jueves, 31 de marzo de 2016

ARGENTINA YA SE CLASIFICÓ AL MUNDIAL DE DESPIDOS. QUIEN ES MÁS REPRESIVO CONTRA LOS DERECHOS DE LOS TRABAJADORES: MACRI O MADURO?.

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Señores de la Derecha conservadora – la prensa concentrada, los poderes tradicionales de la CONFIEP – el poder económico-financiero-comercial estructural – y también a la emergente burguesía y su derecha política empresarial – con un odio de clase concentrado sobre Venezuela para todos ustedes – en su derecho de Opinar, repetir, repetir e inundar de falsedades sus medios, Venezuela es una dictadura – la dictadura chavista, la dictadura de Maduro – que mantiene presos políticos en la cárcel, presos de la libertad – para quienes incluso el Premio Nobel Vargas Llosa  escribe artículos de artículos con los calificativos más sensacionalistas – descalificados – de dictadura. MUY Bien. Señores. Venezuela es una dictadura, Maduro es un dictador. Ahora con sus mismos argumentos de su Libertad de Opinión, de derecho al trabajo, de defender la Soberanía Nacional ante la arremetida de los poderes del capital buitre transnacional, de liquidar instituciones democráticas en menos de 100 días. Un gobierno elegido democráticamente, La derecha política empresarial por primera vez llega al gobierno por medio democráticos. Señores Argentina. El Gobierno del Sr. Macri. Quién con odio y revanchismo político – propio NO de un Gobierno democrático, sino de un gobierno de mediocres revanchistas, NO con los políticos de los gobiernos anteriores sino con el pueblo con los trabajadores con los Ciudadanos. Miles de despidos de trabajadores del sector público – la Centrales Sindicales Argentinas ya han formulado la denuncia ante la OIT millones de dólares entregados al capital buitres transnacional – con anterioridad ya se había deslindado totalmente con más del 90% y quedaba menos del 10% de acreedores, aún en litigio, de los tiempos de la dictadura y gobiernos neoliberales como del sr. Menen- ese 10% embargo las finanzas argentinas internacionales, pero la lucha fue en los Tribunales Norteamericanos – sin embargo el señor Macri y su Gobierno entrega ahora los millones a ese capital buitre -. (Disculpen si me equivoco en los porcentajes de los buitres).

Y la inflación generada internamente, la eliminación de todos los impuestos a los poderosos empresarios agro-exportadores – en graves contradicciones con el gobierno anterior, precisamente por el NO pago de impuestos y la respuesta de esos viejos poderes oligárquicos de golpismo político y huelgas masivas –. La derogatoria de la ley de concentración de los medios – el poder mediático -. Seguiríamos enumerando los 100 días del sr. Macri – pero lo mejor de lo mejor para la prensa de la SIP internacional ha sido sin duda su encuentro con el Presidente Obama y el baile del tango de la pareja presidencial. Ahora señores Opinologos, líderes de opinión pública, defensores históricos de la libertad de prensa, simplemente deben informar por una sola vez al mundo. Cuando el dictador Maduro expulsó, dejó sin trabajo a miles de trabajadores estatales, (menos en los tiempos cuando descabezó la cúpula sindical reaccionaria de la Empresa Estatal del Petróleo) cuando entregó la Soberanía Nacional a los intereses del capital buitre transnacional. Ah No se oye padre!!!. Es la democracia y la libertad de prensa, es el gobierno democrático, es La “nueva” Argentina del sr. Macri. Felicidades por su odio y revanchismo mediocre, así van a construir una Democracia de aventureros y destructores de la política. Felicidades. Una democracia procedimental, delegativa, opuesta a los intereses nacionales? A ver si tengo respuesta. Pero sin insultos. Siempre manteniendo la calma, moderación y respeto.


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Militantes de la CTA y de ATE realizaron ayer una marcha contra los despidos y las medidas del gobierno de Macri.

