viernes, 16 de febrero de 2018

LA GEOPOLÍTICA DESDE AMÉRICA LATINA

&&&&&


“¿QUÉ ES LA GEOPOLÍTICA? Una primera discusión a tratar sería la conceptualización de la geopolítica. Puede parecer una tarea simple, pero como veremos en el curso del trabajo, la sistematización del concepto de geopolítica, de forma homogénea, es impedida por su propia naturaleza. En otras palabras, la geopolítica sólo puede ser considerada si se toma en cuenta que, en base a la declaración de diferentes influencias en el crear y hacer la geopolítica, los intereses nacionales son asimétricos, jerárquicos y competitivos y, concomitantemente, diferentes visiones geopolíticas se desarrollan con el fin de establecer relaciones causales en diferentes espacios nacionales”.

“La geopolítica, como ciencia no neutral, reflexiona sobre las acciones del Estado tras políticas públicas estratégicas relacionando el espacio y los poderes nacionales o regionales, donde las condiciones geográficas (espacio y posición) influyen en la política, la estrategia y las relaciones exteriores de un Estado; es el estudio de las relaciones internacionales en una perspectiva espacial o geográfica. En nuestra opinión, la geopolítica es el estudio dinámico de la influencia de los factores geográficos en el desarrollo de los Estados con el fin de orientar sus políticas internas y externas. Por lo tanto, la geopolítica debe utilizarse como un método para estudiar y aplicar los factores políticos derivados de la geografía tales como la posición, espacio, relieve, clima, topografía y recursos”.

La geopolítica reflexiona sobre las acciones estatales de carácter estratégico de las políticas públicas en la relación entre el espacio y el poder nacional o regional, donde las condiciones geográficas (espacio y posición) influencian la política, la estrategia y relaciones exteriores de un Estado. La construcción de una geopolítica latinoamericana debe ser entendida como una orientación cooperativa y unificadora en la forma de integración y la práctica de la política exterior. Pronto, se defiende un enfoque crítico y popular, una geopolítica periférica y de la integración, donde hay la necesidad de pensar una geopolítica de la periferia latinoamericana con ideas, conceptos e hipótesis originales de acuerdo con nuestra historia y pensamiento del mundo. De este modo, se pretende sistematizar una geopolítica de la integración para una integración geopolítica, abriendo perspectivas de cambio para América Latina”.

 


La geopolítica de Integración Continental, Autónoma, Independiente y Democrática es una de las grandes responsabilidades sociales y compromisos políticos pendientes, hoy en Nuestra Amperica, La Patria Grande.
 ***

“La geopolítica, en cualquier momento y espacio determinado, es el producto de las condiciones geográficas, tanto políticas y económicas como estratégicas, y la relación con otros países y sus proyectos geopolíticos y nacionales; en otras palabras, la geopolítica siempre se relativiza, por su tiempo histórico y de las fronteras nacionales, tanto en términos absolutos como relativos, que pone la cultura que lo produjo en su centro”

“¿GEOPOLÍTICA DE/PARA QUIÉN? Por lo general, el uso del término geopolítico se ha utilizado en los estudios de las relaciones internacionales cada vez más. Sin embargo, la difusión del conocimiento geopolítico no debe confundirse con su trivialización metodológica; la dinámica del método geopolítico hace hincapié en la interacción geográfico-política relativa y de intereses específicos. De este hallazgo empírico, se cuestiona de y para quien es realizada la disciplina. Es importante tener en cuenta que no se puede concebir una geopolítica de carácter general, aplicable a cualquier Estado nacional. Las geopolíticas son, en este sentido, específicas y relativas, es decir, “cada estudo é o estudo de um autor de uma determinada nação ou país (...), más de todo modo produzindo uma geografia política marcada pelo seu contexto político e territorial” (Costa, 1992, p.13-14). Así que existen tantas geopolíticas como sistema estatal “em conflito, em luta sob condições geográficas que, por exemplo, no caso de potências terrestres e potências navais, são fundamentalmente distintas. Há uma geopolítica alemã e uma geopolítica francesa; há geopolíticas distintas para os Estados Unidos e Inglaterra. São até diferentes as maneiras de reagir, emocionalmente, das nações, porque o caráter de um Estado é consequencia da sua História e não pode ser compreendido senão à luz de dita História” (Tosta, 1984, p.28)

