martes, 31 de octubre de 2017

CRITERIOS PARA ARTICULAR ECONOMÍAS SOLIDARIAS, FEMINISTAS Y ECOLÓGICAS.

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LA COMUNICACIÓN COLABORATIVA.- “EL MEDIO ES CADA UNO DE NOSOTROS” UNA EXPERIENCIA EN BRASIL.- MÍDIA NINJA es una red social de información alternativa que tuvo su punto más alto en Brasil con las manifestaciones de protesta contra el Mundial. Dos de sus organizadores señalan la importancia de que se apruebe una ley para desmonopolizar y democratizar a los medios en Brasil. Mídia Ninja es un medio de comunicación compuesto por colaboradores en todo Brasil, que trabajan de forma conjunta con el objetivo de difundir la información “sin cortes, sin censura”. Este colectivo promueve un periodismo militante, independiente de los sectores de poder, y surgió como una reacción contra la concentración de la información que impera en el gigante tropical. El medio cobró relevancia con las manifestaciones de junio de 2013, cuando millones de brasileños se congregaron en las calles reclamando por una mayor inversión en educación y salud, exigiendo una regulación del precio del transporte público y denunciando abusos policiales y corrupción en las cúpulas de poder. De cara al mundial, dos de sus creadores, Pablo Capilé y Rafael Vilela, analizan el panorama político y social de la sede de la copa y explican el funcionamiento de este medio emergente.

–¿CÓMO NACE MÍDIA NINJA? Rafael Vilela: –Es la consecuencia de un proceso muy amplio que ya tiene como 10 años en Brasil y que surge de Fora do Eixo, que es una red que nació con el objetivo de desarrollar el trabajo de productores culturales independientes. La lógica de Fora do Eixo es que se encuentra fuera del eje cultural, del mainstream de Brasil. Es un descentramiento dado gracias al aporte de Internet que permitió conectar zonas que estaban totalmente desconectadas. Por medio del intercambio lograron llevar a cabo producciones culturales que antes eran imposibles. Fora do Eixo cuenta con 200 colectivos en todo el país. Entonces esta red comenzó a funcionar como un espacio de activismo y así creamos la universidad, el banco y el medio dentro de este marco de acción. De esta forma desarrollamos, gracias a las redes sociales, un conjunto de estrategias de comunicación aprovechando la tecnología que tenemos disponible y así encontramos una red dispersa en todo el país que necesitaba un cauce. En 2011 empezamos a cubrir movilizaciones sociales de todo tipo. Entonces, todos los colaboradores que ya estaban conectados a través de Fora do Eixo se articularon en un sentido más político en función de la red de comunicación. En 2013, se institucionalizó finalmente Mídia Ninja como un proceso proveniente de Fora do Eixo. Mídia Ninja nace en el medio de una crisis de credibilidad hacia los medios tradicionales como parte de un proceso general.

–¿Cómo se financia? Tengo entendido que los acusan de recibir dinero de Petrobrás, Vale y PT. Rafael Vilela: La lógica de sustento de Mídia Ninja es la misma que la de Fora do Eixo. Es un sistema muy complejo de sustentabilidad, pero lo principal es comprender que uno puede hacer algo muy grande si hay mucha gente involucrada. Además existen casas colectivas, por ejemplo yo vivo en Río, con ocho personas que no tenemos un sueldo a fin de mes, sino que hay una caja colectiva que sustenta todo el proyecto. El dinero que proviene de las grandes empresas se invierte en cultura, en grandes recitales gratuitos. Por eso hay financiamiento, pero esto no genera ganancias. Es una cuestión problemática, se trata de un sistema de financiamiento que hay en Brasil.

Pablo Capilé: –Somos independientes porque lo que financia Mídia Ninja es nuestra propia fuerza de trabajo. Tenemos autonomía de los poderes económicos y de las cúpulas de la política. Es decir, no determinan la línea editorial ni el contenido de lo que queremos comunicar. Somos aproximadamente 200 personas desparramadas por todo el país. Estas personas trabajan en conjunto para llevar a cabo este proyecto, de manera que esto nos hace independientes, autónomos y nos permite opinar libremente. No tenemos grandes inversores que nos dicen lo que tenemos que hacer. No nos pensamos como un medio masivo sino como una masa de medios, donde el medio es cada uno de nosotros. Donde todos los ciudadanos forman parte del medio. Con la tecnología que hay disponible se pueden comunicar muchas cosas. Nuestras acciones son éstas: creación de redes, participación directa de los movimientos sociales, organización de las movilizaciones, articulación entre movimientos, etcétera. …..Fuente Julia Goldenberg Página/12 abril del 2014.