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ARGENTINA YA SE CLASIFICÓ AL MUNDIAL DE DESPIDOS.
“Todas las medidas repercuten en forma negativa”.
Los dos CTA y ATE Capital denunciarán hoy al gobierno ante la OIT por las vulneraciones al Derecho al Trabajo.
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En un documento de más de 60 páginas, los sindicalistas detallan lo ocurrido en materia laboral en los primeros 100 días de gobierno de Macri, que evalúan como “un plan sistemático de cambio del patrón de distribución de la riqueza”.
Página /12 miércoles 30 de marzo del 2016.
Mientras el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, se prepara para anunciar mañana el saldo de trabajadores que dejó en la calle el proceso de “revisión” de contratos en el Estado nacional, los titulares de la CTA de los Trabajadores y de la CTA Autónoma, Hugo Yasky y Pablo Micheli, y el secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, denunciarán hoy al Gobierno ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por “las vulneraciones al derecho al trabajo” que implicó no sólo la ola de despidos, sino el conjunto de las medidas macroeconómicas. “Todas y cada una de las medidas adoptadas por el Gobierno repercuten de forma negativa en la oferta de mano de obra, generan vulnerabilidad en el sector trabajador y aumentan el desempleo, violando derechos humanos fundamentales”, sostiene el documento de más de 60 páginas que presentará ATE Capital ante las autoridades de la OIT en el país, a quienes pedirá que la organización se expida condenando el ajuste que impulsó el gobierno de Mauricio Macri en sus primeros cien días.
Entre las medidas que caracteriza como “regresivas” para los trabajadores, el escrito enumera “la devaluación y eliminación de los derechos de exportación”, la “apertura económica”, la “desregulación del mercado de capitales” y la “reducción del gasto público”, todos ejes que el propio Presidente señala públicamente como parte de su plan hacia la “pobreza cero”.
“El actual Gobierno, desde su asunción el 10 de diciembre de 2015, desarrolló un conjunto de medidas económicas, sociales, financieras y previsionales que analizadas en su conjunto, materializan un plan sistemático de cambio del patrón de distribución de la riqueza, que causa gravísimas violaciones y restricciones a derechos humanos fundamentales, entre ellos el derecho al trabajo y la promoción del empleo, consagrado en diferentes convenios y recomendaciones de la OIT”, denuncian los sindicatos en el documento, que será presentado hoy durante la audiencia que Catalano, Yasky y Micheli tendrán con el director de la OIT Argentina, Pedro Furtado.
Entre otras preocupaciones, Furtado escuchará de boca de los dirigentes que desde la llegada de Cambiemos al poder “se vulneran tratados internacionales y derechos garantizados por la Constitución” en función de beneficiar a las patronales del sector agroexportador y financiero, a la par de la “discriminación y la falta de justificativos” con que se dieron los despidos, algo sobre lo que el titular de la organización a nivel mundial, Guy Ryder, insiste públicamente y que se encargó de resaltar en su última visita al país, en diciembre del año pasado.
En sus fundamentos, la denuncia advierte sobre la violación de por lo menos seis de los convenios fundamentales de la OIT, a los que el país suscribe. Entre los principales que cita se encuentra el Convenio 122 sobre el desempleo, que data de la década del 60, y requiere a los Estados miembros que “la política de empleo constituya un elemento esencial de toda política destinada a promover el aumento de los ingresos nacionales y su distribución equitativa”.
Ajuste y represión.
En paralelo, cientos de estatales realizarán hoy distintas actividades durante todo el día frente a los ministerios donde hubo despidos a la espera del “jueves negro” de mañana, día límite establecido por el decreto 254/15 firmado por Macri e Ibarra para analizar la situación de cada uno de los 24 mil trabajadores en riesgo de quedar desempleados. Hasta ahora, el número de estatales despedido en el Estado Nacional, las empresas Sociedad del Estado y los organismos descentralizados es de más de ocho mil, y trepa a más de 30 mil si se cuentan los estados provinciales y municipales en todo el país. Por eso, la situación en la que se encuentran miles de despedidos es uno de los ejes centrales de la denuncia. “Quien está desempleado sufre las consecuencias negativas que esta condición produce en la personalidad y corre el riesgo de convertirse en víctima de la exclusión social”, remarca el escrito, que advierte sobre los riesgos sociales que provocó el desempleo en la década del 90.
“Los despidos son el núcleo del ajuste”, describió el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, quien afirmó que el objetivo de la presentación es lograr un pronunciamiento “a la altura de la gravedad de la situación” durante la próxima asamblea de la OIT, que reunirá a sindicatos de varios países a principios de junio. “Precisamente la OIT condenó fuertemente los despidos masivos en Europa, y esperamos que el Gobierno cambie su actitud si se ve en la misma situación que padecen países como España”, sostuvo.
“La política económica está generando condiciones para el desempleo y mayores niveles de pobreza”, justificó Catalano la medida en diálogo con Página/12. “Hasta ahora, esa es la experiencia que siempre tuvo la Argentina al adoptar este tipo de recetas neoliberales”, explicó. Para el secretario general de ATE Capital, “hasta ahora no hubo una sola medida a favor de los trabajadores”, mientras que, en cambio, “se llegó al límite de utilizar la policía para despedir a los trabajadores”.
Discriminación.
“La denuncia es una respuesta de los trabajadores frente a la violación del principio básico de la estabilidad laboral, pero además por la carga de discriminación y persecución política que entrañan varios de los despidos”, sostuvo Yasky. En el escrito se citan textuales del ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, en los que afirma: “No vamos a dejar la grasa militante, vamos a contratar gente idónea y eliminar ñoquis”. El objetivo de denunciar actos de discriminación y persecución política. “Los despidos y el discurso contrario a los trabajadores estatales se ha extendido y generalizado de forma paralela”, explica, “generando una idea extremadamente discriminatoria de que todo trabajador estatal es ñoqui hasta que se demuestre lo contrario”.
Informe: Matías Ferrari.


La CTA de Pablo Micheli cerró ayer su jornada de protesta con un acto frente al Congreso.

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ARGENTINA. PAROS, PIQUETES Y VIGILIAS.

Los Estatales se movilizan para resistir nuevos despidos.
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Mañana vence el plazo que fijó el Gobierno para revisar los contratos y los concursos en la administración pública. Los gremios están en alerta ante una nueva ola de cesantías. La CTA Autónoma realizó ayer una jornada de lucha y ATE Capital protesta hoy y mañana.