En otras palabras, ya que cada Estado latinoamericano tiene su historia y la soberanía relativa a darse cuenta de sus planes estratégicos y, a partir de los proyectos de integración, a renunciar a parte de su soberanía a favor de un proyecto regional conjunto, tales hechos deben igualmente ser considerados para la geopolítica. La geopolítica de cada país en particular es diferente debido a varios factoresla ubicación/posición, el espacio (forma, tamaño y contenido), proyecto nacional, de inserción internacional, etc. – y, con la finalidad de establecer una geopolítica latinoamericana, ratificada en varias factores – como la unidad histórico-cultural y económica –, las geopolíticas particulares tenderían a establecerse como una geopolítica colectiva, donde habría una prioridad estratégica de los Estados, no de los Gobiernos”. Fuente. “Por una Geopolítica Latinoamericana”. Pensamiento Crítico latinoamericano.

/////



La construcción de una geopolítica latinoamericana debe ser entendida como una orientación cooperativa y unificadora en la forma de integración y la práctica de la política exterior.

***


LA GEOPOLÍTICA DESDE AMÉRICA LATINA
*****

Salvador González Briceño.

América latina en Movimiento.

ALAI jueves 15 de febrero del 2018.


El escenario mundial actual es de ruptura, y caos —efecto mariposa, lo llaman algunos—. Y de una crudeza tal que promueve, amenazante, la violencia en todas sus formas, como el terrorismo dirigido —capacitado, financiado y armado—, con fines estratégicos —propaganda en las redes y falsas banderas a la orden del día.

El principal promotor es, desatado, el imperialismo estadounidense, convertido en enemigo de países, instituciones, sociedades, culturas. Porque se resiste a perder su carácter hegemónico.

Por su parte, la globalización económica —expresión light del capitalismo desarrollado en imperialismo— sirvió para meter a países y regiones al orden liberal, con instituciones del sistema financiero como el BM, FMI, BCE, OCDE, a nombre de una libertad y democracia (¡ah, el ardid de los derechos humanos!) que el imperio exige pero no practica.

Devino la destrucción de los Estados nación desde la siembra obligada del modelo neoliberal por todo el planeta —con honrosas excepciones—, a partir de los años 80 del siglo XX vía la privatización patrimonial del Estado de bienestar. De ahí surgió la desestabilización de los países, la ilegitimidad, la ingobernabilidad y los poderes fácticos, como el que representa el crimen organizado. La riqueza profundizó las diferencias al interior de sociedades y países.

Pero como las leyes del capitalismo no perdonan, el sistema cayó en desgracia cuando llegó la crisis económico-financiera de 2008, que agudizó la decadencia sistémica de la cual el mundo no se recupera todavía.

Siguen los lastres, en la vida económica, política y social mundial, con amenazas de destruir a la especie. Es la ambición por la riqueza, la furia del interés privado, que se impone por encima de todo.

Por lo demás, si el mundo actual entró a una fase superior de la globalización, ¿cómo llamarle cuando su principal característica es la complejidad? Solo no olvidemos el trasfondo.

Una hipótesis es cierta, el desorden internacional de ahora superó ya los escenarios de la Guerra Fría. Aquél era un equilibrio tenso, pero con ciertas reglas. La ONU era respetada, la OMC contribuía a un ajuste más o menos equilibrado del comercio. Todo aquello se acabó.

Ahora rige un sistema financiero global que lo domina todo. Con algunos países al frente.

Gran Bretaña y los Estados Unidos de América (EUA) —por cierto los principales promotores de la destrucción de los Estados con la herramienta del neoliberalismo—, hoy no quieren recoger los lastres que han dejado a su paso décadas atrás.