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CRITERIOS PARA ARTICULAR ECONOMÍAS SOLIDARIAS, FEMINISTAS Y ECOLÓGICAS.
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Luis González Reyes.

Vientos Sur.

Lunes 30 de octubre del 2017.


El capitalismo tiene un único fin: la reproducción ampliada del capital, por lo que es necesario bloquear esa reproducción. A ello contribuyen distintas medidas. Una es prohibir la existencia de beneficios, que los excedentes reviertan en la mejora del tejido socioambiental. Esta es una de las características de las cooperativas sin ánimo de lucro. A esto se puede añadir limitar el tamaño posible de las empresas para que no puedan convertirse en capitalistas. Eso es mucho más que una ley antimonopolios, es poner en marcha medidas como las que hicieron que en la China yuan y ming no se desarrollase el capitalismo: fijación de precios, confiscación periódica de riqueza, etc. Pero si el beneficio no queda en la unidad de producción el ahorro es pequeño, por lo que hay que poner en marcha mecanismos que permitan hacer inversiones. Estos deberían ser necesariamente colectivos. Aquí son importantes herramientas como el micromecenazgo o la banca pública.

Una segunda característica del capitalismo es que la sociedad es “de mercado”, es decir, que la población necesita recurrir al mercado para poder sobrevivir, no tiene autonomía económica. Esto implica que el grueso de la población necesita dinero para adquirir esas mercancías, por lo que vende una parte sustancial o mayoritaria de su actividad económica. Así, habría que pasar de sociedades “de mercado” a sociedades “con mercado”, donde este sea solo un complemento.

Para esta transición es imprescindible la creación de autonomía. Esta se consigue en la medida que los proyectos tienen sostenibilidad ambiental (cierran los ciclos de la materia pudiendo reducir sus necesidades de aportes externos, usan energías y materiales renovables locales, etc.); están menos especializados o, dicho de otra forma, tienen una actividad económica más variada y por lo tanto son más autosuficientes; cuentan con una “huerta básica”, que les permite tener un aporte de alimento autónomo; se basan en la frugalidad; o tejen redes de apoyo mutuo con otras unidades de producción. Desde esta perspectiva, la lucha no estaría tanto en estatalizar sectores estratégicos (lo que no está de más, pues puede limitar la reproducción del capital), sino en crear autonomía.

En una economía “con mercado” no se produce para la venta, sino para el uso. Solo se venden los excedentes. Únicamente así, el mercado podría ser un mecanismo de cooperación. Un ejemplo serían las huertas rurales en las que las/os paisanas/os llevan a la plaza del pueblo lo que les sobra. Además, el mercado debería estar regulado por normativas estrictas que respondan a las necesidades básicas (y sentidas) de la población. La gestión de los comunales tradicionales provee de muchos ejemplos, uno es el Tribunal de las Aguas de Valencia.

Una tercera propiedad del capitalismo es que una sociedad de mercado necesita irremediablemente dinero para funcionar, por lo que habría que pasar del dinero capitalista a las monedas sociales y la desmonetización. Para ello, es importante que no sean funcionales a la reproducción del capital. Una forma es consiguiendo que no sirvan como reserva de valor. Esto se puede conseguir haciendo que se oxiden (pierdan valor con el tiempo), que puedan ser “creadas” por la población (como el cacao, la moneda maya) o que sean un dinero-mercancía basado en materiales relativamente abundantes (como las conchas de caurí, que se usaron desde el Índico hasta el Pacífico). Además de ser malas reservas de valor, también es importante que tengan límites en su creación. Unos límites que deberían referirse a los planetarios. La propuesta del grupo MaPriMi de anclar las monedas a una cesta de minerales va en ese sentido. Los sistemas LETS también ponen límites a la creación de dinero. Otra línea de trabajo sería que los intercambios, o mejor aún la reciprocidad, fuese en especie más que en dinero, que es como funciona habitualmente la economía familiar.

Una cuarta base del capitalismo es que el fundamento de las clases sociales es quién gestiona los medios de producción frente a quién tiene que vender su fuerza de trabajo para conseguir el dinero que le permita acceder al mercado. La clave no está en si el proletariado consigue buenos o malos salarios o si la empresa es más o menos democrática (cosas que son importantes en la economía solidaria, pero que no están en la base del funcionamiento del capitalismo), sino en que está proletarizado, en que ha perdido su autonomía. Trascender esta organización social requiere sacar del mercado cada vez más actividades, des-salarizar a la población. De este modo, la idea no es “valorar” los empleos que están fuera del mercado (como muchos de los cuidados), sino meterlos dentro de unidades productivas poscapitalistas. Para ello, es preciso unir producción y reproducción en una misma “empresa”. Un modelo podría ser la familia medieval, otro la integración de los cuidados dentro del funcionamiento de las cooperativas.

Obviamente, también habrá que atender a la propiedad de los medios que permiten la producción pero, sobre todo, a quién los gestiona. Un ejemplo de cómo la clave está más en la gestión que en la propiedad (sin negar su importancia) son los huertos comunitarios en terrenos municipales o privados.

En quinto lugar, en nuestro sistema socioeconómico la competencia obliga a un aumento de la productividad sostenido, lo que solo se consigue con un incremento de la maquinización. Una consecuencia de esto es que en los sectores más importantes del capitalismo el grado de automatización es muy alto y las posibilidades de hacer la inversión para entrar en ellos solo están al alcance de grandes capitalistas. Por ello, son imprescindibles expropiaciones y reapropiaciones de estos sectores productivos. También es importante que las unidades de producción tengan un tamaño medio (¿unos pocos cientos de personas?), lo que también es clave para conseguir autonomía. Un ejemplo de cómo intentar llevar a cabo esto podría ser la Cooperativa Integral Catalana. Y, por supuesto es fundamental una destecnologización de la economía, algo que sucederá conforme avancen las restricciones materiales y energéticas.

Una última idea es que el capitalismo es un sistema automático sin control profundo por ningún poder político ni empresarial: todo el mundo tiene que orientar obligatoriamente sus estrategias a aumentar la competitividad. Para que la economía sea realmente democrática, nuevamente la autonomía es un paso imprescindible. También ayudará integrar productoras/es y consumidoras/es en la toma de decisiones. El BAH! ha mostrado un camino de cómo hacerlo.

Reflexiones sobre cómo hacer el tránsito

La construcción de una sociedad así se puede parecer bastante a la de un gueto en el que las unidades productivas poscapitalistas se relacionarían entre sí creando un ecosistema autosuficiente. Pero articular solo “hacia dentro” sería una mala decisión desde la perspectiva estratégica, ya que en los tiempos actuales de colapso civilizatorio necesitamos parar la degradación socioambiental para que la supervivencia de estos guetos sea posible. Además, el capitalismo tiene gran potencia y está en una situación desesperada por la crisis estructural que atraviesa. Esto le llevará a intentar fagocitar estas iniciativas para llevarse su fuerza de trabajo y recursos.

Más que guetos, la idea podría ser crear espacios híbridos. Por ejemplo, huertos urbanos productivos abiertos al vecindario o comedores escolares ecológicos en colegios de barrios empobrecidos. No serían unidades productivas con límites definidos, sino más bien unidades productivas que se interpenetran, de forma que una persona pueda estar a la vez en varias de ellas. Solo la presencia en varias daría una cierta autonomía, ya que en la transición estarían bastante especializadas. El mercado social de Madrid sería un ejemplo de esto, no exento de una fuerte dosis de gueto. La economía que gira alrededor de la Bristol Pound sería otro caso más abierto, pero con iniciativas que en muchos casos no están trascendiendo al capitalismo.

Las instituciones también cumplirían un papel en todo esto, pero no como actrices del cambio, sino como facilitadoras, catalizadoras, pues los cambios personales y sociales solo se van a dar si las personas son protagonistas de estos, si participan directamente en entornos que les gratifiquen otros valores que no sean los competitivos.