Laura Vales-

Página /12 miércoles 30 de marzo del 2016.
Los trabajadores del Estado entraron en la semana más tensa desde la llegada del macrismo al gobierno. Ante la finalización –este jueves– del plazo que se dio el PRO para revisar los contratos y concursos realizados en la administración pública durante los últimos tres años, los estatales y las organizaciones sindicales que los representan intensifican las protestas y recursos para frenar los despidos masivos. Paros, piquetes, vigilias frente a los lugares de trabajo, la presentación de proyectos de ley que prohíban los despidos por un año y el reclamo de intervención de la Organización Internacional del Trabajo son las medidas que se implementan ante la amenaza de una tercera –y más grave–, ola de cesantías.
Hoy, desde las siete de la mañana, trabajadores de ATE Capital harán cortes de calle y manifestaciones frente a las sedes de una decena de organismos, como los ministerios de Seguridad, Economía, Trabajo y Justicia, la Cancillería, la Biblioteca Nacional y la Superintendencia de Seguros. A partir de las diez, 700 delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado de todo el país se reunirán en un plenario en Costa Salguero para definir los pasos siguientes del plan de lucha. A las dos de la tarde, la CTA de los Argentinos que lidera Hugo Yasky, la Autónoma de Pablo Micheli y ATE llevarán a la oficina porteña de la Organización Internacional del Trabajo el pedido de que intervenga ante los despidos, por la afectación del derecho al trabajo –que el Estado tiene el deber de garantizar– y por el carácter persecutorio con el que Cambiemos avanzó con el ajuste en el Estado, para “limpiarlo” de empleados sospechados de adhesión al kirchnerismo. A las cuatro de la tarde, los dirigentes de las tres CGT y las dos CTA irán al Congreso nacional, donde expondrán ante los diputados de la oposición sobre los proyectos de ley para declarar la emergencia ocupacional. Y por la noche, trabajadores de ATE comenzarán una vigilia en la puerta de los ministerios, secretarías y organismos nacionales.
La vigilia busca que el jueves los estatales puedan entrar a sus lugares de trabajo. En este sentido, Daniel Catalano, titular de ATE Capital, recordó que Cambiemos viene “utilizando a la Policía Federal para impedir el ingreso” de las personas a las que no se les renuevan sus contratos.
¿Cuál es el número de despedidos? Según la estimación de las CTA, en los tres meses de gobierno de Mauricio Macri, 110 mil personas quedaron desocupadas, entre estatales y privados. De ellos, unos 30 mil son de la administración pública, que incluye a empleados municipales, provinciales y nacionales. A su vez, de esos 30 mil, 9 mil son los despidos en ministerios y organismos descentralizados dependientes de la Nación. Son números provisionales porque están en negociación, precisamente, hasta este jueves.
Como parte del clima negro que se vive en las oficinas públicas, de manera previa a cada tanda de despidos circulan listas. Las listas se filtran, en forma de rumor, antes de ser confirmadas por las oficinas de personal o por los empleados de seguridad en las puertas de ingreso. “Esta semana –dijo a Página/12 un dirigente estatal– los trascendidos hablan de otros 1500 despidos en las reparticiones nacionales”. El número no incluye lo que pueda pasar con los municipales y provinciales.
Lotería.
Como un anticipo de lo que puede suceder, ayer se confirmaron 200 despidos en la Lotería Nacional. Entre los afectados hubo un poco de todo: empleados bajo el convenio con universidades que vencen el 31 de este mes, trabajadores de planta permanente, de planta transitoria y contratados.
“En las listas se ve revanchismo y azar. Dejan desocupados sin motivo alguno a personas con actividad política y también a gente con más de diez años de trayectoria”, señaló Luciano Rombola, trabajador de Lotería.
La noticia se conoció mientras la CTA Autónoma de Pablo Micheli realizaba una jornada nacional de lucha contra los despidos junto a la Multisectorial (Corriente Clasista y Combativa, MST, Barrios de Pie).
“Se está echando a gente con hasta 20 años de antigüedad”, coincidió durante la protesta Micheli. “Más allá de haber entrado durante el gobierno kirchnerista, si cumplen funciones y van a trabajar todos los días, no deberían haber tocado a esos compañeros.” El dirigente evaluó, en este sentido, que “hay una decisión del gobierno de quedar bien con los organismos multilaterales de crédito. Se nota a (Mauricio) Macri desesperado por mostrar lo que es un país confiable, él y su equipo económico, y eso lleva a que vuelvan a aplicarse viejas recetas”.
En la ciudad de Buenos Aires, la jornada de lucha tuvo una movilización con un acto frente al Congreso, mientras que en la provincia de Buenos Aires los estatales iniciaron 48 horas de paro. En medio de las protestas, en ATE nacional aseguraron haber recibido un llamado del Ministerio de Trabajo para realizar una reunión con el titular de esa cartera, Jorge Triaca. Sin embargo, el llamado, según los voceros gremiales, no fue para fijar una audiencia, sino para quejarse por la ausencia de los dirigentes a una supuesta reunión para la que no les había llegado ninguna invitación.

Tras las vigilias que comenzarán hoy, el jueves ATE Capital realizará un nuevo paro con movilización. Por otra parte, el plenario general del gremio definirá hoy la convocatoria a nuevo paro nacional, para el mes de abril, cuando se tendrá un panorama más definido sobre la cantidad final de despedidos.
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miércoles, 30 de marzo de 2016

DAVID HARVEY: “LA IZQUIERDA TIENE QUE REPENSAR SU APARATO TEÓRICO Y TÁCTICO”.

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Dr. Harvey, hoy los centros principales de la lucha de clases no son como usted expresa en las fábricas, el capitalismo del siglo XX, de acuerdo, que la clase obrera no es la misma que la del siglo XX, hoy nueva clase obrera, nuevo proletariado, de acuerdo; que principalmente está ubicado en los grandes centros de consumo masivo como los Malls centros de comida rápida, venta, comercio, etc. Pero que la privatización  del Estado de bienestar – en Europa – nos está permitiendo ver directamente como se privatizan los derechos sociales y cómo se expolian los derechos laborales de los trabajadores y que usted recomienda que las nuevas formas de organización y concentración de la lucha de clases sea la “organización barrial” – no solo por la presencia de un sector de trabajadores sino de varios sectores e trabajadores, donde las necesidades si son comunes. El consumo, entre otras formas hoy representa un nuevo modelo de acumulación del capitalismo neoliberal en siglo XXI. Totalmente de acuerdo, por ahora solamente debo de adicionar lo siguiente con la finalidad de encontrar una nueva concatenación del capital en el siglo XXI con nuevas prácticas de acumulación: Educación, todo el sistema educativo –ante el abandono del Estado de los servicios – (en especial la educación Universitaria), Sanidad, - clínicas particulares, sistemas de aseguramiento, laboratorios – bancos que promueven sistemas de uso de tarjetas de crédito, seguridad social particular, fondos de pensiones, clínicas, laboratorios, etc –. Clínicas Particulares. Empresas de fondo de Pensiones, AFPs. Empresas de seguridad – ante la descomposición social del sistema y la extrema inseguridad ciudadana – (Mucho más allá a nivel global del capitalismo corporativo global, la economía militar, hoy muy poderosa y activa).