Al contrario, el Brexit de Gran Bretaña y el muro de la ignominia de EUA con México, son ejemplo del repudio a la inmigración, cuando como garantes del capitalimperialismo se han servido de los recursos y la mano de obra esclava. Latinoamérica, Asia, pero sobre todo África son el ejemplo.

Hoy sabemos que el orden internacional pasó de la bipolaridad surgida desde el fin de la Segunda Guerra, a la unipolaridad tras la caída de la Unión Soviética en 1991, y que el hegemón estadounidense adoptó el “fin de la historia” como premisa.

Y que EUA actuó en consecuencia. La ofensiva de “guerra perpetua” contra el mundo, irrumpió tras los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York en 2001, como meta de sobrevivencia imperial.

Ahí anidó el caos, las guerras por los recursos energéticos y el rompimiento del orden global anterior. El mundo entró en una nueva etapa o periodo de guerras continuas, por eso es que hoy no se ve más que desorden y caos. Cero reglas. Y a río revuelto…

Desde entonces quedó claro que EUA no quiere competencia, ni por el empuje económico de China ni por el resurgimiento de Rusia durante la era Putin; ambas potencias emergentes. Claro que China está a un tris de superar a los EUA en la economía global, y Rusia ha remontado ya en el terreno de la geopolítica.

Eso explica la reacción en cadena. Los países que conforman la OTAN tratan de contener a Rusia en el escenario continental europeo, con el Pentágono al frente; es decir, hoy la confrontación no es —como en la Guerra Fría— de EUA vs. la URSS, sino de la OTAN vs. Rusia. Con todo y Rusia promueve el comercio con Europa, no así la confrontación. Sin embargo, hay que recordar que el potencial nuclear está de por medio, y no solo es disuasivo.

Desde el punto de vista geopolítico, es claro que de manera paulatina se ha ido fortaleciendo militarmente desde Europa Oriental el cerco contra Rusia, como el corazón de “Eurasia”; de igual manera, no cesa la presencia terrorista desde la “región cardial”, la periferia o el Heartland de Mackinder, como son Iraq, Afganistán, Siria, etcétera. Los dos grandes frentes de guerra de la OTAN y el Pentágono en tierra firme contra Rusia.

El otro frente está en el Mar meridional, la región de Asia Pacífico en contra de China, comandado por las fuerzas marítimas estadounidenses, con una fuerte presencia en la región.

Hay otros frentes que estarían prestos a entrar en acción. Es el caso de la ciberseguridad, el ciberespionaje, la ciberguerra y el ciberterrorismo, que tanto amenazan desde las redes del internet y herramientas todas para distintos tipos de atentados, como verbigracia la llamada “guerra hibrida” —todo como parte de la complejidad.

De ese modo la estrategia geopolítica desde el mundo Occidental con EUA al frente, está claramente dirigida contra Rusia, pero también China, tanto por la OTAN como por el Pentágono. Una tiene como escenarios los países del este europeo, otra la región del Pacífico.

Es claro que Occidente sabe que Rusia posee el arsenal atómico de la ex Unión Soviética, altamente disuasivo. Además, que fueron ejército y pueblo soviéticos quienes pusieron límites al expansionismo fascista de Hitler y puso fin a la Segunda Guerra Mundial.

Mientras tanto, Rusia y China impulsan mecanismos de cooperación y desarrollo por el mundo —aún dentro de la globalización, el libre comercio— con mecanismos como BRICS, APEC, OCS, y la puesta en marcha de la nueva “ruta de la seda y la franja”. En tanto EUA continúa amenazante con las guerras, de ahí sus elevados presupuestos militares.

En todo esto la geopolítica tiene mucho qué decir. No como estrategia de guerra —la alemana de la Segunda Guerra o la estadounidense de hoy—, sino como método para entender la realidad; tan pragmática como coyuntural, para una realidad manipulada desde los centros del poder global. Afortunadamente existe ya la geopolítica crítica, la desarrollada por la escuela francesa.

Para este espacio, “México Rusia Hoy” es un pretexto. Porque la guía de este proyecto es, sobre todo, como lo dicta el eslogan: “La Geopolítica desde América Latina”. O, La Geopolítica Hoy.

*****

No hay comentarios: