sábado, 12 de diciembre de 2015

AMÉRICA LATINA: AVANCE POSNEOLIBERAL VERSUS RESTAURACIÓN CONSERVADORA.

&&&&&
La coyuntura latinoamericana es tiempo de crisis – económica, social, política, institucional – complejo y múltiple proceso que hoy está presente entre la crisis “terminal”, “final” del progresismo democrático latinoamericano y el avance “incontenible” del neoliberalismo o por la vía electoral (Argentina y Venezuela) o por la vía del “golpismo político” – Brasil - . Es cierto las afirmaciones de los “ideólogos”, opinologos y defensores a “sueldo” de los viejos y tradicionales poderes conservadores, que el progresismo de izquierda está terminando, básicamente por tres argumentos que hoy están presentes al interior de las clases y lucha de clases en América latina:

La Corrupción ha logrado penetrar en todas las instancias de la sociedad actual. No sólo está presente con sus diversas formas y estilos visibles e invisibles en la Política, los partidos políticos, la “clase” política, la representación, sino que ha logrado capturar las instituciones de mayor importancia de la vida nacional. Ejecutivo, Legislativo, Poder Judicial, Consejo de Magistratura, Universidades, Policía, Medios de Comunicación, Gobiernos Regionales, Locales, empresarios, etc. El virus envenenado de la corrupción está destruyendo el país en su conjunto, realidad que ha penetrado en la estructura de los propios movimientos políticos progresistas. Las denuncias y el apresamiento de principales personajes de la “vida política” hoy están  presos, privados de su libertad. Realidad que está destruyendo los movimientos políticos de la izquierda democrática.

La crisis económico-financiera en forma progresiva está hoy presente en América latina. Los 10 años de crecimiento macro-económico una vez más han sido desperdiciados, porque no ha servido para impulsar el desarrollo económico-social-sustentable. El viejo modelo extractivista exportador de materias primas no ha sido superado y hoy se hunde aún más cuando se presenta la crisis global de los precios de los Commodities en el mercado mundial. Las economías BRICS – China India y Brasil están internamente en procesos de ajuste estructural y otros han reducido drásticamente la compra de los commodities, generando verdadero caos interno en varios países. La crisis económico-financiera que avanza en silencio – justificada por algunos gobiernos –está comenzando a pedir factura a los gobiernos de la izquierda progresista. Cuidado ya en Brasil, Chile y Ecuador, comienza a juntarse – lo que por mucho tiempo estuvo separado, incluso hasta opuesto – lo social, económico y político. Los precios de los artículos de primera necesidad en los mercados de economías neoliberales, están comenzando a “dispararse” situación que origina la “explosión social” de trabajadores, empleados, juventud, profesionales y en general de los pueblos que sufre la arremetida de la economía neoliberal.




Los Liderazgos Sociales y Políticos que en otros tiempos asumieron personalidades nuevas en la Política como Lula en Brasil, Kirchner en Argentina, Chávez en Venezuela, ha significado un  profundo vacío político de poder sustituir, por la obra y representación política que realizaron en abrir nuevos espacios y ámbitos políticos en un escenario continental, plagado de políticas neoliberales, como fue la derrota del ALCA – el serio intento del Presidente Clinton, para imponer una  nueva forma de dominación; realidad que permitió abrir nuevos caminos políticos hacia la Unión Europea, China, India y otros países. La herencia política hacia la continuidad del proceso político en verdad que ha sido muy difícil  por la polarización político-social – la derecha ganó las calles y las plazas públicas -, más la violenta campaña de demolición política desarrollada por los medios de comunicación – el poder factico mediático –de la SIP y su papel de “entrar de lleno en la política” con la imposición de sus Agendas Políticas que o convivieron con  la Plataforma de Gobierno vigente, o lograron ante la crisis de los gobiernos, imponer su propia agenda social que defendía el poder de las corporaciones transnacionales.

Finalmente, hay mucho más para comentar sobre los avances de la derecha “política” o electoral o golpista en Nuestra América, pero también como es lógico, la Izquierda progresista hoy el  escenario de las clases y la lucha de clases, en su extrema polarización, aprendió a cómo defenderse en lo fundamental para proteger los grandes avances sociales en beneficio de la Ciudadanía, en un escenario múltiple, turbulento, como es la existencia de “dos” sociedades civiles, con distintos y antagónicos objetivos políticos hoy frente a la crisis sistémica y como trabajamos en un mundo como es el “Cambio de Época, Histórica” en un mundo multipolar.
/////





AMÉRICA LATINA:
AVANCE POSNEOLIBERAL VERSUS RESTAURACIÓN CONSERVADORA.
*****

Manuel Bertoldi.

ALAI. América Latina en Movimiento.

Martes 1 de diciembre del 2015.