Luis González Reyes es miembro de Ecologistas en Acción y de varias experiencias de la economía solidaria, feminista y ecológica

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lunes, 30 de octubre de 2017

¿QUÉ ES EL COMPLEJO INDUSTRIAL CULTURAL?

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Capitalismo cognitivo.- Marco Raúl Mejía uno de los más importantes teóricos del campo educativo en Latinoamérica y especialmente en Colombia, habla de una hegemonía cultural construida a partir del capitalismo cognitivo. En este sentido valoramos que para el capitalismo del siglo XXI el cerebro deja de ser una frontera distante y emerge como el nuevo lugar de neocolonización cultural. Para ello, resultan fundamentales los avances en la neurociencia y el funcionamiento de la inteligencia humana. Si la primera revolución industrial sepulto al modelo feudal, la segunda estuvo en el epicentro de las dos guerras mundiales, la tercera requirió de la globalización económica neoliberal y de la mundialización cultural, la cuarta revolución industrial pareciera augurar un mundo radicalmente diferente al que conocimos en el cual el control del pensamiento y la anticipación de decisiones para su control muestran el camino de otras formas de dominación”.
“Pero no todo lo que quiere hacer el capital pasa inadvertido y se implementa sin generar resistencias desde el mundo del trabajo y los explotados. China una de las economías más dinámicas del mundo debe su crecimiento económico al desarrollo de la industria tecnológica y la puesta en marcha del más salvaje modelo de explotación de la mano de obra conocido en los últimos 150 años. En ese sentido, para el capitalismo China emerge como un ejemplo de la posibilidad de ampliar los límites de la explotación del hombre por el hombre”.

Si bien en China han sido mediáticamente silenciadas las resistencias a este régimen de trabajo, ese no ha sido el rasgo distintivo de su implementación en otras latitudes. La primera generación de reformas laborales en Europa y América que requiere el modelo económico del presente, el cual contempla jornadas laborales de 60 horas semanales y más de 200 mensuales, elevación de la edad de jubilación, flexibilización del régimen de estabilidad laboral para los trabajadores que permanezcan en la restructuración y achicamiento del mundo del trabajo, han generado fuertes resistencias en Francia (2016), Brasil, México y Argentina (2017), entre otras.

“Para disminuir este efecto de resistencia social ante el drástico cambio de las reglas del trabajo asalariado, el capitalismo requiere hacer ver ante el público en general, a la seguridad social del Estado de Bienestar Keynesiano como una cuestión obsoleta y anticuada. El argumento central de esta élite dominante es la promoción de una supuesta defensa del empleo, ante el acoso de la robótica, la nanotecnología y las fábricas inteligentes. El presente se nos presenta como tecnológico, en el cual el hombre es visto como un ser absolutamente condicionado por la innovación en todos los aspectos de su vida. Para alcanzar hegemonía cultural en este sentido, en el corto plazo, requieren de una industria cultural que trabaje para alcanzar una episteme colectiva sumisa a la nueva realidad que quiere imponer el capital”.

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Nuevo espacio para la creatividad, el Parque Industrial Cultural.
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¿QUÉ ES EL COMPLEJO INDUSTRIAL CULTURAL?
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Luis Bonilla Molina.

Rebelión. Lunes 30 de octubre del 2017.


Es la red de instituciones y medios de prensa, televisión, radio, cine, digitales y de construcción de discursos, que tienen como norte la producción de mercancías culturales para el modelamiento del comportamiento social, el control de las disidencias y la eliminación de narrativas que obstruyan la hegemonía ideológica del mundo capitalista. Muchas de las mercancías culturales que genera el complejo industrial cultural, son en sí mismas instrumentos de guerra, usadas como disuasión, persuasión, simulación, distracción y atemorización suave.

Es de hacer notar que, el complejo industrial cultural está estrechamente vinculado al complejo industrial militar. Un componente importante de ambos sectores lo constituye la industria tecnológica. Algunas de las actividades del sector de la innovación tecnológica están referidas a la gerencia de datos, el establecimiento de redes informáticas, el diseño de los sistemas de la base de datos, el diseño de software, la puesta en marcha de sistemas de información de gerencia y la gerencia de sistemas.

En 1978 sesenta corporaciones de la tecnología informática constituyeron la alianza de los servicios de tecnología de la informática, mejor conocida por sus siglas (WITSA). Hoy forman parte de WITSA corporaciones de 67 países, siendo la Asociación Americana de Tecnología Informática su secretaria tecnológica. Si bien WITSA no es la única alianza conductora de la política tecnológica global es una de sus caras más visibles. Esta área controla la arquitectura necesaria para la circulación, presentación y conducción de datos, que es una de las formas como se conocen y expresan -en la era digital- las mercancías culturales.

Agencias de noticias.

Los contenidos del poder hegemónico se difunden construyen a través de las grandes agencias de noticias, la red canales especializados (radio, TV, medios digitales), el cine comercial de gran escala, las corporaciones editoriales, los centros de investigación especializados y cada vez en menor medida las universidades.

Algunas de las Agencias de noticias con alcance mundial más importantes son Thomson Reuters (EEUU, 2008) fundada a partir de la compra de Reuters (Reino Unido, 1851) por parte de la Corporación The Thomson Corporation, con actividades en 93 países y en más de 20 idiomas; Agence France Presse (Francia, 1835) que actúa en 110 países, aunque desde 1982 inicio un proceso de descentralización que le permitió crear cuatro centros regionales autónomos. En 2007 lanzaron la Fundación AFP para promover “mejores estándares periodísticos” a nivel mundial; ANSA (Italia, 1945) con actividades en 74 países; United Press International (EEUU, 1910) con alcance global; Press Association (Reino Unido), Xinhua News Agency (China,2008) despacha en más de 100 países, Europa Press (España, 1957) con presencia en los cinco continentes, RIA Novosti (Rusia, 1941) a la cual se le suma Interfax Information Services Group (Rusia, 1989).

Estas agencias, orientadas como empresas, muchas de ellas con capacidad de cotizar en las bolsas de valores, se convierten en el rostro a través del cual se presentan las decisiones económicas, políticas, sociales, científicas, religiosas, entre otras, del sistema capitalista global del siglo XXI. Al ser las agencias de noticias organismos económicos, surgen a su interior pugnas inter burguesas por el control financiero de las mismas, pero también al contar con trabajadores, empleados, asalariados, surgen resistencias que es importante detectar, develar y apuntalar en una perspectiva anticapitalista.

Por otro lado, es significativa la importancia que el llamado bloque de los países “No Alineados” le ha dado a estas instancias, surgiendo agencias de noticias que muestran el otro rostro el de las luchas de los pueblos. Entre ellas destaca la Agencia Venezolana de Noticias que tiene una línea de trabajo permanente con Telesur. Canales de televisión como Rusia Today (RT,2005) ó Al Jazeera se comportan en la práctica como Agencias de Noticias que expresan las presiones de un mundo en reconfiguración, entre los firmantes originales del Tratado de Bretton Woods (1944/1945) y los nuevos países altamente industrializados y capitalistas, especialmente China y Rusia.

2.1.2. Corporaciones mediáticas

Las corporaciones mediáticas son en buena medida, las grandes fusiones empresariales que ordenan la industria cultural a escala planetaria. Las corporaciones mediáticas están conformadas por prensa escrita (periódicos, revistas y otros productos editoriales), medios audiovisuales (cadenas de televisión y radio, productoras cinematográficas) y medios digitales a partir de la revolución de la Internet. En la actualidad la más importante corporación mediática mundial es Comcast. Otras corporaciones del sector son “The Walt Disney Company” (1923) especializada en “contenidos infantiles y familiares” por décadas aunque desde el año 2003 incursiona en el segmento PG-13 con Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl; “Time Warner” (2003) siendo propiedad de AT&T desde el año 2016 y, “News Corporation” (1980). Sony (1946), General Electric (1892) o la propia AT&T (1899), aunque incursionan con fuerza en el sector audiovisual, al tener operaciones en otros sectores de la economía, no son considerados corporaciones mediáticas como tal.

Estas corporaciones son símbolos del capitalismo del siglo XX y ahora con más fuerza del siglo XXI. Ello no se debe a su potencia financiera sino fundamentalmente a su capacidad de reflejar y modelar los valores del capital en la sociedad.

Agencias de publicidad.

La publicidad es la ciencia comunicacional que estudia la manera más eficaz y rápida de vincular mercancías con necesidades y, de crear falsas necesidades para vender determinados productos. Por ejemplo, mientras la publicidad de la comida rápida se centra en la necesidad real de alimentarse, haciendo difusa la línea entre comida sana y comida chatarra, la de licores se concentra en la asociación de la diversión y el uso creativo del ocio con el consumo de bebidas alcohólicas.

Con la primera revolución industrial su uso se convierte en indispensable para el desarrollo de las industrias y, a partir de la tercera revolución industrial se convierte abiertamente en modeladora de la conducta humana. El concepto de “target” desarrolla la especialización de los segmentos de mercado, por edad, sexo, condición social, región geográfica y ahora construye grupos de interés.

Conglomerado Editorial.

Muy lejos ésta en el presente, esa otrora imagen de la editorial como una labor artesanal o de producción independiente. Hoy el mundo del libro, las publicaciones, las revistas y los periódicos está mediada por las ganancias, el mercado y los intereses en disputa la lucha de clases. La autoria de los grandes temas se ha cartelizado como una forma de censura, la impresión, distribución, exposición y venta del libro como una mercancía esta segmentada y el público debe someterse a los acuerdos de mercado entre los gerentes de las grandes editoriales. Aún así subsisten las medianas y pequeñas editoriales, aunque la tendencia pareciera ser la absorción de estas por parte de los grandes conglomerados editoriales. La industria del libro digital emerge como una nueva realidad, controlada por estas mismas grandes corporaciones.

El ejemplo más visible de ello es Penguin Random House Grupo Editorial, perteneciente a la multinacional Bertelsmann SE & Co. Egaa (2001inicial/2013 fusionado consorcio británico y alemán). Este grupo es el propietario de las editoriales Aguilar, Alfaguara, Altea, Punto de Lectura, Suma, Taurus, Beascoa, Caballo de Troya, Cliper Plus, Collins, Conecta, Debate, Debolsillo, Ediciones B5, Electa, Fantascy, Flash, Grijalbo, Grijalbo ilustrados, Literatura Random House, Lumen, Lumen infantil, Montena, Nube de Tinta, Plaza & Janés, Random, Reservoir Books, Rosa dels Vents, Sudamericana (Argentina), entre otras, monopolizando la mayoría de los contenidos editoriales internacionales. Hoy el imaginario de buena parte de los lectores pasa previamente por el filtro de esta gran corporación editorial. 





Industria cinematográfica.

Mejor conocida como la industria del cine, adquiere una especial importancia dado que sus productos ocupan hoy en día de tres a siete horas diarias del consumo de contenido del ciudadano promedio a nivel mundial. Gran parte de la producción cinematográfica mundial esta concentrada en los distintos estudios ubicados en Hollywood, los Ángeles, California. Europacorp fundada por el francés Luc Besson no logra competir con el gran consorcio estadounidense, aunque recientemente, en medio de la disputa de mercados, han surgido Bollywood en Rusia y los Estudios Bombay en la India, ambos con pretensiones hegemónicas y de disputa del mercado monopolizado por Hollywood.

La industria cinematográfica construye contenidos asociados no solo a las necesidades del mercado industrial y la colocación de mercancías, sino también al complejo industrial militar y los requerimientos de preparación para el desembarco de la cuarta revolución industrial. En este sentido configura y reconfigura imaginarios e ideologías de la población.

Redes Sociales.

Con el desembarco de la Internet y la revolución científico tecnológica de los noventa se desarrolla un modelo de comunicación humana digital, basado en las redes sociales. Facebook (2007), BBM (1999), Twiter (2007), Tumblr (2007), Instagram (2010), LinkedIn (2002), YouTube (2005), Skype (2003), Watshap (2009), Telegram (2013), Pinterest (2010), entre otras. La tendencia es a crear corporaciones de redes sociales que controlen no solo el flujo de publicidad del mercado digital, sino fundamentalmente el contenido. Muestra de ello es el monopolio digital que están construyendo la alianza Facebook e instagram. Además, existen evidencias públicas y notorias del creciente control por parte de los servicios de inteligencia de las naciones más poderosas, respecto a los contenidos que circulan por estos medios.

