sábado, 22 de octubre de 2016

¿QUIÉN DOMINA EL MUNDO?. ESPAÑA: EL PSOE, ENTRE LO MALO Y LO PEOR.

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Disculpas a nuestros respetable lectores. Hoy ponemos a su disposición dos textos de Lectura, una sobre Política "criolla", lo que pasa en la coyuntura actual en España y el segundo un artículo, un resumen del trabajo del Maestro Noam Choimsky sobre ¿Quién domina el Mundo", por su puesto, que Usted y Yo sabemos, pero mejor lo leemos el artículo. Gracias por su comprensión.

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¿QUIÉN DOMINA EL MUNDO?.

Noam Chomsky, aborda la política exterior de Estados Unidos.

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Elvira Huelbes.

Cuarto Poder.

Noam Chomsky, ese incómodo profesor emérito del Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT, vuelve a la carga con un libro, ¿Quién domina el mundo? (Ediciones B, 2016) en el que, como suelen los suyos, plantea una sencilla pregunta que requiere casi 400 páginas de respuestas.

La mente brillante de la persona probablemente mejor documentada del orbe insiste en su denuncia de las atrocidades y enormes “equivocaciones” que los poderosos, y más concretamente Estados Unidos con su recua de aliados, siguen cometiendo en todas partes –ahora, significativamente, en Siria- con el pretexto de salvaguardar la seguridad de las personas de todo el mundo.

Esa arrogante atribución se repite año tras año por no importa cuál sea la cabeza de la administración del país que sigue gobernando el destino de las naciones. Quizás sea el profesor Chomsky la más reputada mosca cojonera que le ha salido al Imperio, cuando se empeña en señalar, con pelos y señales y una documentación aplastante, las meteduras de pata y las violaciones de la ley internacional que han ido logrando –y en ello siguen- crear mayor inseguridad que aquella que disfrutábamos todos en tiempos de la Guerra Fría. Como recuerda el autor, lejos ha quedado el año en que un incuestionado Abraham Lincoln consiguió la prohibición del asesinato en el derecho internacional, con su enérgica proclama de 1863 contra lo que él llamó “bandolerismo internacional” impropio de naciones civilizadas.

En este libro, Noam Chomsky, en la espléndida traducción de Javier Guerrero, analiza las estrategias que movilizan a las fuerzas privilegiadas estadounidenses –no siempre, solamente las armadas- a salvaguardar principalmente los intereses de Washington y del más poderoso sector empresarial. Repasa, poniendo puntos sobre las íes, los panoramas actuales de los teatros en conflicto, particularmente Palestina, y su reciente evolución hasta llegar a donde estamos ahora.

Pone sobre el tapete las circunstancias por las que el todavía negado cambio climático está acabando con los polos y el hábitat de la selva, entre otras amenazas; propone dos formas de ver lo que pasó en el atentado terrorista de Charlie Hebdo; traza un esquema histórico clarificador de cómo el control del mundo por parte de los EEUU requiere el de los gasoductos que provienen de Oriente Próximo y todo lo que pasa desde que Franklin Delano Roosevelt comenzara su cruzada, apenas estalló la Segunda Guerra Mundial.

La maestría de Chomsky para traer asuntos de la historia con los que aclarar la situación presente es admirable. Se podrá estar de acuerdo o no con sus conclusiones, pero de lo que no puede dudar nadie con argumentación contrastada es de su capacidad de lector atento a lo que ocurre en el mundo, cómo ocurre y quién está detrás, esa mano invisible del poder con que titula uno de los capítulos del libro.

El volumen comienza con una atención dedicada a la responsabilidad de los intelectuales: un estribillo que se repite ante determinados acontecimientos que quedan huérfanos de reflexiones de peso. Pone como ejemplo el de John Dewey que, tras la Gran Guerra (1914/1918) cambió su posición de “intelectual responsable” por la de “anarquista de atril”, mostrando una sumisión a la que no cedieron voces como las de Rosa Luxemburg, Bertrand Russell o Eugene Debbs, que conocieron el frío de aquellas cárceles.

En resumen, un libro de lectura muy recomendable que llega a apasionar, en el que Chomsky domina el ejercicio de intercambiar protagonistas de situaciones conflictivas, para lucubrar sobre las reacciones de la opinión pública; o el de animar al lector a mirar los acontecimientos y las actuaciones de los líderes con ojos diferentes, poniéndolo en el brete de determinar qué postura es éticamente plausible y cuál no.

Ante los que sospechan de los que sospechan de los Estados Unidos (ese “destacado Estado terrorista”), Chomsky invita a reflexionar con elegantes toques de ironía sobre la realidad que no vemos delante de nuestros ojos. Una lección de historia y de actualidad.