El continente nuestroamericano está atravesando un nuevo ciclo de la lucha de clases determinado por lo que implicó la derrota del ALCA hace 10 años. Vivimos un momento histórico importante y complejo, determinado por una nueva correlación de fuerzas que se construyó entre el capital, los gobiernos y las fuerzas populares luego del proceso de movilización y cambio de época que significó la derrota del plan de Estados Unidos para el continente. Decimos que se trata de un momento complejo porque se presenta enmarcado en una crisis múltiple del sistema hegemónico.

Crisis multidimensional

La emergencia de la crisis capitalista a nivel mundial en 2008, si bien no tuvo repercusiones inmediatas en nuestro continente, comenzó a afectar las tasas de crecimiento de las principales economías, favoreciendo la inversión extranjera de las potencias que recurren a nuevos territorios y explotación de bienes naturales para paliar sus crisis internas (EEUU, UE, China). Hay que aclarar que la crisis capitalista no generó el agotamiento del patrón de acumulación basado en la privatización y explotación de bienes comunes, sino que en todo caso lo aceleró de la mano de una mayor concentración de las riquezas.

Mientras tanto, se intensifican los conflictos bélicos regionales, para aumentar los gastos de la industria militar estadounidense y europea: la paz está en crisis. En América Latina, se consolida una ofensiva imperialista en múltiples niveles, que se evidencia de forma clara a partir de 2009, con el golpe de Estado en Honduras.

Desde el punto de vista económico, los tratados de libre comercio se consolidan no sólo a partir de acuerdos bilaterales, sino que por primera vez después del intento del ALCA, Estados Unidos promueve el armado de la Alianza del Pacifico, aceptado y promovido por Chile, Perú, Colombia y México, que se plantea la incorporación de varios países más. La Alianza del Pacífico tiene, además, el objetivo político de frenar los procesos de integración impulsados por la Revolución Bolivariana, como han sido el ALBA, la UNASUR y la CELAC, que en un hecho histórico incorpora a Cuba a un mecanismo de integración regional, dejando de lado a Estados Unidos y Canadá.

Podemos decir entonces que la “contraofensiva imperialista”, está operando articuladamente desde el punto de vista político, militar, económico y también desde el punto de vista ideológico, a través de los medios de comunicación hegemónicos, las Organizaciones No Gubernamentales, y el reforzamiento de un fuerte aparato cultural que se reproduce a escala masiva marcando y orientando las pautas de consumo y la construcción de valores en el pueblo, ajenos a sus intereses.

Nueva etapa

El nuevo mapa político, surgido de los procesos de resistencia al neoliberalismo, fue atravesado por las mediaciones que cada pueblo tuvo la capacidad de construir en la arena pública. De tal manera, la región vivió una serie de procesos que, con sus similitudes y sus particularidades locales, dejan para el pueblo una serie de interrogantes, aprendizajes y desafíos donde la contraofensiva conservadora inclusive avanza llegando al gobierno con una coalición de derecha por la vía democrática en un país como la Argentina y condiciona seriamente al gobierno del PT en Brasil haciéndolo asumir una agenda de ajuste neoliberal. A pesar de este nuevo escenario que se viene configurando, los pisos de acumulación tanto en términos sociales y políticos, no son los mismos que teníamos hace 20 años atrás.

Vivenciamos un momento de reagrupamiento dinámico del campo popular, con dispersiones y confluencias en desarrollo, donde el debate de la unidad todavía marca la etapa actual como lo hizo también durante el ascenso de movilización popular que puso en crisis la hegemonía neoliberal. El desafío, en este sentido, pasa por la construcción, en términos estratégicos, de un proyecto de integración popular, que unifique diferentes expresiones, sin renunciar a la diversidad propia de una sociedad fragmentada socialmente, pero con la pretensión de articular un proyecto de la clase trabajadora del campo y la ciudad en su conjunto, que permita desarrollar y disputar hegemonía.

Esta necesidad, a su vez, se encuentra entrelazada con una batalla ideológica que se remonta a los procesos de independencias parciales en América Latina y el Caribe. Durante casi dos siglos, las oligarquías locales y luego, las burguesías emergentes en cada uno de nuestros países, han tenido éxito en situar las coordenadas del debate político en los marcos de cada país, como si la realidad política, económica y social estuviera determinada casi exclusivamente por lo que sucede al interior de las fronteras de cada Estado. El propio relato histórico describe los procesos de independencia de los nuevos Estados desligándolos de un proceso general como el que realmente ocurrió hace doscientos años y como también ocurre ahora.

