sábado, 21 de diciembre de 2013

LA VÍA CAMPESINA EN CUBA. ¡Globalicemos la lucha, globalicemos la agro-ecología, globalicemos la esperanza!

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La agro-ecología es una reacción de la sociedad frente a los abusos en la alimentación. Su campo de influencia es muy amplio ya que parte de un derecho básico que, con suerte, realizan todos los seres vivos a diario. Sin embargo, especialmente en las sociedades más desarrolladas económicamente, el desconocimiento respecto a nuestra alimentación es alarmante. En este panorama comienza una lucha valiente y eficaz para recuperar la soberanía y la seguridad alimentaria de los pueblos: la agroecología. Sus principios motores son:
1.- El diálogo y la cooperación entre productoras y consumidoras
2.- La producción y el consumo en circuito corto.
3.- La dedicación de recursos sociales para hacer dignos la vida y el trabajo en el campo.
Uno de los rasgos más distintivos de este movimiento mundial es la atención a los procesos sociales en los que se desarrolla para lograr una mejor integración. Esto hace que sea inevitable su aplicación bajo unos procesos que tengan carácter participativo y respetuoso con el medio que le rodea. El discurso y la práctica se unen y toman forma con el contacto y la cooperación de las Redes de Personas.

Semillas Criollas, Agricultura SANA, respeto y protección del Medio Ambiente, garantizan un proceso social hacia la soberanía alimentaria. La Vía Campesina.
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Relación con la educación, la economía y la salud. La agricultura y la ganadería modernas siguen unos modelos de insostenibilidad cada vez más difíciles de ocultar. Si queremos invertir esta tendencia debemos regenerar y conservar el ecosistema en el que se desarrollan. Este proceso pasa por reconocer la dignidad del trabajo en el campo y debería comenzar en las escuelas. Ya desde pequeñas aprendemos que cuando un país se dedica principalmente al sector primario significa que está atrasado. Las consecuencias de esta educación son personas que desconocen por completo algo tan primario como las estaciones de los alimentos, las plantas de las que nacen o la influencia de nuestras decisiones cotidianas en estos procesos. Hoy la agricultura moderna intenta implantar un paquete tecnológico en el que las campesinas deben aceptarlo todo o desaparecer. El llamado desarrollo parece que pasa por comprar las semillas transgénicas, comprar los herbicidas especialmente diseñados para esas semillas, los abonos y demás venenos agro-tóxicos. Las medianas y pequeñas huertas nunca tuvieron cabida este sistema.
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Desde su nacimiento la Vía Campesina ha buscado estimular la participación de las mujeres en todos los niveles de actuación, instancias de poder y representación, como una forma de reconocer la importancia de las mujeres en el proceso de construcción política del movimiento y como una forma de erradicar todo tipo de discriminación de género.
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LA VÍA CAMPESINA EN CUBA.
¡Globalicemos la lucha, globalicemos la agro-ecología, globalicemos la esperanza!
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Sebastián Meyer.

Vía Campesina sábado 21 de diciembre del 2013.

La agroecología puede duplicar la producción alimentaria de regiones enteras en 10 años, reduciendo al mismo tiempo la pobreza en el campo y reduciendo el cambio climático.”

Esta afirmación la hizo Olivier de Schutter, relator especial de la ONU sobre el Derecho a la Alimentación, presentando su Informe en marzo 2011. Esta afirmación se basa en un trabajo de investigación en el mundo entero. En este informe, llamo con fuerza a los estados a adoptar políticas públicas ambiciosas en relación a la agro-ecología. 

Desde ya un buen tiempo se ha estado impulsando la agroecología dentro de La Vía Campesina (LVC), como paradigma para lograr la soberanía alimentaria. Prueba de esta dirección son las escuelas campesinas de agroecología existentes o en elaboración dentro del movimiento: actualmente son más de 40 en el mundo. Si bien estamos convencidos que la agroecología es el camino, estos centros dan una respuesta a una pregunta que siempre nos parece más urgente: “como difundir la agroecología?”. En este contexto, el éxito del método "de Campesino a Campesino" en Cuba, a través de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), miembro de LVC, es un ejemplo inspirador para el movimiento. La ANAP y LVC organizaron el encuentro internacional bianual del "Movimiento Agroecológico de Campesino a Campesino" entre de 17 al 24 de noviembre de 2013, y este fue una oportunidad para la Vía Campesina aprendiera más de su experiencia exitosa.

De los 80 participantes extranjeros en el encuentro internacional (además de 200 cubanos y cubans), la mitad eran representantes de organizaciones miembros de la Vía Campesina: eran de América (Nicaragua, Panamá, Colombia, Brasil, Chile, Argentina, Haití, Estados Unidos, Canadá, México,…), y África (Mozambique, Mali, Zimbabue). La gran mayoría de ellos se quedaron una semana más para profundizar en el método de Campesino a Campesino, en un curso especial diseñado por los maestros/as de la ANAP. 

Campesino a Campesino: cuando la educación popular encuentra la agricultura.

La transmisión del saber con Campesino a Campesino (CAC) rompe con la tradición vertical del técnico llegando al campo con su teoría para enseñar lo que debe hacer el "campesino ignorante." Aquí el protagonista es un campesino que tiene experiencias a compartir, desde su práctica en su propio terreno: el promotor. El es un nodo de reproducción de su conocimiento.

Nacido en Guatemala, llegado más tarde a México, Honduras y Nicaragua, es en la isla de Cuba que el método logró llegar a más familias: más de 100,000 en apenas 10 años. Logros que han podido conocer de cerca los participantes, visitando a fincas de promotores durante el encuentro internacional:

“Aprendí mucho, conocí a prácticas que no conocía como la lumbricultura, y la utilización de micro-organismos. Para mi es fundamental que estas técnicas sean conocidas por todo el mundo, por todos los campesinos.,"Mamadou Coulibaly (CNOP-LVC, Mali)

“Es la prueba que si se puede producir sano, sostenible, contrariamente al discurso que se escucha muchas veces que sería muy lento, que no puede competir.” Nury Martinez Silva (FENSUAGRO-LVC, Colombia)

Aprendiendo de la experiencia de la ANAP.

En el centro Necito Pérez, los maestros de la ANAP transmitieron lo que ellos y ellas hacen en términos de formación de formadores. Presentaron de forma dinámica los principios de base del CAC, así que técnicas como el diagnostico participativo, permitiendo de analizar una finca con indicadores, para identificar los problemas y clasificar la finca según su nivel de integración agroecológica. Se elaboraron en trabajo de grupo propuestas de talleres para tratar temas específicos como: conservación de suelos, crianza sostenible de animales, manejo ecológico de plagas, producción y conservación de semillas locales,… 

Sin embargo, los participantes tenían niveles muy diferentes en términos de práctica de educación popular, y el curso permitió identificar esta necesidad de ampliar la formación en este sentido en los procesos de LVC.

Si un principio se demarcó particularmente, sería el primero del CAC: empezar despacio y en pequeño. Lograr rápidamente un resultado motiva a la persona, y es un factor esencial para la reproducción de esta experiencia, como de su ampliación, el próximo paso...

“Personas pequeñas haciendo cosas pequeñas en espacios pequeños pueden cambiar el mundo.”, Eduardo Galeano.

Más que un método, un movimiento social.

Pero lo que impresiona en Cuba es el factor de reproducción logrado de estas experiencias pequeñas. El "periodo especial" vivido por Cuba desde la caída de la Unión Soviética hizo urgente la necesidad de producir fuera del modelo convencional, sin necesidad de insumos externos indisponibles por el bloqueo económico. Pero la transformación de un método pedagógico en movimiento social parece ser una llave para entender su éxito.

“Pues esto me impresionó. Creía que era una política de estado la agroecología en Cuba pero ahora me he dado cuenta que es una decisión del ANAP! Una organización que existe desde 1961 y que toda su dirección asumió la responsabilidad de implementar la agroecología y el método.” Nury Martinez Silva (FENSUAGRO-LVC, Colombia)

“Si el movimiento es fuerte, el estado no tiene otra opción que de apoyarlo”, Mamadou Coulibaly (CNOP-LVC, Mali)

Como organización la ANAP no solo implementó el método como tal existía, con promotores y facilitadores organizando las formaciones, sino que añadió la función de coordinador, un cuadro de la ANAP quien actua a nivel municipal, así que hizo muchas alianzas con instituciones e investigadores en los territorios locales. Todo el sistema está facilitado por la estructura de producción en cooperativas, los facilitadores actuando a este nivel, de forma voluntaria a menos que la cooperativa decide pagarlos.



Agricultura originaria y ganadería sana, garantía de la soberanía alimentaria.
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La relación ANAP-Vía Campesina.

Durante un encuentro con la dirección de la ANAP, los delegados extranjeros de LVC presentaron sus planos a futuro, su compromiso con la ANAP y  Cuba e hizo algunos pedidos a la ANAP.

La formación de una red de escuelas campesinas de agroecología en LVC tiene un lugar central en el futuro. De estas escuelas, las africanas en Mali, , Mozambique, y Zimbabue, y las nuevas escuelas latino-americanas de Colombia (IALA región andina) y Nicaragua (IALA Mesoamérica), así como una escuela provincial de Colombia, estuvieron representadas en Cuba. Esta red quiere tener un mapeo, sistematizar las experiencias y socializarlas. 

LVC se declaró solidario con Cuba, para parar el bloqueo, se comprometió a ofrecer su apoyo internacional. Al mismo tiempo, pidió a la ANAP ampliar su presencia dentro de LVC, dado su caso ejemplar en el empeño de la agro-ecología. Se pide que la ANAP juegue un papel importante en la construcción de la red de escuelas.

A la conclusión del curso, muchos hablaron del amor que sintieron por el pueblo cubano. Compartimos valores, dijo Ariel de CNA-LVC Colombia: ¡dignidad, solidaridad, amor y unión!

Repensando la agro-ecología… 

 “Sería interesante hacer un inventario de la prácticas agroecológicas en cada país, y que nos encontramos a partir de allí, para dar un contenido a la agroecología, validarlo. Y llegar a un catalogo de las buenas prácticas dentro de LVC. Con esto, lo podemos defender en cualquier lugar y en primero en nuestros países”, Mamadou Coulibaly (CNOP-LVC, Mali)

Se pudo ver a lo largo del evento que todavía falta trabajo en asentar lo que entendemos por agroecología, sobre su carácter sistémico, integral, holístico. Varias veces se pude percibir que todavía es visto como mera técnica. La agroecología es tradicionalmente presentada como puesta sobre tres pilares: la técnica agrícola, la investigación y la parte de la militancia que la identifica como movimiento social. Una pregunta que surge del método Campesino a Campesino podría ser la siguiente: no sería la educación popular un cuarto pilar fundamental de la propuesta agroecológica? No sería este método, esta filosofía educativa, una condición necesaria para llegar a la difusión de la agroecología? Como la educación popular nos permite repensar nuestras organizaciones y sus estructuras de poder? Como puede modificar las técnicas agrícolas, valorizándolas por su carácter popular? Como puede cambiar la investigación científica, mirando al campesino como el científico del campo? En otras palabras, no sería la agroecología más coherente si la miramos en todos sus aspectos sobre la luz de la educación popular? Esto significaría que no se puede dejar de lado la pedagogía, sino más bien colocarla al centro de todos nuestros procesos, no solo educativos, sino también de organización y de investigación.

Velitas desde Cuba para el mundo.

Sin duda, falta mucho camino para lograr hacer de la agroecología el nuevo paradigma de la agricultura mundial, a pesar del reconocimiento público de esta necesidad a través de la ONU. Frente a esto, las dos semanas pasadas con la ANAP en Cuba dejaron tanto enseñanzas como preguntas para LVC. ¿Cómo aplicar Campesino a Campesino a su contexto particular, dentro de países dominados por el neo-liberalismo? ¿Cómo forzar nuestros gobiernos en todos los niveles a adoptar nuestra definición de la agroecología, como LVC lo está logrando con la soberanía alimentaria? ¿Cómo orientar las políticas públicas hacía este objetivo de mayor importancia¿

“ Me voy de aquí pensando que la primera tarea que tengo que cumplir después de este curso es reunir mi organización y la dirección de la organización, para compartir los conocimientos, para que ellos se entusiasman tanto como yo, para empezar a colocar esto en práctica con nuestras organizaciones de base.”, Nury Martinez Silva (FENSUAGRO-LVC, Colombia.

¡Globalicemos la lucha, globalicemos la agroecología, globalicemos la 
esperanza!
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Sébastien Meyer, Rencontre des Continents asbl, enviado epescial para LVC.    Para profundizar el tema:




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