes o partidarios de la democracia muy común en todo América latina, sin embargo en la década de los 80’ nos embarcamos en una difícil pero no imposible responsabilidad estratégica de carácter político e histórico. Rescatar, restablecer y/o reconstruir la Democracia después de varias décadas de dictaduras, pero en la estructura económica de cada  país y del propio continente, estuvieron presentes en los sistemas económicos, o nos impusieron modelos que fracasaron – industrialización por sustitución de las importaciones ISI -o nosotros asumimos copias – mal copiadas – para tratar de reparar grandes fracturas económico-sociales – la dependencia, la informalidad, las oligarquías, el populismo o incluso algunos brotes de nacionalismo – Esta alta vulnerabilidad política generó profundos baches y fracturas sociales y políticas internas que no tuvimos la capacidad política como país para saber enfrentarlo, y nuestro fracaso como Región, como Continente siguió a  la deriva, sin norte, sin liderazgo, sin industrialización, sin una Democracia de Ciudadanos – a la más que llegamos fue a las puertas de una democracia censitaria, de una democracia electoral, cautiva y presa por la dominación e imposición de los intereses de clase de los viejos partidos tradicionales, conservadores, por décadas parapetados en las precarias instituciones nacionales, impidiendo cualquier camino de poder ingresar hacia la modernidad.


Una de las herencias del desastre que dejaron las dictaduras en América Latina - no sólo fue el aumento increíble de la deuda externa, o la violación sistemática de los DD.HH. o la corrupción institucionalizada - fue para nosotros, el extremo abandono de la niñez .- de la familia - la exclusión, marginación, explotación, la desnutrición de los niños y niñas, realidad sobre la cual el neoliberalismo "montó" la etiqueta absoluta de la pobreza en sus derivados.
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Hoy existe en tiempos de la globalización neoliberal, la era de la transnacionalización de los monopolios imperialistas – el capitalismo del desastre – y de la poli-crisis del sistema capitalista, el funcionamiento dialéctico de un cuádruple proceso institucional: Democracia, Ciudadanía, Sociedad Civil, Liderazgo. Características políticas centrales que garantizan en primera instancia el funcionamiento del mecanismo político de la Rendición de Cuentas, mecanismo participativo que funciona cuando existe una sociedad civil, fuerte, popular, plural, democrática y autónoma. Pero a su vez la sociedad civil – como escenario de escenarios de las clases y la lucha de clases – funciona en su dinámica de mayor participación de la población, presentando un fuerte, reconocido – y sobre todo expresando en toda su dimensión Confianza personal y social – en sus Líderes, - portadores de cultura social y humanista, conductores, maestros, impulsores del derecho al futuro, construyendo en la práctica diaria un proceso muy complejo en lo social y cultural, de una Nueva Ciudadanía Intercultural, Participativa, Cívica, Informada, Republicana.
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Hombres y mujeres, Ciudadanos y (as) de América Latina, luchamos en diversos frentes contra la dictadura. Desde nuestra juventud en las aulas universitarias, combatimos en las calles y plazas, primero a las falsas democracias y años después como Sociólogos,  a la dictadura militar de los 70', así como en los 90' como Sociólogos-Politólogos, fuimos protagonistas directos de la lucha política. El Movimiento Ciudadano por la Democracia, desde la Ciudad Blanca, los "Leones del Misti" desde "La Columna de los Inmortales" de Arequipa, contra la dictadura fujimontesinista. Escribimos, junto con la juventud universitaria, una página de dignidad y compromiso revolucionaria en nuestra Historia.
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Una ciudadanía organizada es garantía para la democracia.
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ABC Color lunes 21 de octubre del 2013.
En democracia, la sociedad civil tiene la responsabilidad primordial de controlar al Gobierno. Durante 35 años de dictadura, la sociedad paraguaya perdió su libertad de acción y no pudo cumplir con el mencionado rol. Pero esta sociedad parece haber despertado de su letargo y estar dispuesta a asumir ese papel básico. Ejerciendo su derecho constitucional a la libertad de expresión y de acceso a los medios de comunicación –incluidas las redes sociales–, la población empieza a reaccionar contra la vergonzosa corrupción e impunidad imperantes en los organismos públicos. Así las cosas, la garantía de estabilidad política más firme que tenemos es nuestra ciudadanía, que, pese a haber votado para elegir a estos senadores y diputados, conserva intacto su derecho de exigirles, presionarles y hasta, si fuera el caso, denunciarlos públicamente por atentar contra las normas fundamentales de la República.
En democracia, la sociedad civil tiene la responsabilidad primordial de controlar al Gobierno, conformado por los tres Poderes del Estado, dentro del marco regulatorio de la Constitución y las leyes. Bajo la larga dictadura stronista, con el cercenamiento de las libertades individuales y de los derechos cívicos, la sociedad paraguaya perdió su libertad de acción y no pudo cumplir su rol de contralor del poder público. Durante 35 años fue perseguida, oprimida y enmudecida, por lo que dos o tres generaciones de paraguayas y paraguayos vieron transcurrir su existencia sin pena ni gloria, privados de la oportunidad de aportar su capacidad personal y su entusiasmo a los campos de gravitación de la vida nacional, tanto en lo político como en lo económico, lo social y lo diplomático.
Por esa razón, cuando con el derrocamiento del dictador llegó la libertad y se inició el largamente ansiado camino de transición a la democracia, los políticos que fueron opositores al régimen autoritario anterior no atinaron a encontrar el rumbo hacia un orden democrático genuino, prefiriendo acoplarse como furgón de cola al corrompido Partido Colorado, que había sostenido políticamente al dictador Alfredo Stroessner y que, tras su derrocamiento, continuó manejando las riendas del poder con nuevos actores, pero con los mismos vicios del régimen dictatorial.
La renga y larga transición a la democracia así instaurada por una corrupta simbiosis de colorados y liberales –con presta adhesión de partidos y movimientos políticos advenedizos– tuvo un inesperado sesgo en abril de 2008 con la victoria electoral del ex obispo de San Pedro, Fernando Lugo, montado en la grupa del Partido Liberal. Pero el retorno al poder de la ANR en las elecciones generales del corriente año, con su candidato Horacio Cartes, electo presidente de la República, echó por tierra las esperanzas del Partido Liberal Radical Auténtico de mantenerse en el poder que efímeramente había asumido tras la destitución de Fernando Lugo.
Lamentablemente, la alternancia en el gobierno de la República, reclamada por la población como requisito indispensable para la progresiva consolidación democrática en el Paraguay, a la postre resultó un fiasco, porque los gobiernos de Fernando Lugo bajo la sombrilla de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC) y de Federico Franco con el PLRA después, tuvieron tan mal desempeño como el de los colorados que les habían antecedido. La más contundente prueba de ello fue que la ciudadanía se vio compelida a elegir otra vez, como mal menor, a un Gobierno colorado.
Con la desmitificación de la alternancia como panacea para acabar con la seguidilla de pésimos gobiernos por la perniciosa corrupción de los políticos, la sociedad civil parece haber despertado por fin de su letargo y estar dispuesta a asumir su rol básico de contralor de los tres Poderes del Estado. Ejerciendo su derecho constitucional a la libertad de expresión y de acceso a los medios de comunicación –incluidas las redes sociales–, la ciudadanía empieza a reaccionar contra la vergonzosa corrupción e impunidad imperantes en casi todos –si no en todos– los organismos públicos.
Es auspicioso constatar que paraguayas y paraguayos están asumiendo que la regeneración moral de nuestros políticos jamás podrá ser una iniciativa que parta de ellos mismos, sino mediante la presión moral de la sociedad civil en el ejercicio de sus garantías constitucionales.
Este esperanzador despertar ciudadano en el Paraguay se manifiesta con el reciente destape de la olla podrida en el Poder Legislativo, donde los denominados “representantes del pueblo” mantienen a sueldo, con dinero público, a hijos, nueras, compadres, servidumbre doméstica y hasta parejas sentimentales.
Posiblemente, este vergonzoso incidente representa apenas la punta del gran témpano sumergido en el mar de la corrupción generalizada de todos los órganos del Estado, que obstaculizó antes y se propone obstaculizar ahora el progreso político, económico y social del país que el nuevo gobierno de Horacio Cartes declara que se propone lograr, afán que está siendo fuertemente resistido por los políticos tradicionales, a los que, por conveniencia particular, se suman las agrupaciones políticas minoritarias con representación parlamentaria.
La arrogancia con que ciertos voceros de las Cámaras legislativas respondieron a las solicitudes de la prensa para acceder a información de interés general, como las listas de funcionarios con indicación de cargos y salarios, constituye una ominosa señal de desprecio hacia el derecho del ciudadano de conocer qué se hace con el dinero que se recauda con los impuestos que paga.
Subsiste entonces el peligro de que, bajo el acicate de la codicia y la ventaja de la impunidad a la que están acostumbrados los legisladores, piensen en boicotear proyectos gubernamentales.
Así las cosas, la garantía de estabilidad política más firme que tenemos es nuestra ciudadanía, que, pese a haber votado para elegir a estos senadores y diputados, conserva intacto su derecho a exigirles, presionarles y hasta, si fuera el caso, denunciarlos públicamente por atentados contra las normas fundamentales de la República.
Y dado que las autoridades del Poder Legislativo en este momento están cediendo en su pretensión intransigente de no rendir cuentas de sus manejos internos, el hecho demuestra que, en última instancia, la presión moral ciudadana posee ya la fuerza necesaria como para imponer el recto cumplimiento de la ley a los mismos legisladores. Y que, además, está consciente de que este es el camino más directo hacia la consolidación de un verdadero Estado de derecho.

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CRÍTICAS AL  ARTÍCULO DESDE PARAGUAY.
1.- Esperanzador despertar ciudadano " !!! esta exclamación oportunista y falaz de un monopolio brutal que " anestesio "a la ciudadanía en pro de sus intereses, causa sorpresa; no deja de ser una auspiciosa noticia. Durante los citados 35 años y la falsa " transición " a la democracia, ABC y la cadena defensora de todos los violadores a la verdadera Libre Expresión de los pueblos, crecieron económicamente hasta límites intolerables para construir una democracia representativa y participativa real. Claro que son los ciudadanos, bien informados , los únicos garantes de la lucha frontal contra la corrupción en los tres Poderes; hoy esa ciudadanía, raquítica, desmovilizada, desquiciada, justamente por la siniestra acción de los medios de prensa escritos, radiales y TV, no tienen la fuerza necesaria para remover estos " escombros políticos" de una República hace tiempo destruida por su insaciable establishment : ABC fue la nave insignia de esta guerra mediática, en contra de intereses de mayorías sociales que viven desnutridos, desinformados, sin tierra, acosados por la delincuencia y sin lideres capaces de torcer el rumbo. (Vargas)

2.- ?Que le ha pasado al ABCyapú? ?Tuvo un ataque tardío de Democracia? Después de haber colaborado con todas sus baterías, a favor del gobierno Cartes, de repente se acordó de la ciudadanía organizada. Cuál será el interés de este mentiroso medio impreso, para lanzar un libelo tan "democrático" contra el gobierno actual.?. No se entendieron en la división del poder? ?Los negocios no le salieron como quería? Sí el ABCyapú es contra el gobierno, hay algo errado. Los socios se pelearon por algunos negocios. !Muy sospechoso. (Cardell).

3.- Creo que después de veinte años que cayó la "dictadura" es tiempo de despertar y vivir la democracia real...donde hagamos respetar los derechos...donde podamos ganar el sustento trabajando...donde defendamos nuestros derechos con argumentos no amenazando... que los cargos públicos sean ocupados por personas preparadas en cada área..hay muchos en nuestro país...pero ya saben quienes los ocupan....y especialmente se castigue a los sinvergüenzas...a los corruptos...que termine la impunidad. (Morales).

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