La característica fundamental de las redes sociales son la brevedad del texto y la potencia de la imagen que se utilizan. Esto está reconfigurando las lenguas y la comunicación humana, pero lo más importante está creando dos brechas que no existían antes. La primera la separación del mundo de los llamados nativos digitales, respecto a los inmigrantes digitales. La segunda creando una odiosa distancia entre quienes habiendo nacido en la era digital, tienen o no acceso a la red y la comunicación digital y quienes están ajenos a esta dinámica; esto esta creando una especie de apartheid cultural de imprevisibles consecuencias para la sociabilidad humana del mañana.

Video juegos.

En solo décadas pasamos de los juegos kinestésicos como la cometa, el trompo, la perinola, las metras, etc., a los juegos digitales estáticos en su mayoría. Hoy, los niños, jóvenes y adultos son grandes consumidores de video juegos que en si mismos contienen mensajes, ideas del presente y el mañana. No soy de quienes condenan los video juegos, al contrario ellos encierran enormes posibilidades para el desarrollo de la cognición humana. Pero eso sí, sus contenidos deben ser analizados como modeladores de conductas y no solo como diversión neutra. Las tres grandes corporaciones de video juegos hoy son la Sony Corporation, quien desarrolló el popular video consola Playstation, Microsoft Corporation que creó la video consola Xbox y, finalmente Nintendo que construyó la popular Wii Remote. Sin negar la existencia de otras empresas en el sector, es innegable que estas acaparan la mayoría del mercado y son las más populares entre los consumidores de mercancías digitales en forma de video juegos.

Vigilancia global.

Asociado al desarrollo científico y tecnológico en el año 2007 se puso en marcha PRISM, que es el nombre clave con el cuál la Agencia de Seguridad Nacional denomina al software que extrae información clave sobre los contenidos que consumen los usuarios de al menos nueve grandes compañías de comunicación internacional, especialmente las redes sociales. PRIS; oficialmente conocido como “SIGAD US-984XN” es el mayor espía que haya conocido la humanidad. Su teleología va más allá del combate al terrorismo global, implica la puesta en marcha de un nuevo modelo de gobernabilidad y control humano que esbozamos brevemente en el capítulo “el mundo cabe en casa”. PRISM es uno de los componentes estratégicos del complejo industrial cultural que se articula con el complejo industrial militar. PRISM es un policía que nos “acompaña” en nuestra navegación digital por las redes sociales, haciendo de nuestras decisiones virtuales un elemento esencial para la construcción de nuestro perfil como usuarios de la red.
 

  
Del Capitalismo Cognitivo, en la cuarta era de la Revolución Industrial - la era Digital - vamos hacia la Sociedad de la Ignorancia. La Razón Desencantada.
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Capitalismo cognitivo.

Marco Raúl Mejía uno de los más importantes teóricos del campo educativo en Latinoamérica y especialmente en Colombia, habla de una hegemonía cultural construida a partir del capitalismo cognitivo. En este sentido valoramos que para el capitalismo del siglo XXI el cerebro deja de ser una frontera distante y emerge como el nuevo lugar de neocolonización cultural. Para ello, resultan fundamentales los avances en la neurociencia y el funcionamiento de la inteligencia humana. Si la primera revolución industrial sepulto al modelo feudal, la segunda estuvo en el epicentro de las dos guerras mundiales, la tercera requirió de la globalización económica neoliberal y de la mundialización cultural, la cuarta revolución industrial pareciera augurar un mundo radicalmente diferente al que conocimos en el cual el control del pensamiento y la anticipación de decisiones para su control muestran el camino de otras formas de dominación.

Pero no todo lo que quiere hacer el capital pasa inadvertido y se implementa sin generar resistencias desde el mundo del trabajo y los explotados. China una de las economías más dinámicas del mundo debe su crecimiento económico al desarrollo de la industria tecnológica y la puesta en marcha del mas salvaje modelo de explotación de la mano de obra conocido en los últimos 150 años. En ese sentido, para el capitalismo China emerge como un ejemplo de la posibilidad de ampliar los límites de la explotación del hombre por el hombre.