Pero también hoy existen nuevos “centros”, nuevos escenarios de las clases y la lucha de clases – el Ágora griega retorna al mundo después de 25 siglos, se inicio en Europa, Los Indignados de la Plaza y las calles, los “Democracia Real, Ya” con los movimientos sociales de resistencia ante las políticas de austeridad y destrucción de los derechos sociales, continuo en Estados Unidos con el movimiento Ocupa Wall Street, tiempo después lo encontramos en las calles y plazas principales de las más grandes ciudades de América Latina. Sin embargo aún falta por despertar la lucha por los derechos sociales de los trabajadores de los nuevos centros de acumulación del capital, primero por al “vieja izquierda” marxista, que nació en el seno de la clase obrera, se agotó, terminó, hoy la “nueva izquierda” que sustituye históricamente, es la izquierda progresista – que toma los grandes paradigmas – de los movimientos sociales de Europa, de las décadas del 70’ y el 80’ – Ambientalismo, ecologismo, feminismo, derechos civiles, pacifismo, derechos humanos, culturalistas, derechos de los niños, comunidad gay, lesbianas y otros, así como la defensa de los consumidores. No hay una izquierda con formación ideológica y política que se ubique en el centro del escenario de las clases y la lucha de clases, el despertad es muy lento, la lucha por los derechos se inician, ante el agotamiento del modelo neoliberal y el propio modelo latinoamericano del crecimiento macro-económico fundado en la exportación extractivista tradicional de materias primas, incluso los nuevos modelos basados en las políticas del Consenso de los Commodities – hay atraviesan por la presencia de grandes y extensos movimientos sociales de resistencia.  El escenario de las clases y la lucha de clases está presente, la izquierda está ausente o temerosa de asumir una nueva estrategia de lucha social gremial-sindical. Los nuevos esclavos asalariados – sin derechos laborales – esperan nuevas formas de organización y nuevas formas de hacer política: Los Movimientos Sociales anti-globalización, porque los conflictos sociales han llegado para quedarse por mucho tiempo, mientras continúen las diferentes formas de explotación, saqueo, expoliación  de los recursos naturales de los pueblos y de las nuevas formas de explotación de la mano de obra, la fuerza de trabajo del nuevo proletariado del siglo XXI.

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DAVID HARVEY: “LA IZQUIERDA TIENE QUE REPENSAR SU APARATO TEÓRICO Y TÁCTICO”.
Entrevista al geógrafo y teórico social británico.

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AK Malabocas.

Roar Magazine.

Rebelión martes 29 de marzo del 2016.

David Harvey, uno de los pensadores marxistas más prominentes de nuestro tiempo, se sentó con el activista colectivo AK Malabocas a discutir las transformaciones en el modo de acumulación capitalista, la centralidad del terreno urbano en las luchas de clase contemporáneas, y las implicancias de todo esto para la organización anti-capitalista.

AK Malabocas: En los últimos 40 años, el modo de acumulación capitalista ha cambiado globalmente. ¿Qué significan estos cambios para la lucha contra el capitalismo?

DH: Desde una perspectiva macro, cualquier modo de producción tiende a generar un tipo distintivo de oposición, la cual es un espejo curioso de sí mismo. Si miras atrás, en los ’60 o ’70, cuando el capital estaba organizado en grandes formas corporativas, jerárquicas, tenías estructuras de oposición que eran corporativas, tipos sindicalistas de aparatos políticos. En otras palabras, un sistema fordista generaba una oposición de tipo fordista.

Con el quiebre de esta forma de organización industrial, particularmente en los países capitalistas avanzados, se terminaba con una configuración del capital mucho más descentralizada: más fluida sobre el espacio y el tiempo que lo pensado previamente. Al mismo tiempo veíamos el surgimiento de una oposición que está ligada a las redes, a la descentralización y a la que no le gusta la jerarquía y las formas previas de oposición de tipo fordista.

Así, que de una manera curiosa, las y los militantes de izquierda se reorganizan a sí mismos en el mismo modo en el que la acumulación del capital se reorganiza. Si entendemos que la izquierda es una imagen en espejo de lo que estamos criticando, entonces tal vez lo que debamos hacer es romper el espejo y salir de esta relación simbiótica con aquello que estamos criticando.

MK: ¿En la era fordista, la fábrica era el principal sitio de resistencia. Dónde podemos encontrarla ahora que el capital se ha movido lejos del piso fabril hacia el terreno urbano?

DH: Antes que nada, la forma fabril no ha desaparecido. Todavía encuentras fábricas en Bangladesh o en China. Lo que es interesante es cómo el modo de producción en las ciudades centrales cambió. Por ejemplo, el sector logístico se ha expandido: UPS, DHL y todos sus trabajadores y trabajadoras están produciendo valores enormes hoy en día.

En las últimas décadas, un gran cambio tuvo lugar en el sector servicios también: los más grandes empleadores de mano de obra en la década de 1970 en los Estados Unidos eran General Motors, Ford y US Steel. Los más grandes empleadores de mano de obra hoy son Mc Donalds, Kentucky Fried Chicken y Walmart. Antes, la fábrica era el centro de la clase obrera, pero hoy encontramos a la clase obrera más que nada en el sector servicios. ¿Por qué diríamos que producir autos es más importante que producir hamburguesas?