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La andaluza Susana Díaz encabezó la revuelta contra Sánchez.

EL PSOE, ENTRE LO MALO Y LO PEOR.
Los Socialistas de España se enfrentan a una decisión crucial.
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Sumidos en una profunda crisis, los socialistas se resignan a abstenerse y permitir la investidura del conservador Mariano Rajoy

Página /12 sábado 22 de octubre del 2016.

El Partido Socialista (PSOE) afronta el domingo un cónclave crucial en el que se espera que sus dirigentes decidirán facilitar la reelección del conservador Mariano Rajoy para evitar unas terceras elecciones en España. Mientras que persiste la duda sobre la fórmula que adoptarán para sufrir el menor desgaste posible.
“Voy a intentar gobernar. Soy plenamente consciente de los apoyos que tengo, pero no es la primera vez que un gobierno está en minoría”, dijo por su parte Rajoy en conferencia de prensa en Bruselas, tras participar de una cumbre de líderes de la Unión Europea (UE) que tuvo lugar en la capital de Bélgica. A la espera de la decisión que adopte el PSOE y asumiendo, sin entrar en ello, que se inclinarán por facilitar su reelección, Rajoy sostuvo que el hecho de que su próximo gobierno no tenga mayoría absoluta puede convertirse en una gran oportunidad para dejar resueltos algunos de los grandes retos que España debe afrontar en el futuro. “Todos tenemos que ceder en nuestros planteamientos de máximos”, remarcó, luego de admitir que parte del programa de su Partido Popular (PP) no saldrá adelante.
Todavía divididos y sumidos en una profunda crisis, los socialistas asumen con resignación que la abstención ante la investidura de Rajoy es la única opción para impedir que España se vea obligada a regresar a las urnas. La segunda fuerza política española celebrará mañana un Comité Federal (reunión de uno de sus órganos de decisión) para fijar la posición que llevarán a las consultas que inicia el lunes el rey Felipe VI para sondear la posibilidad de designar a Rajoy como candidato a la presidencia del gobierno.
El plazo para formar gobierno vence el 31 de octubre, y en el PSOE son mayoría los que no quieren una repetición electoral, como lo demostraron imponiéndose en la guerra interna que desembocó en la dimisión del ex secretario general, Pedro Sánchez, partidario de mantener el veto a Rajoy. La decisión, que casi rompe el PSOE en dos, fue trascendental, ya que buena parte de la militancia socialista considera que permitir que gobierne Rajoy es una “traición” y tendrá un efecto devastador para el partido que deberá luchar contra Podemos para ser el referentes de la oposición a un nuevo gobierno del Partido Popular (PP).
Los graves casos de corrupción en los que está involucrado el PP y que en estos días están siendo juzgados colocan a los socialistas en una situación muy incómoda, en el peor de los escenarios. Sin embargo, el PSOE ya sólo discute cómo llevar a cabo la maniobra de abstención sin sufrir un costo político mayor que profundice aún más su crisis interna. La fórmula de la abstención divide a los socialistas entre los que son favorables a que sólo lo hagan los 11 diputados que necesitaría Rajoy para ser reelegido, y los que defienden que todo el grupo parlamentario socialista, 85 diputados, debe votar en bloque.
“Elegiremos entre el No y la abstención”, reiteró Javier Fernández, el presidente asturiano y de la gestora que dirige al PSOE (que está controlada por la dirigente andaluza Susana Díaz) sin querer entrar en la fórmula ya que siempre defendió la disciplina partidaria y, por lo tanto, el voto en bloque.
La abstención por la mínima daría una sensación de que la posición adoptada por el partido socialista es vergonzante, de ahí que algunos socialistas consideran que no es una posibilidad. Además, el voto unido del bloque daría sensación de unidad tras la guerra fratricida que generó en el histórico partido español este debate.
Desde hace tiempo algunos dirigentes como el extremeño Guillermo Fernández Vara abogan por una “abstención técnica” para evitar nuevas elecciones y que enviaría el mensaje de que el PSOE está en contra del PP pero permite que haya gobernabilidad en España. Los socialistas catalanes, fieles a Sánchez y que se mantienen en el NO a Rajoy al punto que amenazan con romper la disciplina del partido, también se abrieron a esta posibilidad. Pero Fernández advirtió que revisaría las relaciones entre la formación catalana y sus hermanos españoles si los diputados catalanes se desmarcan de la decisión del partido. Ante la previsible abstención del PSOE, que permitirá poner fin a diez meses de incertidumbre y parálisis política, el rey Felipe VI acortó al máximo la ronda de consultas con los partidos políticos españoles para intentar que Rajoy obtenga la reelección

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