Si bien en China han sido mediáticamente silenciadas las resistencias a este régimen de trabajo, ese no ha sido el rasgo distintivo de su implementación en otras latitudes. La primera generación de reformas laborales en Europa y América que requiere el modelo económico del presente, el cual contempla jornadas laborales de 60 horas semanales y más de 200 mensuales, elevación de la edad de jubilación, flexibilización del régimen de estabilidad laboral para los trabajadores que permanezcan en la restructuración y achicamiento del mundo del trabajo, han generado fuertes resistencias en Francia (2016), Brasil, México y Argentina (2017), entre otras.

Para disminuir este efecto de resistencia social ante el drástico cambio de las reglas del trabajo asalariado, el capitalismo requiere hacer ver ante el público en general, a la seguridad social del Estado de Bienestar Keynesiano como una cuestión obsoleta y anticuada. El argumento central de esta élite dominante es la promoción de una supuesta defensa del empleo, ante el acoso de la robótica, la nanotecnología y las fábricas inteligentes. El presente se nos presenta como tecnológico, en el cual el hombre es visto como un ser absolutamente condicionado por la innovación en todos los aspectos de su vida. Para alcanzar hegemonía cultural en este sentido, en el corto plazo, requieren de una industria cultural que trabaje para alcanzar una episteme colectiva sumisa a la nueva realidad que quiere imponer el capital.

La singularidad tecnológica.

En los últimos años, en la transición de la tercera a la cuarta revolución industrial se comenzó a hablar de la singularidad tecnológica, el pensamiento híbrido y un futuro de fusión de la vida biológica y las maquinas. El señor Kurzweil -uno de los mas importantes pensadores de Google- viene hablando de la posibilidad de conocer en el corto o mediano plazo, el surgimiento de una nueva generación de razonamiento asociado a la vida cotidiana, pero también a la producción. Babcock de la mente humana, conexión de la neocorteza cerebral con la nube tecnológica, avatares de nuestros familiares construidos a partir de las células madres y el respaldo digital de nuestros pensamientos, forman parte de la carrera del gran capital por un mundo productivo con la menor inversión posible en trabajadores y responsabilidad social.

La singularidad tecnológica, anticipada con la nanotecnología y la trasmisión inalámbrica de datos podría reconfigurar violentamente el mundo que conocemos. Ello implica la construcción de una nueva hegemonía cultural que “normalice” estos conceptos y realidades. Para ello la industria cultural genera a diario contenidos que la escuela, la universidad y la educación no están analizando debidamente.

¿Es malo el desarrollo científico tecnológico?

Definitivamente no. El destino de la civilización humana esta asociado al dominio creciente de las tecnologías. Lo peligroso es el uso irracional que de estas tecnologías, conocimiento científico y saberes, hace el capitalismo neoliberal del siglo XXI, en los albores de la cuarta revolución industrial. Es imposible vernos como especie al margen de esta realidad. Ahora bien esto nos remite a un necesario debate sobre la urgencia de estudiar, no solo para comprender sino para desarrollar tecnologías e innovaciones al servicio de la gente, del pueblo, de la humanidad en su conjunto. En ese sentido, hoy como en ningún otro momento histórico la disputa por el conocimiento científico, tecnológico y argumental esta en el centro de la disputa entre dos clases antagónicas como lo son la burguesía y los trabajadores.

Mirar el mundo despiertos.

Nuestra aproximación al mundo del desarrollo tecnológico y su impacto en la industria cultural no es la de un lector aterrorizado, sino de uno prevenido. En todo este breve artículo la “enseñanza” transversal consiste en desarrollar capacidades para entender la disputa ideológica y el pensamiento contra hegemónico en la lógica del siglo XXI. Si alguna cosa preocupa, es cierta ingenuidad de líderes políticos, comunitarios, docentes e incluso de la izquierda política, quienes ven el emerger de la cuarta revolución industrial como un simple tema de actualidad tecnológica. Esta ingenuidad despolitizada, aunque la enarbolen sujetos que se reivindican políticos, es en si misma una muestra de la desarticulación de las resistencias, así como de la pérdida de referentes claros que posibiliten contar con un pensamiento desigual y combinado, capaz de comprender la particularidad y su relación con la totalidad y, viceversa.

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