Desafortunadamente la izquierda no se siente cómoda con la idea de organizar a los trabajadores y trabajadoras de la comida rápida. Su imagen de la tradicional clase obrera no encaja con la producción de valor de los trabajadores y trabajadoras de servicios, los de distribución, de restaurants, de los supermercados.

El proletariado no desapareció, pero hay un nuevo proletariado que tiene características diferentes del que tradicionalmente la izquierda solía identificar como la vanguardia de la clase trabajadora. En este sentido, las y los trabajadores de Mc Donalds se convirtieron en las y los trabajadores metalúrgicos del siglo XX.



MK: ¿Si esto es lo que es el nuevo proletariado, cuáles son los lugares desde organizar la resistencia hoy?

DH: Es muy difícil de organizar en los lugares de trabajo. Por ejemplo, las y los trabajadores de la distribución se mueven de un lado a otro. Así que esta población tal vez podría organizarse mejor fuera del lugar de trabajo, quiero decir, en sus estructuras barriales.

Hay una frase interesante en el trabajo de Gramsci de 1919 que dice que organizarse en el lugar de trabajo y tener concejos fabriles está muy bien, pero que deberíamos tener también concejos en los barrios también. Y los concejos de los barrios, dijo, tienen un mejor entendimiento de lo que son las condiciones de toda la clase trabajadora, comparado con el entendimiento sectorial de la organización en el lugar de trabajo.

Las organizadoras y organizadores fabriles solían saber muy bien lo que un trabajador metalúrgico era, pero no entendían lo que el proletariado era como un todo. La organización barrial habría incluido, por ejemplo, a los trabajadores y trabajadoras de la limpieza urbana, de la distribución y las trabajadoras doméstica. Gramsci nunca tomó esto y dijo: “Vamos! el Partido Comunista debería organizar asambleas barriales”
No obstante, hay algunas excepciones en el contexto europeo donde los partidos comunistas organizaron, de hecho, concejos barriales, porque no podían organizarlos en las fábricas, por ejemplo en España. En la década de 1960 esta era una forma de organización muy poderosa. Por ello, como he discutido por un largo tiempo, deberíamos ver la organización barrial como una forma de organización de la clase. Gramsci sólo lo mencionó una vez en sus escritos y nunca lo desarrolló más en profundidad.

En Gran Bretaña en los ’80, hacía formas de organización laboral en plataformas a lo largo de la ciudad, sobre la base de concejos de oficios, que estaban haciendo lo que Gramsci sugirió. Pero dentro del movimiento sindical, estos concejos siempre fueron mirados como formas inferiores de organización laboral. Nunca se los trató como un componente fundacional de cómo el movimiento sindical debería operar.

De hecho, ocurrió que los concejos de oficios fueron a menudo mucho más radicales que los gremios tradicionales y eso era porque estaban basados en las condiciones de toda la clase trabajadora, no sólo de los sectores más privilegiados de la clase. Así, al punto de que estos tenían una definición mucho más amplia de la clase, los concejos tendieron a darse políticas mucho más radicales. Pero esto nunca fue valorado por el movimiento sindical en general, siempre fue mirado como un espacio en el que los radicales podían actuar.

Las ventajas de esta forma de organización son obvias: supera la brecha entre organizarse de manera sectorial, incluye todas las formas de trabajo “desterritorializado” y es muy adaptable a nuevas formas de organizaciones comunitarias y de base asamblearia, como Murray Boockchin planteó, por ejemplo.

MK: En las recientes oleadas de protesta -en España y Grecia, por ejemplo, o el movimiento Occupy- puedes encontrar esta idea de “localizar la resistencia”. Pareciera que estos movimientos tienden a organizarse alrededor de cuestiones de la vida cotidiana, más que en torno a grandes cuestiones ideológicas en las que la izquierda tradicional solía enfocarse.

DH: Por qué dirías que organizarse alrededor de la vida cotidiana no es una de las grandes cuestiones. Yo creo que es una de las grandes cuestiones. Más de la mitad de la población mundial vive en ciudades, y la vida cotidiana urbana es a lo que la gente está expuesta y en lo que encuentra dificultades. Estas dificultades residen tanto en la esfera de realización del valor como en la esfera de la producción del valor.
Este es uno de mis más importantes argumentos teóricos: todo el mundo lee el Volumen I del Capital y nadie lee el Volumen II. El Vol I es acerca de la producción del valor, el II es sobre la realización del valor. Al enfocarse en el Vol II, puedes ver claramente que las condiciones de realización son tan importantes como las de producción.

Marx a menudo hablaba de la necesidad de ver al capital como la unidad contradictoria entre la producción y la realización. Donde el valor es producido y donde es realizado son dos cosas diferentes. Por ejemplo, mucho valor es producido en China y, de hecho, es realizado por Apple o por Walmart en los Estados Unidos. Y, por supuesto, la realización del valor trata de la realización del valor por medio de costoso consumo de la clase obrera.

El capital puede conceder salarios más altos en el punto de la producción, pero luego los recupera en el punto de la realización por el hecho de que los trabajadores y trabajadoras tienen que pagar alquileres y gastos de vivienda más elevados, costos de teléfono, tarjetas de crédito y así sucesivamente. Así que las luchas de clase en torno a la realización, alrededor de viviendas más baratas por ejemplo, son tan significativas para la clase trabajadora como las luchas acerca de salarios y condiciones de trabajo. Cuál es el punto de tener un salario más alto si te es inmediatamente extraído en términos de gastos más elevados para tener un techo?

En su relación con la clase trabajadora, los capitalistas han aprendido hace mucho que pueden hacer un montón de dinero recuperando lo que antes habían entregado. Y, al punto que -particularmente en los 60 y 70- los trabajadores se empoderaron de manera creciente en la esfera del consumo, así que el capital comienza a concentrar mucho más en extraer valor a través del consumo.

Así que las luchas en la esfera de la realización, que no eran tan fuertes en los tiempos de Marx, y el hecho de que nadie lea el maldito libro (Vol II), es un problema para la izquierda convencional. Cuando vos me decís: “¿cuál es el problema macro aquí?”- bueno, ¡esto es un problema macro! La concepción del capital y la relación entre producción y realización. Si no ves la unidad contradictoria entre ambos entonces no vas a tener la imagen completa. Tiene lucha de clases escrita todo alrededor y no puedo entender por qué un montón de marxistas no logran ver cuán importante es esto.


El problema es cómo entendemos a Marx en el 2015. En los tiempos de Marx, la extensión de la urbanización era relativamente conveniente y el consumo de la clase trabajadora era casi inexistente, así que de lo único que Marx tenía que hablar era acerca de la clase trabajadora arreglándoselas para sobrevivir con un salario magro y cómo eran bastante sofisticados para hacerlo. El capital los dejaba hacer con sus propios dispositivos lo que les gustaba.

Pero hoy en día, vivimos en un mundo en el que el consumo es responsable de casi el 30 % de la dinámica de la economía global; en EE UU llega al 70 %. Así que ¿por qué estamos aquí sentados y diciendo que el consumo es casi irrelevante, pegándonos al Volumen I y hablando acerca de la producción en lugar del consumo?

Lo que hace la urbanización es forzarnos a cierto tipo de consumo, por ejemplo: tienes que tener un auto. Y tu estilo de vida está dictado en muchos sentidos por la forma que toma la urbanización. Y de nuevo, en los tiempos de Marx esto no era significativo, pero en nuestros días es crucial. Tenemos que amigarnos con formas de organización que de hecho reconozcan este cambio en la dinámica de la lucha de clases.

Los grupos que marcaron los recientes movimientos con su estilo, viniendo de tradiciones anarquistas y autonomistas, están mucho más metidos en la política de la vida cotidiana, mucho más que las y los marxistas tradicionales.

Les tengo mucha simpatía a las y los anarquistas, tienen una mucha mejor línea en este tema, precisamente al lidiar con la política del consumo y su crítica acerca de lo que el consumo es. Parte de su objetivo es cambiar y reorganizar la vida cotidiana alrededor de nuevos y diferentes principios. Así que creo que esto es un punto crucial hacia el cual mucha de la acción política debería ser dirigida en estos días. Pero desacuerdo con vos cuando decís que esta no es una “gran cuestión”.

MK: Así que, mirando ejemplos de Europa del Sur -redes de solidaridad en Grecia, auto-organización en España o Turquía- parece ser muy crucial para construir movimientos sociales alrededor de la vida cotidiana y las necesidades básicas en estos días. ¿Ves esto como un acercamiento promisorio?

DH: Creo que es muy promisorio, pero hay una clara limitación ahí, lo que es un problema para mí. La propia limitación es la reticencia para tomar el poder en algún punto. Bookchin, en su último libro, dice que el problema con las y los anarquistas es su negación del significado del poder y su inhabilidad para tomarlo. Bookchin no va tan lejos, pero yo creo que es su rechazo a ver al Estado como un posible aliado hacia la transformación radical.

Hay una tendencia a considerar al Estado como enemigo, el enemigo al 100 %. Y hay muchos ejemplos de estados represivos fuera del control público en el que este es el caso. No hay duda: el estado capitalista debe ser combatido, pero sin dominar el poder del estado y sin tomarlo, pronto vuelves a la historia de lo que pasó por ejemplo en 1936 y 1937 en Barcelona y luego en toda España. Al rechazar tomar el Estado en un momento en el que tenían el poder para hacerlo, los revolucionarios y revolucionarias de España permitieron que el estado volviera a caer en las manos de la burguesía y del ala estalinista del movimiento comunista. Y el estado se reorganizó y aplastó la resistencia.


MK: Eso puede ser cierto para el estado español en la década de 1930, pero si miramos al estado neoliberal contemporáneo y el retroceso del estado de bienestar, ¿qué queda de estado para conquistar, para aprovechar?

DH: Para empezar, la izquierda no es muy buena para responder la pregunta de cómo construimos infraestructura masiva. ¿Cómo construirá la izquierda el puente de Brooklyn, por ejemplo? Toda sociedad reposa sobre grandes infraestructuras, infraestructuras para toda una ciudad, como el suministro de agua, electricidad, etc. Yo creo que hay una gran reticencia dentro de la izquierda para reconocer que necesitamos diferentes formas de organización.

Hay áreas del aparato de estado, aún del aparato de estado neoliberal, que son terriblemente importantes; el centro de control de enfermedades, por ejemplo. ¿Cómo respondemos a epidemias globales como el Ébola o similares? No puedes hacerlo al modo anarquista del “hazlo tu mismo o tú misma”. Hay muchas instancias en las que necesitas alguna forma de infraestructura de tipo estatal. No podemos confrontar el problema del calentamiento global a través de formas descentralizadas de confrontación y actividades solamente.

Un ejemplo que es frecuentemente mencionado, a pesar de sus muchos inconvenientes, es el Protocolo de Montreal para enfrentar el uso de clorofuorocarbono en heladeras para limitar la afectación de la capa de ozono. Fue reforzada de manera exitosa en los ’90 pero necesitó de un tipo de organización que es muy diferente a aquella que proviene de una política basada en asambleas.

MK: Desde una perspectiva anarquista, yo diría que es posible reemplazar aún instituciones supranacionales como la OMS con organizaciones confederales que serían construidas de abajo hacia arriba y que eventualmente arribarían a una toma de decisiones global.

DH: Quizás a un cierto grado, pero tenemos que ser conscientes de que siempre habrá algún tipo de jerarquías y de que siempre enfrentaremos problemas como la responsabilidad o el recurso correcto. Siempre habrá relaciones complicadas entre, por ejemplo, gente lidiando con el problema del calentamiento global desde el punto de vista del mundo como un todo y desde el punto de vista de un grupo que está en el territorio, digamos, en Hanover o similar, y que se pregunta, por qué debería escuchar lo que ellxs están diciendo?

MK: Entonces, ¿crees que esto requeriría alguna forma de autoridad?
DH: No, va a haber estructuras de autoridad de cualquier modo, siempre las habrá. Nunca he estado en una reunión anarquista en la que no hubiera una estructura de autoridad secreta. Está siempre esa fantasía de todo siendo horizontal, pero me siento, miro y pienso, “oh dios, hay toda una estructura jerárquica acá pero está encubierta”

MK: Volviendo a las protestas recientes alrededor del Mediterráneo, muchos movimientos se han concentrado en luchas locales. ¿Cuál es el siguiente paso hacia la transformación social?

DH: En algún punto tenemos que crear organizaciones que sean capaces de ensamblar y reforzar el cambio social en una escala más amplia. Por ejemplo, será ¿Podemos en España capaz de hacer eso? En una situación caótica como las crisis económicas de los últimos años, es importante que la izquierda actúe. Si la izquierda no lo hace, entonces la derecha será la siguiente opción. Yo pienso -y odio decirlo- que la izquierda tiene que ser más pragmática en relación a las dinámicas que están ocurriendo ahora.

MK: ¿Más pragmática en qué sentido?

DH: Bueno, ¿por qué apoyé a SYRIZA aunque este no fuera un partido revolucionario? Porque abría un espacio en el que algo diferente podía pasar y eso era una movida progresiva para mí.

Es un poco como Marx diciendo: el primer paso hacia la libertad es la limitación de la duración de la jornada de trabajo. Demandas muy estrechas abren un espacio para resultados más revolucionarios, y aún cuando no hay ninguna posibilidad para ningún resultado revolucionario, tenemos que buscar soluciones de compromiso que sin embargo se apartan del sinsentido de la austeridad neoliberal y abren el espacio en el que nuevas formas de organización pueden tener lugar.

Por ejemplo, sería interesante si Podemos buscara organizar formas de confederalismo democrático, porque en cierto modo Podemos surgió de un montón de reuniones de tipo asambleario teniendo lugar a lo largo de España, así que tienen mucha experiencia con ese tipo de estructura.

La cuestión es cómo conectarán la forma asamblearia a formas más permanentes de organización, en relación a su creciente posición como un partido fuerte en el parlamento. Esto también vuelve a la pregunta de la consolidación del poder: tienes que encontrar maneras de hacerlo, porque si no la burguesía y el capitalismo corporativo van a encontrar modos de reafirmarse y tomar nuevamente el poder.

MK: ¿Qué piensas acerca del dilema de las redes de solidaridad llenando el vacío que dejó la retirada del estado de bienestar e indirectamente convirtiéndose en un aliado del neoliberalismo en ese sentido?

DH: Hay dos formas de organizarse. Una es el vasto crecimiento del sector ONG, pero mucho de eso está financiado de manera externa, no son organizaciones de base, y eso no se acerca a la cuestión de los grandes donantes que marcan la agenda, la cual no será una agenda radical. Aquí nos acercamos a la privatización del Estado de bienestar. Esto me parece que es muy diferente políticamente a las organizaciones de base en las que la gente dice “Ok, el estado no se ocupa de nada, así que vamos a tener que hacernos cargo de nosotros y nosotras mismas” Esto me parece que tiende a formas de organizaciones de base con un status político muy diferente.

MK: Pero ¿cómo evitar llenar esa brecha al ayudar, por ejemplo, a gente desempleada para que no sean exprimidos por el estado neoliberal?

DH: Bueno, tiene que haber una agenda anti-capitalista, para que cuando el grupo trabaje con gente todo el mundo sepa que no se trata sólo de ayudarla a arreglárselas sino que hay todo un intento organizado de tratar de cambiar políticamente el sistema en su integralidad. Esto quiere decir tener un proyecto político muy claro, lo cual es problemático con tipos de movimientos no centralizados, no homogéneos, donde alguna gente trabaja de un modo, otra trabajan de manera diferente y no hay ningún proyecto colectivo en común.

Y esto se conecta con la primera pregunta que hiciste: no hay coordinación acerca de lo que son los objetivos políticos. Y el peligro es que sólo estes ayudando a la gente a arreglárselas y que no haya política saliendo de ahí. Por ejemplo, Occupy Sandy ayudó a la gente a volver a sus casas e hizo un maravilloso trabajo, pero en última instancia, hicieron lo que la Cruz Roja y los servicios de emergencia federales deberían haber hecho.

MK: El fin de la historia parece haber pasado de largo. Mirando las condiciones actuales y los ejemplos concretos de lucha anti capitalista, ¿piensas que “ganar” es todavía una opción?

DH: Definitivamente; y más aún, tienes fábricas ocupadas en Grecia, economías solidarias a través de cadenas productivas siendo forjadas, instituciones de democracia radical en España y muchas cosas hermosas ocurriendo en muchos otros lugares. Hay un crecimiento saludable del reconocimiento de que necesitamos ser mucho más amplios y amplias en lo que concierne a la política en todas esas iniciativas.

La izquierda marxista tiende a desdeñar un poco estas cosas y creo que está equivocada. Pero al mismo tiempo no creo que ninguna de estas cuestiones sea lo suficientemente grande en sí misma como para lidiar con las estructuras fundamentales de poder que necesitan ser desafiadas. Aquí hablamos de nada menos que del Estado. Así que la izquierda debe repensar su aparato teórico y táctico.


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martes, 29 de marzo de 2016

SILENCIO ANTE LA RECAPTURA DE PALMIRA. AL RESCATE DE LAS RUINAS DE PALMIRA.

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AL RESCATE DE LAS RUINAS DE PALMIRA.
Tras la destrucción causada por el Estado Islámico.
La antigua ciudad de Palmira –una vez la capital de un imperio, el símbolo de la resistencia a la Roma Imperial y, durante muchos siglos, un icono de comercio internacional y prosperidad– una vez más se encuentra en el centro de los acontecimientos mundiales. Los iconoclastas del Estado Islámico (EI) fueron expulsados de este vasto patrimonio de la humanidad –y los arqueólogos están a punto de evaluar los daños. La información preliminar indica que el EI no dañó ni destruyó tanto de la antigua ciudad en ruinas como se temía. Sin embargo, dos de los principales templos –el de Bel y Baal Shamin– parecen haber sido totalmente destruidos. Ciertamente, las fotografías aéreas sugieren que el edificio principal del templo desa- pareció totalmente. Sin embargo, todavía no está claro adónde se llevaron los escombros –así que potencialmente, puede ser que algunos elementos se pueden recuperar–. También se destruyeron tumbas antiguas.
Sin embargo, los bloques de piedra monumentales del gran arco de triunfo romano, derrocado por el EI, parecen estar intactos –y puede ser que los conservadores eventualmente lo puedan volver a erigir. El espectacular teatro romano de la ciudad antigua no fue destruido– probablemente porque el EI lo utilizó para las ejecuciones públicas. Varios templos en ruinas también parecen no haber sido dañados por la organización.
El experto en antigüedades y museos de Siria, Mamoun Abdul-Karim, dijo que un equipo de su departamento se dirigirá a Palmira para estimar las pérdidas. Pero antes los escuadrones desactivadores de bombas deben quitar los explosivos colocados por el EI antes de que perdiera la ciudad.
Una unidad especial de EI aparentemente tenía la tarea de seleccionar los objetivos e implementación su destrucción. Sin embargo, Palmira representa sólo un pequeño porcentaje de la destrucción cultural global causada hasta el momento por la organización. En Irak, Siria y Libia, el EI destruyó sistemáticamente más de 30 grandes iglesias, mezquitas y tumbas –algunas de las cuales datan del siglo VII. David Claves *
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
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La antigua ciudad de Palmira, símbolo histórico de la resistencia al Imperio Romano.
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SILENCIO ANTE LA RECAPTURA DE PALMIRA.
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Robert Fisk,
La Jornada Lunes 28 de marzo del 2016.
La mayor derrota militar que el Isis ha sufrido en más de dos años –la recaptura de Palmira, la ciudad romana de la emperatriz Zenobia–, y guardamos silencio. Sí, amigos, los malos ganaron, ¿cierto? De otro modo estaríamos celebrando, ¿verdad?
Menos de una semana después de que las almas perdidas del califato islámico destruyeron la vida de más de 30 seres humanos inocentes en Bruselas, deberíamos estar aplaudiendo la más aplastante derrota militar que ha sufrido el Isis hasta ahora. Pero no. Mientras los oscuros maestros de la ejecución huían de Palmira este fin de semana, los señores Obama y Cameron estaban tan callados como las tumbas a las que el Isis ha despachado a tantas de sus víctimas. El que humilló nuestra bandera nacional en honor del rey de Arabia, cortador de cabezas (hablo del señor Cameron, desde luego), no dijo una palabra.

Como solía decir mi colega John Gordon, del Sunday Express, fallecido hace mucho tiempo: Como que te levanta un poco de la silla, ¿no? He aquí al ejército sirio, respaldado, claro, por los rusos de Vladimir Putin, echando de la ciudad a los payasos del Isis, y no nos atrevemos a decir una sola palabra que signifique bien hecho.
Cuando cayó Palmira, el año pasado, predijimos la caída de Bashar al Assad, pero pasamos por alto la gran pregunta del ejército sirio: ¿por qué, si los estadounidenses odiaban tanto al Isis, no bombardearon los convoyes suicidas que atacaban las líneas frontales del ejército sirio? ¿Por qué no atacaron al Isis?

Si los estadounidenses querían destruir al Isis, ¿por qué no bombardearon a sus combatientes cuando los vieron?, me preguntó un general del ejército sirio, luego de la derrota de sus soldados. Su hijo murió en la defensa de Homs. Sus hombres habían sido capturados y decapitados en las ruinas romanas. El oficial sirio a cargo de las ruinas (que tanto nos preocupaban, ¿recuerdan?) también fue decapitado. El Isis incluso volvió a ponerle los lentes a su cabeza cercenada, por diversión.
Putin notó esto y habló de ello, prediciendo con precisión la recaptura de Palmira. Sus aviones atacaron al Isis –lo que no hicieron los aviones estadounidenses– en preparación de la conquista del ejército sirio. No puedo menos de sonreír cuando leo que el comando estadounidense afirmó haber realizado dos ataques aéreos contra el Isis en los alrededores de Palmira en los días anteriores a la recaptura por el gobierno. Eso nos dice todo lo que necesitábamos saber de la guerra al terror de los estadounidenses. Querían destruir al Isis, pero no tanto.
Así que al final, fue el ejército sirio, junto con sus amigos del Hezbolá en Líbano, los iraníes y los rusos, el que echó de Palmira a los asesinos del Isis, y el que incluso –el cielo nos guarde de semejante victoria– podría invadir la capital siria del Isis, Raqqa.
He escrito muchas veces que el ejército sirio decidirá el futuro de Siria. Si recupera Raqqa –y Deir el-Zour, donde el frente Nusra destruyó la iglesia del genocidio armenio y arrojó a las calles los huesos de las víctimas cristianas de 1915–,. les prometo que volveremos a guardar silencio.

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