martes, 6 de mayo de 2014

BOLIVIA: LA CUMBRE DE LOS UNIVERSITARIOS García Linera quiere otra globalización desde el Sur.

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VICE-PRESIDENTE DE BOLIVIA: GARCÍA LINERA PIDE A LOS UNIVERSITARIOS IMAGINAR UN MUNDO NUEVO. El Deber / García Linera, durante su extenso discurso, realizó un recorrido por la historia de la evolución del mundo, la globalización y de "la decadencia de los grandes imperios y de la economía capitalista". "Una nueva generación comienza a gestarse desde el sur. La idea es que el G-77 avance en la construcción de un nuevo horizonte. Ya no estamos a la defensiva frente a un ascenso aparentemente imparable de los grandes imperios, hoy se caen a pedazos, sus ideas se fragmentan, se ha abierto un caos planetario que durara 20 años. En medio, surgen las ideas de los países del sur, de los países en desarrollo", señaló.

Destacó que el G-77+China es un espacio para construir relaciones más equilibradas, menos jerárquicas entre los países miembros y luego asumir decisiones y propuestas al mundo frente a los países llamados en desarrollo, entre ellos EEUU, Canadá, los países de Europa y Australia. García Linera ponderó el encuentro de dos jornadas que tendrán los universitarios de 15 países, que se reúnen este lunes y martes en predios de la Fexpocruz para hablar de migración, comercio, cambio climático, pobreza y desempleo, cooperación y seguridad alimentaria. Las conclusiones serán presentadas en junio, en la cumbre del G-77+China.
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la cumbre de los universitarios
García Linera quiere otra globalización desde el Sur.
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El vicepresidente arengó a jóvenes de 15 países reunidos para la Cumbre Modelo G-77 a ser audaces al proyectar la nueva agenda global para 2015. Cree en una nueva hegemonía desde el Sur.

PABLO ORTIZ  -  portiz@eldeber.com.bo

“Otra globalización comienza a gestarse en el Sur”, dijo Álvaro García Linera, en la inauguración de la Cumbre Modelo G-77, ayer en la Fexpo. “La idea es esa, que el G-77 avance en la construcción de ese horizonte. Ya no estamos a la defensiva, hoy los grandes imperios se caen a pedazos, sus ideas se fragmentan y en medio de eso surgen las ideas de los países del Sur, de los países en desarrollo”, añadió.

Así, el vicepresidente arengó a los jóvenes de 15 países que se reúnen desde ayer en Santa Cruz para una simulación de la Cumbre G-77 + China, que, según García Linera, convertirá a Santa Cruz en la capital del mundo a mediados de junio. Antes de la arenga vicepresidencial, el canciller, David Choquehuanca, había pintado un mundo en crisis, a un sistema capitalista caduco y había invitado a los jóvenes a ‘cosmoser’, a volver a ser, a valorar sus raíces para convertirse en los guerreros del arcoíris que devolverán la armonía a la naturaleza. También lo había hablado sobre el vivir bien Krister Roca, la embajadora boliviana ante este evento, que recordó que no se puede poner precio a la madre tierra, que el proceso de desarrollo debe pensárselo desde un punto de vista más integral, no solo como la industrialización sino como una fórmula para alcanzar felicidad.

Desde una perspectiva más regional y generacional, Gongontlejang Phalady, una mujer de 19 años proveniente de Botswana, había reclamado el presente de África para los jóvenes, porque ahora son el 60% de la población y porque los mayores han condenado a un continente rico a la pobreza extrema, con violencia de género creciente, educación en baja y con desigualdades intolerables. 

Clase universitaria

Es por eso que cuando llegó el turno a García Linera, el auditorio estaba en sintonía con lo que diría el vicepresidente. Con un tono pedagógico, comenzó a explicar cómo y desde cuándo se han construido hegemonías globales, de cómo la interdependencia y la dominación se convirtieron en las palabras clave para comprender la relación entre las naciones.

Con ello consiguió explicar cómo surgió el G-77, ese grupo de países que decidió no alinearse con las potencias de la Guerra Fría y que hoy es sinónimo de un Sur que busca tener algo de voz y voto en la ONU. 

Con ello, García Linera mostró que no todos los países pesan e influyen lo mismo en la ONU y también logró cuestionar al organismo global al considerar que perdió su naturaleza al avalar la invasión de un país por otro, al determinar qué países son dignos de ser invadidos y cuáles deben ser protegidos. Planteó la necesidad de una restructuración total de la ONU para buscar la igualdad total de los pueblos. “Nadie puede apoyar la dominación de un pueblo sobre otro”, dijo.

Recurrió al libro El capital del siglo XXI, de Thomas Piketty, para explicar que las economías del Sur controlan el 55% de los recursos del orbe, por lo que auguró que en una o dos generaciones, el mundo verá el surgimiento de una hegemonía de estas latitudes.

Los siete puntos

Luego, García Linera ahondó en la agenda de siete puntos que serán tratados en la G-77 y que los universitarios también debatirán. Habló de migraciones, de lo fácil que circulan capitales, bienes de producción por todo el mundo y lo complejo que es que para las personas cruzar una frontera. Fustigó a EEUU y Europa, regiones construidas con la fuerza de la migración que hoy levantan cortinas de hierro que impiden la libre circulación de seres humanos. Abogó por un futuro donde todos sean ciudadanos del planeta Tierra.

Cuando abordó el tema de seguridad alimentaria, criticó que haya lugares donde la comida se bota al mar para controlar sus precios, mientras en otras latitudes la gente no tiene qué comer. Abogó por los pluricultivos. En la temática de cambio climático aseguró que no es una repartición justa de las obligaciones que mientras el Norte derrocha el mundo, el Sur se deba convertir en guardabosques. “No se nos puede dar la obligación de curar a la naturaleza desde nuestra pobreza”, dijo. 

Cuando tocó el turno del comercio, García Linera aseguró que el libre mercado fue una sonajera con la cual los países desarrollados empujaron a los más pobres a destruir sus industrias mientras ellos subvencionaban su agricultura y cerraban sus mercados para productos estratégicos. También habló sobre lo que para él fue el papel nefasto del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional durante décadas y planteó analizar un impuesto a la circulación de capitales.

En cooperación Sur-Sur, pidió intercambiar conocimientos, aprovechar las potencialidades de las 134 naciones agrupadas en el G-77. Finalmente, en la agenda para después de 2015, cuando se cumple el plazo para los objetivos del milenio, García Linera pidió tener en claro tres aspectos: reducción de la desigualdad, la convivencia armónica con el planeta y la transferencia de tecnología. Eso sí, pidió que para imaginar este mundo que será de los que hoy son jóvenes, los universitarios sean audaces, que se atrevan a ir más allá 

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