Decíamos anteriormente que estamos adentrándonos en una nueva etapa en América Latina donde se pondrán en juego las correlaciones de fuerzas cristalizadas en la derrota del ALCA hace diez años atrás. Es fundamental que nuestros movimientos y articulaciones a nivel continental podamos acordar tareas comunes que deben ser asumidas por el conjunto del movimiento social y popular como ampliar estos debates, fortalecer el trabajo de base y la concientización de nuestros pueblos sobre las actuaciones del imperialismo y el capital en materia, por ejemplo, de los nuevos tratados de libre comercio y la transnacionales. Las tareas deben estar enmarcadas en la necesidad táctica y estratégica de aumentar el nivel de movilización de masas en nuestros países. A diez años de la derrota del ALCA, la lucha contra el imperialismo y el avance conservador en el continente debe ser un aglutinador común para todas las organizaciones populares de Nuestramérica, partiendo de las enseñanzas y aprendizajes que nos han dejado las luchas y resistencias a la hegemonía neoliberal de décadas pasadas.

Conscientes de que aún falta mucho por crecer en todos los aspectos, aspiramos a recorrer un camino de aprendizaje desde la práctica militante concreta junto a la diversidad de expresiones de los pueblos de Nuestra América, en un momento político marcado por la agresividad del saqueo imperialista ante la emergencia de un mundo multipolar en donde también tenemos que hacer esfuerzos para vincularnos con movimientos sociales y fuerzas populares que están resistiendo en otros continentes.

Debemos asumir la necesidad de fortalecer en nuestros pueblos la solidaridad internacionalista ante la contraofensiva de EEUU en la región. Tanto Venezuela como Ecuador y Bolivia son procesos de fundamental importancia para los pueblos de Nuestramérica ya que funcionan como horizontes hacia donde caminar para todos nuestros pueblos sabiendo, como decía Mariátegui, sin hacer calco ni copia. La defensa irrestricta frente al imperialismo de los procesos de cambio debe ser asumida por el conjunto del movimiento popular abonando y colaborando para que los países consoliden su camino disruptivo con el orden hegemónico. A su vez es de fundamental importancia rodear de nuestra más contundente solidaridad a nuestra Cuba socialista que durante todos estos años ha servido de faro esperanzador para pueblos que sufrimos dictaduras militares, oleadas neoliberales y arremetidas de la derecha como actualmente estamos viviendo.

También debemos asumir desde nuestro trabajo solidario que el proceso de paz con justicia social en Colombia es necesario que avance porque la paz en Colombia es la paz en nuestro continente. Tenemos que blindar a América Latina como zona de Paz.

A su vez debemos acompañar con nuestra solidaridad el camino histórico de liberación del pueblo Haitiano y su lucha por el retiro de la Minustah.

Un horizonte de soberanía popular, de independencia económica y de justicia social es deseable y posible en la medida en que avance la unidad dentro de cada país y entre los diferentes países. Nos alientan las luchas de quienes nos precedieron y la consciencia de estar viviendo un cambio de época en el que hay avances y retrocesos, pero nada queda sin moverse. Los tiempos recientes demuestran que aún en los momentos que se anuncian más oscuros, surge de una larga historia de resistencia y construcción de alternativas. Creemos que en esta encrucijada, cada paso que podamos dar, de conjunto, ofrece mayores posibilidades para avanzar en un proyecto emancipatorio cada vez más necesario. Como en cada momento de nuestra historia, lo determinante será la potencia -la legitimidad, la fuerza material- de la lucha popular.

La construcción y el fortalecimiento de un proyecto de unidad de los movimientos sociales y populares del continente, la lucha contra el imperialismo y la defensa irrestricta a los procesos de cambio en curso, conforman entonces las tareas que consideramos, debemos asumir como prioritarias.

El encuentro hemisférico a 10 años de la derrota del ALCA convocado por Cuba y sus organizaciones, expresiones de su pueblo organizado ya es un paso más de acumulación de nuestro proceso. Cuba ha sido quien ha mantenido en alto la bandera de lucha contra el neoliberalismo décadas atrás y quien ha puesto en marcha el motor de resistencia de nuestros pueblos. Hoy desde su ejemplo y coherencia revolucionaria nos ha vuelto a convocar para fortalecer nuestros vínculos, pensar de conjunto y ponernos frente al desafío de avanzar en un frente común de acción y movilización siendo conscientes que debemos avanzar en un mismo camino desde nuestra diversidad. Los tiempos que vienen nos pondrán nuevamente a prueba para no retroceder en lo que hemos avanzado como pueblos en estos últimos años.

*****
------------------------

Ponencia presentada en el encuentro Hemisférico a 10 años de la derrota del ALCA realizado en la Habana en el mes de noviembre. La misma forma parte de los debates y reflexiones que venimos transitando desde la Articulación Continental de Movimientos Sociales hacia el ALBA. Se construyó en base al artículo, Nuestramérica en la encrucijada, Vicente, F; Bertoldi M. publicado en Cuadernos de CAMBIO N°2.
Manuel Bertoldi

Integrante de la Secretaria Operativa de la Articulación Continental de Movimientos Sociales hacia el ALBA.


*****

No hay comentarios: